10

499 59 9
                                    

Reece:

Vaya escena repugnante.

No analizo lo que mis ojos alcanzan a apreciar, dejo a la feliz pareja e ingreso de nuevo al salón donde se encuentran las mesas.

—¿Aun no se retira, caballero?—Me pregunta el recepcionista.

Sonrio.—No, aun no.

—¿La misma mesa de siempre?

—En realidad no.—Contesto.—Me gustaría una zona más privada.

El sonríe.—Sígame por favor. Tenemos una amplia variedad de cocteles y vinos..—Pronuncia mientras me guía hacia el bar.—¿Le gustaría un vino?

—Nada que tenga vino.—Concluyo.



Mavis:

Veo la espalda de Reece mientras se marcha a los baños, no voltea ni una sola vez y cuando lo pierdo de vista, respiro un poco aliviada.

Me alejo unos centímetros de Roadney, quien no se da cuenta y continua narrando la historia de su vida durante varios minutos más, Reece no regresa enseguida y empiezo a incomodarme al estar a solas con Roadney, mi teléfono suena para salvarme y me disculpo con el.

Es Beatriz. 

Me habla de algo que no entiendo y la uso como excusa para salir de ahi.

Veo el baño una última vez, ya son 30 minutos, quizás se fue.—Me tengo que ir.

Cuelgo el móvil y noto el cambio de mirada en el rostro de mi ex compañero, pero no le doy la atención al tema, camino hacia afuera del salón y ni bien cruzo el pasillo, siento como me cogen de la cintura y me llevan hacia una esquina, cerca de los sillones de espera hacia los clientes que no han reservado.

No hay nadie.

—¿Me crees que soy idiota?

—Empezare a pensarlo si no me sueltas ahora.

Se encuentra perdido en su enojo.—El se va y de inmediato pierdes el interés en mi. De verdad, te lo pregunto de nuevo ¿Me crees idiota, Mavis Bristol? No soy tu marioneta para darle celos a tu viejo amor de la infancia.

¿Celos? Mi único propósito era que dejara de molestarlo.

Incluso hasta ahora... aunque el ya no sea el mismo ...yo sigo cuidándote, Reece.

—Suéltame.—Intento forcejear, pero me retiene la cintura con una mano.—Suéltame ahora mismo si no quieres que deje muy en claro porque no te quiero como dueño del viñedo.

Su mano tiembla al oírme, lamente usar esto como arma, pero ya esta.

Su mirada se mantiene furiosa, me limpio su agarre con la mano libre y siento el ardor en mi muñeca. 

—Te vere en la próxima reunión.—Pronuncio recordando la reunión.

Doy un paso para seguir mi camino y de un solo tirón me atrae contra su tórax, mis pechos duelen cuando me obliga a aplastarlo sobre el y me toma unos segundos descubrir que su boca asquerosa esta sobre la mía.

No reacciono de inmediato, mientras el aprovecha cada segundo, jadeo recibiendo su lengua y es cuando tomo control de mi cuerpo y aprieto sus hombres, separándolo de mi con un fuerte empujón.

Me llevo la mano a los labios.

—Olvídate de la finca, Roadney.

—¿Es una amenaza?—Pregunta y antes de salir lo oigo gritar.—Dije ¿Es una puta amenaza, Mavis Bristol?

—Es un hecho.—Contesto y se queda helado.

Salgo del restaurante y me acerco al paradero más cercano, es tarde ya, pero es mejor estar aqui que cerca de ese tipo.


Reece:

—Mi señor ¿Cuánto ha bebido?—Es Shadow.

—No soy un maldito boracho.—Contesto y es verdad, solo estoy cansado de esta noche de mierda y apenas he tomado tres vasos.

Bostezo cansado y termino de pagarle al barman, me bajo del asiento.

—Vamos a casa, Shadow.

—Si, mi señor... ¿Y algo más que pueda hacer por usted?

Me detengo.

—Si.—Respiro profundo.—Una botella de vino y ... una mujer.




Mavis:

Ni un solo vehiculo que pueda llevarme de regreso y empieza a helar, mala idea haber elegido este vestido, que aunque se ve bien en conjunto con mi piel y mi figura, eso no elimina el frio que entra por los "huecos"

Me sobo las manos y al fin un trasporte esta por parar, pero un coche negro le impide detenerse en el paradero.

—¡No!

Corro, pero los tacones me traicionan, mierda.

El trasporte se va y el coche negro sigue ahi, me dirijo hacia el y toco la puerta al ver que no se mueve.

—¡Ningún trasporte parar si sigue aq...

La ventana se abre. Las dos ventanas, la delantera y la de atrás, y reconozco bien quien esta acostado atrás.

¿Ebrio?

—Tu eres Shadow ¿No?

—Buenas noches.—Me saluda.

—Buenas noches.—Contesto e intento mirar a los asientos traseros.—¿Reece esta... esta bien?

Ella me mira en silencio.

—Si, el señor solo duerme.

Crei que ya se habia ido.

—¿Desea entrar?

—¿Qué?

—El me dijo que desea que lo acompañe.

Alzo mucho las cejas con sorpresa.

—¿Reece dijo eso?

Shadow hace una pausa.—Si, eso pidió el.




¿Pidió una mujer no? JAJAJ Gracias Shadow.

Nos leemos.

>>Yiemir.

Sabor a VinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora