Sabor a Vino

9

Reece:

"—Hagamos un brindis, por la reunión de 3 viejos amigos"

Las ganas de este tipo de acabar con mi paciencia, son muchas. Es como si me mirara y automáticamente me pidiera que  estrellara todo los años de bullying en mi contra sobre su rostro.

Tal vez es exactamente lo que quiere.

No, es eso lo que quiere y quedarse con todo lo que es mío, hablo de la propiedad.

Observo a mi competencia, si asi podría llamarlo. No va a lograr quitarme nada.

Roadney carraspea.—Entonces... por este reencuentro y la platica de viejos tiempos que tendremos esta noche.

—Roadney.—Mavis menciona su nombre y los ojos de el se posan sobre ella, sobre todo ella y su mirada me recuerda a la mía cuando la veo, pero no tan evidente.

—Hoy te ves increíble.

—Si, ya me lo dijeron.—Responde mientras las mejillas se llenan de calor.

Alzo las cejas.

Roadney me señala.—Supongo que el comentario viene de Reece.—Mavis bebe su vino incomoda y mirando hacia otro lado mientras ignoro al único que esta de más en esta mesa.—No me ganas terrenos.

Arqueo una ceja.

Mavis pone el vaso sobre la mesa, se pasa la lengua por los labios y no paro de mirarlos.—¿Vas a seguir de pie o te sentaras con nosotros?

—Si una mujer tan bella como tu esta noche me lo pide ¿Por qué decir que no?

Jala la silla para sentarse, mientras Mavis le responde.

—Roadney es una cena de "Trabajo", no estoy aqui para nada más aparte de eso y halagarme no subirá puntos conmigo...

—Reece te invito antes no ¿Pensabas lo mismo?

Ella ignoro y sigue.—Solo dejo claro que no es a mi a quien debes impresionar, sino a Lorenzo Coopola.

—Y asi será. ¡Mozo!

Llama a camarero, quien se acerca con las cartas. 

—Pidamos de todo un poco ¿No? Estoy seguro que a Reece le encantara probar de todo.—Me provoca y cierro el puño.

Mavis le quita la carta.

—Tal vez la chica de esta cena deba pedir.—Suspira y empieza a ojear.—Despues de todo ustedes son los "Forasteros" aqui.

—Y tu la invitada, no creo..

—Empezaremos con un Risotto alla milanese y ...—Ella empieza a hablar y elige los platillos, de alguna manera salvando a Roadney.

O tal vez a mi.

(***)

—¿Por qué no hablamos del pasado? Me gustaría escuchar.—De frente se pone a verme a mi.—Si en tu cambio hubo algún trabajo ciruja...

—¿Y que hay de ti?—Le interrumpe Mavis apoyando su codo en la mesa, cerca de el.

Mi mirada se detiene ahi por varios segundos y siento una incomodidad quemando mi tórax.

—No recuerdo que estuvieras interesado en la compra de propiedad o viñedos.—Mavis le dedica una sonrisa y de inmediato se olvida de mi.

Empieza a narrarle sus inicios y hasta menciona que fue por ella, la conversación se vuelve irritante y pronto yo parezco ser quien esta de más en esta cena.

Mavis solo lo mira a el, concentrada y sonriente.

El estomago me da vueltas, joder.

Dejo la servilleta y me pongo de pie, siento la mirada de ambos, pero no digo nada, solo sigo las indicaciones hasta el baño.

(***)

"¿Mi señor, esta todo en orden?"

Como siempre, Shadow atenta.

Ojala Mavis me hubiera mirado la mitad de lo que mi guardaespaldas me observa al ocupar su trabajo.

Pero ¿Qué estoy diciendo? ¿Por qué quiero que Mavis me mire?

Lavo mis manos y me miro en el espejo.

—¿Por qué debo volver si quiera?

¿Para seguir oyéndolos coquetear mientras yo soy invisible?

De nuevo.

Nada ha cambiado.

Nada excepto lo que ahora mismo miro en el espejo, pero por dentro... por dentro sigo siend...

La puerta de uno de los baños se abre, simulo lavar mis manos y el tipo se retira luego de lavarse, respiro profundo y observo el numero de Shadow.

"El coche, me retiro..."—Escribo más no lo mando.

Mi mente comienza a analizar todo otra vez, observo mi reflejo y retiro lo dicho, si que hay algo que ha cambiado. 

No soy el mismo, fisico o no, no lo soy.

Guardo mi móvil y salgo del baño, me dirijo a la mesa, pero ya no los encuentro en ella.

Carajo, se fue...

El mozo se acerca a recoger la mesa.

—¿Busca a sus acompañantes? Creo que estan esperándolo en el pasillo.

Saco la billetera.

—No, ya pago el caballero, gracias.

Hijo de puta, ahora le debo a el.

Salgo al pasillo y al girar el rostro, la escena me deja un hueco en el estomago, pero lo comprendo enseguida.

Si era obvio, si toda la noche ha estado pendiente de el.

Mavis y Roadney y compartiendo un puto beso.