Love me Again // Luke Hemmings// (5SOS #1)

-Capítulo 48-

Lenna mordió la galleta mientras miraba a la puerta, esperando que Luke ingresara por ella. Era tarde y sentía que su cuerpo pedía a gritos dormir, pero quería esperarlo. 

Le envió un corto mensaje para que usara la llave que él tenía ya que Ethan dormía y lo último que quería era despertarlo. Puede que su hijo no sea un amor si lo despertaban de sus sueños. 

Ella estaba orgullosa de que Luke hubiera podido manejar esa entrevista como lo había hecho, había hablado lo justo y necesario. Había seleccionado las palabras justas y había contado toda la verdad. De alguna manera había logrado que la historia no sonora patética o como una historia que servía para encubrir que él los había abandonado.

El sonido de las llaves retumbó por el lugar mientras Lenna intentaba quedarse donde estaba, sin ser demasiado pegajosa. Al verlo entrar con su sonrisa cansada y sus adorables ojeras no puedo resistirse a tirarse contra él.

Lanzó un pequeño grito en su oído, pero lo suficientemente bajo para no despertar a Ethan y rodeó su cuello con sus brazos. Luke rió y la apretó sobre su cuerpo mientras la sostenía por la cintura para que no cayera. 

—¿Eso significa qué lo hice bien?—Ella asintió contra su rostro y el principio de barba que tenía se enredo con su cabello. Luke podía  jurar sentir a ella sonreír aunque no viera su rostro.—Me alegra saber eso.

Lenna empujó su cuerpo lejos del de él para poder mirarlos a los ojos, pero sin que él soltara su cintura. Ambos rieron y ella pegó sus labios con los de él de manera suave y tranquila algo que Luke no dudo en devolver.

—¿Cómo estuvo tu trabajo?—susurró Luke sobre sus sus labios y volvió a apretarlos con los suyos provocando el típico ruido de labios chocando. 

—Demasiado normal para que te interese.— Lenna bajó sus manos hasta dar con el principio de sus jeans y levantó su camiseta para tener total contacto con su piel. 

Les gustaba esto de vivir prácticamente juntos, siempre era así o él estaba en su departamento o ellos en la casa con los chicos. Luke estaba pensando seriamente pedirle vivir juntos, pero no tenía sentido ahora ya que él se iría y ella se quedaría. No importaba el tiempo, no en este momento. Él sabía que quería vivir con ella tanto como quería que viajara a Los Ángeles solo por él.

Luke mordió sus labios con cuidado mientras sentía las suaves caricias que ella dejaba en su espalda, como sus manos dejaban masajes en los lugares justos, aquellos lugares que habían acumulado toda los nervios y tensiones que había pasado por el día.

Pero puede que él tuviera otra idea de como sacar todas aquellas tensiones acumuladas y ese malestar general que tenía. Sostuvo a Lenna del trasero y la obligo a rodear sus caderas con sus piernas, para darle una mejor comodidad mientras se sentaba en el sofá para una persona que su living poseía. Con habilidad quito la blusa que traía y la dejó tirada por algún lugar de la habitación. Jugó con sus labios hasta dar con la parte trasera de su oreja y la rozó con sus dientes de manera seductora, podía jurar que aquello la ponía.  

Lenna, por su parte, cogió el cabello de él en un puño justo a la altura de su nuca y tiró de él hacia ella para que repitiera lo que había hecho. Sintió la risa rasposa de Luke en su oído antes de volver a marcar la zona con sus dientes, posiblemente eso dejará una marca, pero en ese momento no le importó la política que tenía sobre no dejar marcas en su piel. Una vez en cuando no haría nada malo. 

Volvió a meter sus manos debajo de su camiseta, sin embargo esta vez por la apertura del cuello y golpeteo sus dedos de manera constante cerca de su nuca. Le gustaba sentir el olor masculino que él tenía y cómo sus labios y dientes se acomodaban a la perfección con la piel de su cuello. Luke volvió a rasparlos contra su oído y bajó hasta dar con el músculo que formaba un pequeña"V" en su cuello, justo entre sus clavículas. Dejó un pequeño beso en los corazones que colgaban elegantemente un poco más arriba a sus clavículas antes de delinearlas con la punta de su lengua. Había descubierto que esa era una parte de ella que le encantaba. Otra en su lista.