*Mavis en multimedia*
Recce:
Aumento la velocidad de la caminadora y acelero mis pasos, mi mirada se mantiene en los edificios de la ciudad, mientras mis oídos se llenan de música.
Estoy en mi peso ideal, pero hacer esto ya se volvió mi rutina diaria desde que mi cuerpo se volvió lo que es.
Giro el rostro al sentir una presencia a mi lado, encontrando a Shadow con la table en la mano.
Me quito el audífono, pero mantengo mi ritmo al correr.
—Mi señor, debo recordarle que su vuelo sale en dos horas.
Bajo la velocidad y mis pasos junto con ella, llamo a Ghost, quien me entrega la toalla que acabo por colocar en mis hombros, bajo de la caminadora y extiendo mi mano hacia la tables que carga mi guardaespaldas, ella me lo entrega y empiezo a leer el itinerario, desde mi vuelo hasta el lugar donde me hospedare.
Ghost se dirige a recoger la maleta de entrenamiento en el locker.
—¿El ex presidente quiere que me quede en un pueblo?
—Cuanto más cerca al viñedo y pueda cumplirles sin problemas los deseos a los dueños, será mejor, palabras del presidente.
—No quiero cualquier hotel.
—El presidente ya eligió donde se hospedara.—Me contesta.
Subimos al ascensor y Ghost nos alcanza.
Me espera un largo día.
(***)
El vuelo es en primera clase y no me da tiempo de descansar al aterrizar, todo lo que puedo dormir es en el avión y ni bien mis pies salen del aeropuerto, tomo el taxi con Shadown acompañándome, mientras Ghost se dirige al hotel con mis maletas.
Mantengo mi atención en el móvil, la señal es baja aunque pago una buena suma por la conexión y cae más cuando dejamos la ciudad.
—Se esta perdiendo de todo esto, jefe.—Me habla Shadown, a quien tengo al lado.
—¿Arboles y fincas? Avísame cuando lleguemos, mierda, la señal.
—Si, debe ser una señal.—Comenta mi guardaespaldas.
Le doy una mirada y ella me ignora observando hacia las ventas.
—Se dirigen a la finca Coopola, la señal se recuperara dentro de poco.—Asegura y termino de dejar el teléfono al ver la batería baja.
Mierda.
(***)
—Muchas gracias.—Agradece Shadow al taxista y mi mirada se mantiene sobre la finca y su extensión de aproximadamente 8 hectáreas.
O tal vez más.
Veo los viñedos y a los viticultores roseando las plantas con sumo cuidado, Shadow llega hasta mi.
—Eso si es hermoso.
Las puertas de la casona se abren y una mujer nos recibe. Shadown se adelanta a entregarles la tarjeta que lleva la mano.
—El señor Recce Lansing tiene una cita hoy.
Se toma su tiempo de revisarlo y nos pide identificaciones, las recibe y abre la puerta.
—Síganme porfavor.
Hay un jardín grande que se extiende detrás de las puertas y la casona empieza unos metros despues, cruzamos un pasillo largo y nos traslada hasta la sala principal, menciono una porque con el tamaño, es probable que haya más de dos.
—Sr. Coppola.—La mujer se pone delante, quitándome la vista del hombre en la silla.—El señor Lansing esta aqui.
—¿Quien?
—El señor Lansing.
—¿Quien?—Repite el anciano.
—El hombre que desea adquirir la administración de los viñedos.
Al fin lo comprende y ella se retira, mostrándome a un anciano, quien me observa de pies a cabeza, lleva un bastón en la mano con el que se ayuda a ponerse de pie y me adelanto cuando se que va a darme un apretón de manos.
—Señor Lansing ¿No?
Vuelve a sentarse en el sillón y me pide tomar asiento también, Shadown se queda de pie detrás del mueble que ocupo.
—Que rapido llego hasta aqui, supongo que debo esperar más como usted cuando haga publico esto.
—Le aseguro que no será necesario, Sr. Coopola.
—Lorenzo Coopola.—Me corrige.
Asiento.
—El niño de los Lansing, te recuerdo un poco diferente.—Me observa.—Supongo que supiste moldear tu camino. —Respira profundo.—Tal vez si me hace una buena propuesta, niño, no requiera hacerlo publico y me ahorraría tantas visitas.
—Quiero beneficios para ambos, Coopola y Lansing... si me pone al fre...
—Aun no.—Alza la mano.—Aun falta....
La mujer que nos recibió regresa, interrumpiéndonos.
—Mi señor, la señorita acaba de llegar.
Ella se aparta y detrás observo la figura que se acerca, una mujer esbelta y de cabello rubio, va directo hacia el hombre y lo saluda.
—Abuelo.
—Beatriz, mi nieta.—Nos presenta.
Ella me sonríe.
—Y...
Escucho los pasos y mi mirada se levanta, encontrando a la mujer alta, delgada, de piel oscura y sobre todo, que tiene una radiante sonrisa en el rostro.
Un rostro que no olvido y una sonrisa que mucho menos borro.
No me ha visto aun y camina hacia el jefe de la finca, a quien saluda amable dándole la mano y no la suelta hasta que se vuelve hacia mi.
La sonrisa se le borra de la cara y la mía igual.
—Señor Lansing, le presento...
Mavis Bristol...
Antes de darme cuenta ya estoy de pie y ella es quien me ofrece un apretón de manos, no soy consiente de que mi mano ya ha tomado la suya.
—Mavis...—Su nombre escapa de mis labios.
—Hola, Cece.
ESTÁS LEYENDO
Sabor a Vino
RomanceTuvieron que pasar doce años para que Reece se convirtiera en el hombre que la sociedad superficial a su alrededor lo aceptara. Debido a su físico su infancia estuvo llena de burlas y maltratos, razón que lo llevo a nunca confiar en nadie, ni siquie...