En dos hora el avión que llevaba a Calum, Ashton, Michael y Luke iba a aterrizar en Sidney.
Tanto Calum como Ashton estaban ansiosos por ver a Lenna, pero unos asientos más atrás Luke estaba aterrado con la idea de volver. Hacía casi dos años que no iba a su ciudad natal para quedarse durante tanto tiempo. Le daba terror llegar y que las cosas hubiesen cambiado. Le daba pánico encontrarse con ella y ver que ya tenia otra vida.
Por otro lado anhelaba volver a verla. Ver aquellos ojos color cielo y ese cabello rubio que eran su perdición. Él quería creer que era un diminuto fragmento de un capítulo de la vida de ella y quería que le importase tan poco como a ella le importo él el día que decidió dejar aquella horrible carta destroza-ilusiones, en vez de dar la cara y decirle que ya no lo quería.
Su mente de momentos era una encrucijada de esas de los juegos que aparecen en la televisión. Estaba dividida, lo estaba desde que su relación había terminado. Hacía más de un año y medio que no podía dejar de pensar en ello y, honestamente, ya esta harto, desilusionado y completamente avergonzado.
—¿Estas listo para esto?— Luke reaccionó violentamente al escuchar a Ashton tan cerca de sí. Hacía segundos él estaba tres asientos más adelante y Luke se encontraba sentado al lado de un nene de unos seis años.
—¿Listo para qué?— Se giró para enfrentarlo mordiendo nerviosamente el piercing negro de su labio inferior.
Por supuesto que sabía para que debería estar listo, pero no quería demostrarlo. Su orgullo se lo impedía. Todo, desde que había comenzado aquella gira, parecía un sueño.
—Tú sabes,— los latidos comenzaron a ir más deprisa contra el pecho de él. No podía ser tan obvio. Ashton no podía darse cuenta de aquel pánico que sentía por volver a su ciudad natal.—volver. Ha pasado mucho tiempo. ¿No lo extrañabas?
Un suspiro pesado atravesó sus labios. Estaba paranoico. Debía dejar de pensar y relacionar todo con ella. Ella era su pequeña tortura personal.
—Puede ser. Son sensaciones muy distintas. Nuestra primer gira termino, y es triste, pero estoy emocionado por volver—contestó de manera distraída mientras miraba hacia la ventanilla. Si había una cosa que amaba de viajar en avión era definitivamente la vista que este alojaba.
Descuidadamente golpeteó los dedos de su mano izquierda sobre el apoya brazos mientras tarareaba una de las canciones que estaban componiendo y, como siempre, esas canciones le hacían acordar a ella. Estaba harto del recuerdo de ella.
Luego de que ella los alejara de su vida escribieron un centenar de letras y canciones dirigidos hacia su persona. Tanto de manera directa como indirecta, pero nunca llegaron a ser publicadas. Era una estúpida, pero efectiva manera de descargar su coraje y tristeza.
La voz distorsionada que se escuchaba por los parlantes y las azafatas indicando que iban a aterrizar en breve lo puso más nervioso de lo que se encontraba. Una leve película de sudor se acumuló en sus manos y tenía la impresión que poseía un zoológico en su estomago que crecía cada vez que se acercaban más a tierra. Odiaba esa sensacional de incomodidad.
Cuando el avión al fin tocó tierra su estomago dio un vuelco espantoso, en cualquier momento vomitaría el poco alimento que había ingerido horas antes. Limpiado las manos en sus desgastados jeans negro, tomo su equipaje de mano y, con los bombardeos picantes de su corazón golpeado su pecho, se levantó de forma abrupta de su asiento. Soltó una perdida bocana de aire antes de volver a su ordinaria vida de Sidney, Australia.
[...]
Hoy, después de meses, el hijo de Lenna logro dormir casi toda la noche sin llorar, pero su madre no. Sus latidos no aminoraban la velocidad desde hacía horas y era molesto, sin embargo no le importaba pagar ese pequeño precio por volver a verlo.
