Abismo; Spreen

Final Alternativo.

—¡Mirabel! —la voz de él me hizo retroceder un paso —. Por favor, Mirabel, vení conmigo —rogó Ivan con desesperación.

Giré mi cabeza para admirarlo por última vez.

Esta igual de lindo que siempre, pero sus ojos destilan terror y angustia.

Le regalé mi última sonrisa mientras negaba con la cabeza.

—Mirabel, por favor —susurró.

Noté como su labio inferior temblaba con desesperación. Eso me hizo dudar un segundo.

Sonreí con tristeza antes de responder.

—Gracias por todo, Ivan —susurré entrecortadamente.

—Volve conmigo, Mirabel, por favor —pidió entre sollozos.

Negué con la cabeza suavemente.

—Ya no hay nada para mi en esta vida —aseguré.

Cerré los ojos con fuerza pudiendo ver más allá de todo.

Ya no hay nada que hacer conmigo.

Por lo menos en la otra vida alguien me esta esperando.

—Te amo, no me dejes, te amo —repitió con desesperación.

La vida me demostró que nadie es capaz de amarme.

Tal vez yo no merezco ese amor.

—No hace falta que tengas lastima. —Volví a abrir los ojos viendo como sus piernas estaban a punto de fallar.

—Mirabel... —Me extendió su mano temblorosa invitándome a quedarme.

La miré unos segundos con duda.

Si él verdaderamente me amara me hubiera buscando antes a pesar de todo.

Tal vez todo lo que sale de su boca son palabras forzadas por esta situación.

Esta es mi única oportunidad para volver a ser feliz... y lamentablemente mi felicidad no se encuentra en este mundo.

—Nos vamos a volver a ver, Ivan. —Volví a sonreír —. Si todavía me amas cuando nos encontremos, vamos a estar juntos para la eternidad.

—No digas eso, estemos juntos ahora. —Las lágrimas salían de sus ojos sin pudor —. Déjame amarte ahora, Mirabel —suplicó.

—Es muy tarde, Ivan, ahora quiero que seas feliz por mí.

Con el corazón a punto de salirse de mi caja torácica di un último paso hacia atrás. El último paso de mi vida.

Finalmente caí.

Caí observando esos ojos y esos labios que me daban vida cuando todos me odiaban.

Caí ante la única persona que alguna vez pudo verme como algo más que una estúpida burla.

Caí ante un amor de la vida que nunca pudo ser concretado.

Las lágrimas se deslizaron por mi rostro al ver su cara llena de desesperación y tristeza.

Lo último que escuché salir de sus labios fue mi nombre envuelvo en un grito desgarrador. Ahí tuve la certeza de que realmente le importe a alguien.

Por favor, se feliz por mi, Ivan.

Narra Ivan.

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

Mi cabeza no para de pensar en esa pregunta. ¿Por qué ella? ¿Por qué le hicieron esto? ¿Por qué no pude ayudarla?

Mi cabeza no puede encontrar respuestas para esas preguntas.

No importa cuantas veces se repitan y cuanto me lo cuestione.

El mundo no es justo con todas las personas. Siempre se olvida de las que más lo necesitan.

Cubrí mi rostro y lloré descargando todos mis sentimientos.

¿Ahora están felices? ¿Ya están satisfechos al haber provocado su muerte?

No entiendo.

No puedo entender la sociedad en la que vivimos. El mal que habita en nosotros es lo peor de la humanidad.

Capaz el mundo en algún momento fue justo, pero nosotros nos encargamos de destruirlo todo.

La fría brisa rozó mi rostro.

A pesar de que el verano se acerca, hoy es un día nublado.

El cielo está llorando conmigo.

Las horas pasaron más rápido de lo que imaginé, dejándome solo en frente de donde ella descansa ahora.

Me arrodillé y sequé mis lágrimas con determinación.

Tengo que cumplir su último deseo.

Si no pude salvarla, por lo menos voy a hacer que ella se sienta satisfecha y no se preocupe por lo que dejó atrás.

—Voy a vivir por vos, Mirabel, te lo prometo —susurré —. Y te juro que no voy a permitir que sigan pasando estas cosas, te lo juro por nuestro amor.

Con dificultad guíe mis manos temblorosas hasta mi gorra. La tomé entre mis dedos y dejé un beso sobre esta antes de dejarla cerca de las flores que yacían en su tumba.

Hoy una parte de mi muere con vos, Mirabel, pero voy a ser fuerte para que puedas mirarme con orgullo y así cuando nos reencontramos seamos felices para la eternidad.

Esto no es una despedida, es un nos vemos, porque yo siempre te voy a seguir amando.

No voy a acelerar nada, pero cada segundo voy a ansiar estar a tu lado.

Nos vemos, Mirabel. Te amo para la eternidad.