Mavis:
Luego de varios minutos ahora veo al dueño intercambiar palabras solo con Reece y acto seguido ambos se acercan a nosotras.
El señor Lorenzo se dirige hacia mi.—Mavis, debo pedirte un favor...
(***)
Que acompañe a Reece al área de barriles, en el sótano.
—Faltan un par de gradas, cuidado con los últimos escalones.—Digo avanzando delante de el, mientras me ayudo con la linterna de mi teléfono.
Alcanzo a encender la luz y guardo mi teléfono.
—Bellísimo.—Es lo primero que dice Reece mientras observa los barriles tras barriles colocados unos encima de otros.
—Si, lo es.—Opino lo mismo.—¿Por donde quieres empezar?
Se adelanta antes que yo y empieza a palpar los barriles con las manos, tal vez si es muy bueno.
Hace la prueba de algunos.
—No cualquiera baja aqui y si te lo pidió, tal vez quiere dejar en claro que ya te eligió cuando impresiones a todos con el vino que elijas subir.
Luego de largos minutos finalmente elige y me hace probar una copa, lo quito de sus manos y me lo llevo a la boca.
Dulce, pero no demasiado, un poco agrario al final.
—¿Cómo esta?
—Es perfecto.
—Lo se.
—Presumido.
Medio sonríe y de pronto se queda callado, hasta ahora me doy cuenta que es la primera interacción sin discusión y tranquila que tenemos.
—Te ira bien.
—Roadney no aparecio.
—¿En serio? No me di cuenta.
El guarda silencio.
—¿Ya tienes a alguien en mente?
—Reece eso no es profesional.
—¿Y lo de arriba si lo fue?
—¿Qué?
¿Por qué?
—Vi que actúas como profesional, pero también que ellos.
¿Por qué no podemos tener una conversación normal por primera vez? Y cuando finalmente la tenemos hace esto.
No completa lo que iba a decir.
Y solo lo suelto.
—Eres un idiota.
—¿Qué dijiste?
—Desde que llegaste solo asumes cosas y lo que quieres... ahora te atreves a juzgar como hago las cosas.
—Mavis.
—Una y otra vez, no dejas de arruinarlo.
—¡No he arruinado nada, eres tu quien lo ha besado frente a mi!
Me quedo callada procesando las palabras.
—Tal vez si te hubieras prestado más atención no tendríamos esta conversación.
—¿Qué se supone que debo ver? Esta claro que al igual que antes, tu...
—¡Me gustabas tú, no el!
Me canse, simplemente me canse.
No me avergüenzo de mis sentimientos pasados, ni de habérselo dicho, mi confesión no es motivo de debilidad ni de dignidad, es mi pasado y eso es todo.
La respuesta lo deja sin palabras.
—Jamás me gusto el.
—¿Esperas que crea eso?
La decepción me golpea y entonces veo algo en sus ojos. ¿Dolor angustia? ¿Lagrimas...?
—Eras lo único real que tenia entonces, no me mientas.
—No estoy mintiendo.
Su mandíbula se tensa.—¿Esperas que crea que te gustaba el gordo perdedor?
Me quedo en shock procesándolo, incluso ahora aunque tenga esa apariencia, aunque aparente ser otro... Reece sigue luchando con el pasado.
El dolor en mis ojos es tan fuerte, que siento una lagrima caer por mi mejilla. Reece se tensa al notarlo.
—¿Lastima?
—Llamas lo que tuvimos a lo más real que tenias y aun asi crees que es lastima. Incluso ahora piensas que siento lastima por ti.
—Porque es una mentira.
—Roadney... —Pronuncio y el vuelve a tensarse.—Si lo que tuvimos fue real... ¿Por qué ahora piensas que iba a gustarme alguien como el? No, en ese tiempo ¿Por qué iba a gustarme alguien que te hacia daño? A ti, a mi amigo.
No responde.
—Entonces nada fue real, ni nuestra amistad.—Continuo y niego.—Es suficiente, el recuerdo que tengo sobre ti, ya deja de dañarlo. Aun si fue mentira para ti, ya para, porfavor.
—No, soy mejor ahora.
Su mirada encuentra la mía.
—Solo mírame, Mavis. Mira si esto no es mejor.
—No lo es y te equivocas, Cece, lo juzgas a el, pero no te das cuenta que te convertiste en el.—Suelto.
—¿Soy Roadney ahora?
Se acerca a mi y retrocedo.
—¿Sabes lo que haría Roadney en esta situación?
Me acorrala contra el barril y coloco una mano entre nosotros, mano que termina aprisionado contra su tórax.
Terror y miedo, no se si mis ojos lo demuestren, pero es lo que siento.
Reece:
—¿Sabes lo que haría Roadney en esta situación?
Apoyo la mano contra el barril, evitando que escape y me inclino, Mavis mueve el rostro evitando mi boca, pero soy más rapido sujetando su mentón.
—Basta.
Rozo mis labios con los suyos, mi boca se siente sedienta y su boca esta llamándome.
—Cece, no...
Abro mucho los ojos y la suelto.
Retrocedo.
No soy el, jamás lo seria.
—¿Sigues creyendo que soy el?
No responde y mantiene la mirada apartada, mis manos se forman puños y de pronto ella:
—Felicidades.
—¿Qué?
—Es probable que obtengas la finca hoy.—Sigue sin mirarme.—Pero solo eso.
—Mavis.—Pronuncio su nombre y ella finalmente me mira.
Y no reconozco esa mirada, pero si la voz fuerte con lo que me dice decidida:
—Yo ya "Termine" contigo, Reece Lansing.
Nos leemos.
>>Yiemir.
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Sabor a Vino
RomanceTuvieron que pasar doce años para que Reece se convirtiera en el hombre que la sociedad superficial a su alrededor lo aceptara. Debido a su físico su infancia estuvo llena de burlas y maltratos, razón que lo llevo a nunca confiar en nadie, ni siquie...