De repente cayó en la cuenta que no tenía quien cuidara del niño. Era sábado y la niñera solo lo cuidaba de lunes a viernes ya que Lenna solo trabajaba esos días.
Había estudiado en casa todo su embarazo y terminó la preparatoria antes de lo previsto. Luego hizo un curso que la habilitaba en redacción de informes y/o contratos de unos seis meses y actualmente trabajaba para una importante empresa de publicidad como la mano derecha del jefe, Sam, su primo. Ella era la encarga de hacer los contratos, informes y tramites de secretaria de su jefe/primo. Era bastante envidiada en su lugar de trabajo ya que en solo tres meses era una de las personas más importantes de la empresa y muchos creían que ella se acostaba con su jefe, pero por política no sabían que era su primo.
El tono de su celular avisaba una llamada entrante de Calum. En estas semanas habían intercambiado números y no podían estar un día sin por lo menos un mensaje del otro. Lenna estaba más segura sobre decirle la verdad a Calum. Antiguamente él era la que más la conocía, luego de Luke, y su relación no parecía haberse desgastado con el paso del tiempo y lo que ella había provocado. Él nunca la había juzgado en estas semanas en las cuales estuvieron hablando.
—Lenna—gritó Calum en el altavoz. Su voz sonaba alegre, pero algo cansado como si no hubiera dormido bien por la noche.
—¿Cansado?—respondió ella con voz entusiasta. Siempre era divertido hablar con él. Lo quería muchísimo y agradecía que nuevamente este en su vida.
—No para ti.—Lenna sonrió para sus adentros mientras la pequeña esperanza que tenía hacía semanas crecía. Casi parecía que el tiempo no había pasado entre ellos.—Entonces, ¿vienes o vamos?
—Voy.
—¿Y Ethan?
—Hablaré con Cinna para que lo cuide mientras estoy contigo.
—No.—De repente el tono de Calum se volvió protector.—Vamos nosotros.
—Pero...—Ella no deseaba ser la molestia de nadie. Menos de esos chicos que tenían una vida tan agitada y habían bajado hacía apenas horas de un avión luego de casi dos años de continua gira.
—Vamos nosotros. Ashton sabe tu dirección y tú no tienes que transportar a Ethan.—La interrumpió de manera abrupta. Estaba muy seguro de lo que decía. No iba a permitir que su sobrino este en manos de esa tal Cinna. Puede que aún no lo conozca, pero ya sentía un gran afecto por él y mucho más luego de que Ashton dedicara sus últimas semanas contarles cosas de Ethan.
—De acuerdo.—Con un suspiro de resignación se acopló en el sillón de su living.
—Bien, en unas horas estamos en tu casa. Ya quiero conocer a Ethan.—Susurró en el altavoz del móvil como si fuera algo muy vergonzoso de decir en voz alta y eso rompió el corazón de Lenna. No quería que su hijo fuera una vergüenza, pero comprendió que lo más probable es que no estuviera solo.
Luego de un sonoro beso por parte de ella, Calum cortó la llamada. El estomago de Lenna se revolvió de manera odiosa y se acomodó, apoyando la cabeza en el apoya brazos del sofá, mientras intentaba recuperar algunas de sus horas de sueño perdidas sabiendo de antemano que sería prácticamente imposible.
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¡Y a esto se le llama capítulo de relleno, bebé!
Nos leemos pronto,
Con cariño,
-Gabs <3
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Love me Again // Luke Hemmings// (5SOS #1)
Fanfiction" Sé que he hecho mal, dejé tu corazón hecho pedazos ¿Es eso lo que hacen los demonios? Te llevé tan lejos, a donde solo los tontos van. Sacudí al ángel que había en ti. Ahora, me estoy poniendo en pie entre la multitud, levantándome hacia ti. Lleno...