Love me Again // Luke Hemmings// (5SOS #1)

-Capítulo 9-

—Lenna.—Susurró con rocas raspándole la garganta al momento que la miró a los ojos. Aquellos ojos que años atrás eran su perdición.

—Luke.—Pronunció con un hilo de voz. Tan bajo que él mismo tuvo que leerle los labios para entenderla. No podía que creer que después de años aquella chica que huyó de su vida estuviera a menos de diez metros de él.

Luke la recorrió con la mirada. De arriba a abajo. Estaba hermosa, preciosa. Sus rasgos eran más femeninos y su cuerpo había cambiado. Un molestia en su parte mas sensible se hizo presente al fijar su vista en aquellos jeans rasgados que se pegaban a su piel y a su cuerpo. Y apostaría parte de su dinero a que su trasero estaba más increíble de lo que recordaba. Una sonrisa tiro de sus labios al ver que ella aún conservaba una de las sudaderas que anteriormente le pertenecían a él y todavía le quedaban grandes. De pronto sus ojos se situaron en el pequeño bulto que tenia entre sus brazos, arropado a su pecho con una manta blanca con pintas azules.Lenna tenia un pequeño ser humano entre sus brazos. 

No, no, no. Ella no podía ser madre. Ese bebé sería de otra persona. Quizás de su amiga Cinna. Siempre había sido una fácil. Podría ser algún primo de ella o ser de algunos de sus primos más grande. Si mal no recordaba, cosa que estaba seguro que no hacía, Lenna era hija única. La princesita de la casa y la nena de papá. Su madre había tenido problemas tanto en el embarazo como en el parto de Lenna y eso le había imposibilitado tener más niños. Por lo tanto, ella era hija única. 

—¿Es...Es tu hijo?—Se atrevió a preguntar, luego de unos minutos en silencio, tragando saliva notoriamente mientras mordía su perforación rogando que la respuesta sea negativa.

—Luke.—La voz ronca y rasposa de Calum lo hizo darse la vuelta, para encontrarse a Calum y Ashton atrás de él, mirando detenidamente la escena entre ellos. Entonces cayó en lo cierto. Ellos aún mantenían el contacto con ella. El orgullo de Luke decayó cuando una pequeña lágrima se escurrió por su ojo. Él trató de limpiarla antes de que sus "amigos" se dieran cuenta, pero fue tarde. Se sentía herido y traicionado. Le habían clavado un puñal, los tres. Tanto ella como Ashton y Calum. Lo habían engañado sin la menor culpa en sus hombros ni el menor remordimiento. 

Luke observó los ojos de sus amigos viendo una pizca de temor y dolor. Ellos sabían perfectamente que él estaba terriblemente cabreado con ellos, pero ellos no esperaban que él se enterara, no por ahora. No querían que su amigo se sienta traicionado por ellos. Sin embargo, ni Calum ni Ashton se arrepentían por estar ahí. Y, estaban seguros, que si Luke supiera la verdad no estaría enojado, estaría agradecido con ellos. 

—Si, Luke.—Calum y Ashton fijaron su vista en ella. Lenna no iba a negar a si hijo, no se avergonzaba por ser madre soltera y adolescente. Ella así lo había querido, eran sus decisiones y no se avergonzaba de ellas, mucho menos de su pequeño hijo. 

Luke se volteó con una sonrisa siniestra y sarcástica entre sus labios y encaró a Lenna nuevamente. Esta remojo su labios por décima vez en menos de quince minutos. Por lo menos había evitado que su amigo echara bronca con Ashton y Calum enfrente de sus narices. Sin embargo, Luke parecía a punto de estallar y cada minuto, segundo que pasaba su estado se intensificaba.

—¿Cuánto tiene?— La pregunta tomó a Lenna por sorpresa. Nunca pensó que iría a encontrarse con él, menos con su hijo encima, pero, ni en su remotos sueños, pensó que Luke se interesaría en aquel pequeño sin saber que era su hijo. Quizás él había atados cabos y había llegado a la conclusión que el niño podría ser suyo. Quizás se había dado cuenta de las cantidad de veces que se habían descuidados para no arruinar el momento. 

—Ocho meses.—Respondió con la boca seca y las manos temblorosas. Calum se acercó a ella y tomó al pequeño de entre sus brazos. Lenna no estaba lo suficientemente bien moralmente y este temía que se le soltara su hijo. Luke observó atento como Calum acunaba al niño, como si ya lo hubiera sostenido antes, y como el niño observaba intrigado a su mamá.