Love me Again // Luke Hemmings// (5SOS #1)

-Capítulo 1-

FEBRERO 2015:

Un llanto agudo despertó a Lenna por segunda vez en la noche en menos de tres horas. Estos eran los momento en los cuales ella hubiera deseado contarle sobre su bebé al padre. A aquella persona que la había ayudado ha crearlo por un descuido de ambos.

—Ahora va mamá— gritó mientas se levantaba de la cama, como si su niño se calmaría o entendiera lo que ella decía. Él era solo un bebé de siete meses.

Cada vez que se acercaba más a la cuna de su hijo el llanto incrementaba perforándole los tímpanos. Poseía buenos pulmones por ser solo un pequeño.

Su cara estaba roja y tenía el ceño fruncido como cada vez que lloraba. Era adorable. 

Arropó al niño en sus brazos antes de mecerlo cerca de su pecho mientras este buscaba con desesperación  su seno. 

Antes la insistencia de su hijo se apresuró a sentarse en la mecedora que se encontraba al lado de la cuna blanca del bebé mientras descubría su pecho derecho para que él se alimentara. El niño sin dudarlo se prendió de su pezón como si la vida dependiese de ello.

Lenna miraba asombrada lo serio que parecía tomarse el trabajo el niño, como cada vez que le daba el pecho, entretanto acariciaba sus mejillas y su frente. Era el amor de su vida.

[...]

El molesto ruido del teléfono despertó a Lenna. No había tenido más de cuatro horas de sueño, pero no se quejaba. Sabía que su vida seria así por, al menos, un par de meses más. Se estiró y repitió un bostezo mientras buscaba su celular.

—¿Hola?—dijo con la voz ronca del sueño a la persona que se encontraba del otro lado.

—¿Lenna?— La voz de Ashton la hizo sonreír inmediatamente.—¿Te desperté?

—Puede ser.—Una tímida risa salió de sus labios mientras caía de espaldas a su cama. Tenía demasiado sueño.

—¿Noche difícil?

—Hubo peores.— Ashton río a través del teléfono con una risa tan melodiosa como él.

—Revoltoso como el Tío Ash—exclamó orgulloso.

Ese pequeño era el orgullo de Ashton y su orgullo y esperaba que lo fuera de Luke en algún momento. Nunca en su vida se arrepentiría de haberlo tenido o de no darlo en adopción. 

Era como tener un "él" pequeño y llorón que solo dependía de ella y  Lenna amaba que su hijo dependiera solo de ella.

Era demasiado consiente que si el padre se enteraba que ella le esta ocultando a su hijo se enfadaría o lo negaría, pero ella no se arrepentía de haberlo ocultado. Por el bien de ella y principalmente por el bien de él. No quería ser como esas brujas malas de los cuentos de hadas o las busca-recompensas de las telenovelas. No podía, ni pretendía, que el padre se enterara de aquel hermoso error. Solo jodería su carrera y frustraría sus sueños y el del resto de sus compañeros aunque su hijo la odiara el resto de su vida por negarlo al padre.

Un escalofrío recorrió la espalda de Lenna al pensar la mirada de odio que tendría su hijo al saber que su padre no sabía de su existencia. Ni siquiera logró imaginar la mirada de decepción que este tendría si su padre lo rechazara.

Sabía que lo que hacía estaba pésimo y que tendría consecuencias a futuro, pero simplemente no podía cambiar lo hecho y tampoco lo quería. Ganarse el odio de un grupo de chicos completos no estaba en sus planes  y menos aún que aquellos chicos, sin contar a Ashton, odiaran al niño que ella había llevado en su vientre durante nueve meses.

Tenía que aceptar su presente y hacer frente a su destino sea lo que sea que este le esperaba.

Aún no sabía que prefería que su hijo la odiara o que se sienta un error por no ser aceptado por el padre. De todas formas, si de más grande su pequeño quisiera buscar a su papá ella no se lo negaría. Ya había hecho suficiente negándoselo gran parte de su vida. Le dolía que su hijo no tuviera una imagen paterna siendo niño. Aunque ella realizaba perfectamente el rol padre/madre con su pequeño.

—Lenna, ¿estas ahí?

En este tiempo se había acercado muchísimo a Ashton. Confiaba en él ciegamente y prácticamente se conocían mejor que nadie. Lenna no tenia miedo ni vergüenza en expresarle todos sus miedos y sentimientos, sabía que Ashton sería incapaz de herirla a conciencia o de develar la existencia de Ethan.

Ashton sabía todos sus miedos, sus temores y sus inseguridades. Estaba enterado de ciertas cosas y secretos que solamente él sabia. Como la identidad del padre del niño. Ella conocía la historia de Ashton y se le partía el corazón cada vez que la recordaba, en cierto punto tenía un parecido con la de ella, con la diferencia que la de Ashton tenía un final casi trágico.

—Si, lo siento. Me distraje.— Ashton notó la incertidumbre y vacilación en su voz, como cada vez que ella pensaba o hablaba del futuro de su hijo y su identidad. Por más que Lenna no lo admitiera, le estaba negando parte de la identidad a su sobrino.

—¿Estabas pensado nuevamente en eso, cierto?— El silencio que se escuchaba del otra lado de la línea lo decía todo. Ella se torturaba mentalmente con aquellos horribles, y no por ello inciertos, pensamientos.— Sabes que es casi improbable que todas aquellas cosas espantosas que piensas ocurra. Tu hijo no te odiara. Quizás solo se enoje, pero odiarte nunca. Su tío no se lo permitiría y Luke nunca lo negaría. 

—Lo se, pero es una posibilidad. Si él se enterara que yo le oculte esto no me querría ver ni en fotografías. Además, él podría quitarme a mi hijo y yo no lo soportaría.

—Pero no lo hará.

—No voy a arriesgarme.—Lenna suspiró cansadamente mientras se levantaba de su cama. No podría dormir luego de esta conversación.—Es mejor que nadie más sepa de esto. Nadie más tiene que enterarse de Ethan.

—Esa era una de las razones por las que llamaba.— Súbitamente la voz de Ashton se volvió mas seria y cautelosa. La voz que siempre tenía cuando las cosas se ponían feas o algo había salido mal. Podría jurar que estaba mordiendo y humedeciéndose los labios de manera constante mientras pensaba en decir o no lo que vendría después.

—¿Qué ocurre, Ash? Me asustas.—Escuchó a Ashton respirar profundamente entretanto buscaba las palabras más directas para decirle algo no muy bueno.

—Calum sabe de  Ethan.— Las piernas de Lenna flaquearon y ella creyó desfallecer al escuchar aquellas palabras.