Mavis:
—Mierda.—Me quejo al ver que el vino ha caído sobre mi blusa, dejo la copa e intento limpiarlo.
Lo empeore.
Beatriz deja su copa junta a la mía sobre la mesa.
—Déjame buscar algo...
Carraspean y ambas nos giramos hacia la entrada.
—Señorita Bristol.—Me saluda a mi y luego se vuelve hacia Beatriz.—Señorita Beatriz, su abuelo ya esta aqui con el invitado. Las necesita a ambas, ahora.
Rayos...
Beatriz me mira y tira de mi brazo llevándome con ella, mientras seguimos a la mujer de servicio.
—¿No se nota mucho? Me ve cero profesional.
—Te ves bien.—Ríe.—¿Nerviosa? ¿Tu?
—Tu abuelo confía en mi y no porque somos amigas, hare menos mi trabajo.—Le quito el brazo.—Y por favor, debo verme profesional..
Ella ríe.
Cruzamos el salón e ingreso detrás de ella, mientras mi mirada se pasea por el lugar.
Me encargo todo lo que sea representar, vender propiedades y en este caso, conseguir una buena administración, aunque la mayoría de negocios que se me presentan asi, terminan vendiendo con el pasar de los años, y seria una lastima con lo hermoso que es la propiedad junto a los viñedos, sobre todo porque Beatriz ama pasar sus vacaciones aqui.
—Beatriz, mi nieta. Y...
Saludo al abuelo de Beatriz y pongo una sonrisa en mi rostro a la hora de presentarme con el primer negociante, sonrisa que se queda atorada cuando me entran dudas al ver al hombre frente a mi.
Podre dudar de cualquier persona, pero esos ojos no los he visto en otro lado.
Le doy el apretón de manos y saludo.—Hola, Cece.
Un silencio de sepulcro rodea la habitación varios segundos, hasta que Beatriz se adelanta.
—¿Se conocían?—Inquiere Beatriz.
Me suelta tan rapido como yo a el.
Reece Lansing es el nombre correcto.
El no sabe que decir.
No dejo de mirarlo y cuando Beatriz insiste, trago saliva volviéndome hacia ella.
—¿Quién no conoce a Reece Lansing?
Siento la mirada de Cec... de Reece sobre mi.
Me vuelvo hacia el.—¿Iniciamos?
—S- Si, claro.
Reece:
Cece...
Finge que no me conoce despues de llamarme asi, despues de despertar recuerdos de nuestra infancia con solo decir una palabra.
—Señor Lansing.
Parpadeo volviéndome hacia Lorenzo Coopola.
—¿Esta presente aqui con nosotros?
Miro a cada persona dentro de la habitación, incluso Shadow esta intrigada por mi cambio de actitud.
—Lo lamento, yo... —No lo eches a perder, Reece. Cierro los ojos y escucho que la nieta de Lorenzo me pregunta si me encuentro bien.
Mi cabeza da vueltas, recuerdos que crei olvidados regresan apuñalándome. Toda su presencia me recuerda las burlas y risas, etapas que no quiero recordar.
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Sabor a Vino
RomanceTuvieron que pasar doce años para que Reece se convirtiera en el hombre que la sociedad superficial a su alrededor lo aceptara. Debido a su físico su infancia estuvo llena de burlas y maltratos, razón que lo llevo a nunca confiar en nadie, ni siquie...