Mavis:
—¿Debo creer que los hiciste tu?—Pregunto al ver el desayuno en la mesa, Cece esta a mi lado y hasta me ofrecido la silla para ocuparla.
—¿Dar la orden no es lo mismo que hacerlo?
—No.
Frunce el ceño, me rio y ocupo el asiento, en la mesa hay croissant, mantequilla, mermelada, café expreso y hasta biscottis.
Este último es mi elección.—Un desayuno de la toscana.
Cece se sienta junto a mi y su elección es frittata, con huevos y salchichas al horno, aunque en cantidades mínimas.
—Tu amiga y Lorenzo ya vienen hacia aqui.—Me anuncia.
Lo olvidaba, aunque ahora que estamos bien me gustaría que se sigan dándose vacaciones.
—¿Es por...?
Niega.—Lorenzo estaba al tanto.
Los ojos se me abren mucho.—¿Exactamente que le dijiste?
—Le explique la situación con Harries.
Ohh...
Imaginaba algo como "Quiero retener a Mavis aqui para protegerla y porque estoy enamorado de ella", la cara me arde de solo pensarlo, pero era obvio si apenas a podido confesarme lo que sienta, sin embargo me siento ridícula por inventarme un cuento.
—Mavis.
Siento su mano en mi rostro, me observa en silencio cuando alejo mi rostro por impulso.
—No pasa nada.
—¿Sigues preocupada?
No en realidad.
—No voy a dejar que se acerque a ti.
Sonrio despacio.—Lo se, Cece.
(***)
La puerta del despacho de Lorenzo se abre y mi mirada encuentra a Reece, me ve guardar las carpetas que me dio y se acerca.
—Aqui estabas.—Pronuncia algo preocupado o más como si se sintiera aliviado.—Tome un baño y no te encontraba.
—Termino de guardar lo que inútilmente me mandaste hacer.—Comento y se acerca a ayudarme con las carpetas.
—Déjalas aqui.—Me toma de la mano y mi rostro queda cerca al suyo.
Siento su deseo y necesidad cuando mira mis labios, pero retrocedo.
—No me voy a acostar contigo, Cece.
No aun.
—No iba a pedirlo.
—Es lo que quieres.
—Si.
Abro la boca indignada y trato de no reir.
—Cena conmigo esta noche.
Abro mucho los ojos.
—Esta vez cocinare yo, lo prometo.
No veo mentira en sus ojos, es más, parece suplica.
—Es nuestra última noche solos.—Me recuerda.
—¿No intentaras nada?
—Yo no, pero si tu deseas...
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Sabor a Vino
RomanceTuvieron que pasar doce años para que Reece se convirtiera en el hombre que la sociedad superficial a su alrededor lo aceptara. Debido a su físico su infancia estuvo llena de burlas y maltratos, razón que lo llevo a nunca confiar en nadie, ni siquie...