-Capítulo 8-

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La mente de Luke seguía completamente revuelta. No creía ni una sola palabra de lo que Calum le había dicho. Él había oído perfectamente el nombre y la voz de Lenna. La reconocería donde fuese. No era una de aquellas con las que se acostaban Ashton o Calum y  tampoco era la hermana de Calum. Su voz era inconfundible y Calum hubiera matado a Ashton por decirle nena, como ellos decían que habían dicho.

O era Lenna, que era lo más probable, o era una amiga de Ashton muy cercana como para que llamase nena con la voz demasiado parecida a la de su Lenna. Su cabeza estaba a punto de estallar y no podía retirarse de la cena de su madre y menos después de que sus amigos decidieran no acudir. No podía quedar mal con su mamá. Con cualquiera, menos con su madre. Un suspiró, que no pudo controlar, salió de sus labios. Su madre giró para verlo y él no demostraba la mejor imagen. Luke tenía su cara sostenida por su brazo izquierdo mientra movía su comida con su tenedor de un lado hacía el otro en la fina vajilla de su difunta abuela.

—Cariño, ¿Te sientes bien?¿Por qué no subes a descansar?—pensó un momento la propuesta de su madre entretanto recostaba su espalda en el respaldar de la silla.

—No mamá, no te preocupes—intentó sacar una sonrisa, pero solo fue una mueca amorfa. Lo ocurrido hacía minutos aún estaba rodeando sus ideas. 

Observó como Michael lo miraba intrigado desde la otra punta de la mesa. Luke no había hablado con Michael acerca de lo que había pasado cuando llamó a Calum, pero sabía que su amigo no lo iba a dejar en paz hasta que le contara que era lo que había bajados sus ánimos de repente y Luke no sabía si contarle o dejárselo para él. No quería decepcionarlo diciéndole que sus supuestos amigos decidieron no venir a la cena de Liz porque posiblemente aún tenían algún tipo de contacto con su ex novia y su ex amiga porque sí había algo que sabía con exactitud, era que la huida de ella los había desbastado por completo a todos. Ella había calado muy profundo en sus vidas y de un día hacia otro decidió irse dejando una miserable carta, que solo Luke había leído. No quería que sus amigos supieran lo que contenía aquella estúpida carta.

Luego de reflexionar por unos minutos, y ateniéndose a las consecuencias que esto podría traer, le pareció injusto que Michael quedara totalmente excluido de lo que sea que los otros ocultaran.

—Oye, Michael,—Luke llamó la atención del chico de pelo de colores que se encontraba hablando con su hermano. Michael giró su vista hacia el rubio mientras mantenía una sonrisa de lado.—¿crees que será posible que hablemos en privado? Es urgente.— La sonrisa ladeada que poseía en su cara decayó al ver la seriedad dibujada en el rostro de Luke. 

—¿Qué ocurre?—La voz de Michael se volvió seria mientras su hermano Ben los miraba intrigados. 

—Es sobre la banda.— Luke cabeceó apuntando hacía las escaleras. Michael asintió y siguió al rubio hasta su antiguo cuarto. Al llegar, Luke cerró la puerta sigilosamente mientras Michael se apoyaba en el escritorio con retratos que su madre había colocado luego de que él decidiera mudarse.

—¿Tiene que ver en por qué Calum y Ashton no vinieron?

—Sí.

—¿Qué ocurrió?—Repitió nuevamente. Los nervios de Luke se apoderaron de Michael también. Ambos estaban nerviosos. Luke tenía miedo de las consecuencias que esto traería y de como Michael se tomaría la traición de Calum y Ashton, mientras que Michael le temía a lo que sea que Luke le dijera, porque por su cara seria no era nada agradable. Ni se le acercaba.

Un escalofrío recorrió la espalda de Michael y erizó sus cabellos al recordar que la cosa se trataba de sus otros dos amigos.  Era algo más grave que aquellas sospechas que ellos ocultaban algo.  Vio como Luke tragó saliva notoriamente haciendo que su marcada nuez de Adán subiera y bajara. Se notaba tensó y algo abrumado, sus manos estaban cubiertas por una película de sudor que evitaba que las mantenga en forma de puños.

—Luke, maldita sea, responde. Este silencio esta matándome.—Luke inspiró profundo y sacó fuerzas de donde pudo, pero aún así era un golpe fuerte. No solo por ella, sino porque Calum y Ashton estaban haciendo esto a sus espaldas. Sabía que el silencio estaba consumiendo a Michael, pero no encontraba las palabras exactas para decirles que sus supuestos amigos aún veían a Lenna, quien había sido la mejor amiga de los chicos por mucho tiempo hacia dos años atrás.—Demonios Luke.

—Ashton y Calum siguen en contacto con Lenna.—Gritó Luke cansado de que Michael lo presioné. Él resbaló del escritorio al escuchar aquello, rompiendo los retratos y cayendo encima de los vidrios rotos incrustándose algunos por sobre sus jeans rasgados negros y parte de su antebrazo derecho.

—Ah, demonios.— Gritó apretando los ojos mientras sentía aquel liquido rojo cubrir su piel. Varios cristales habían perforado su piel rasgándola y haciéndole sangrar.

—Mierda, Michael.—Susurró Luke impresionada mientras intentaba ayudar a su amigo a ponerse de pie.—Vayamos a la clínica.

—No, Luke, no es necesario.—Luke inspeccionó lo poco que estaba a la vista sin tocar ninguna parte herida de su amigo. Y lo que vio lo espantó. El brazo casi blanco de su camiseta se había tornado de un rojo oscuro en cuestión de segundos y los cristales habían rasgado partes de sus jeans dejando expuestas un par de lesiones que sangraban bastantes. Puedo observar la fuerza que hacía con su rostro para no mostrar dolor.

—Santa mierda, Michael.—Exclamó Luke totalmente aturdido por la cantidad de sangre que su amigo estaba perdiendo.—Estas perdiendo mucha sangre y puedes tener cristales en las heridas. Aquello luce como si doliera como el jodido infierno.—Michael rió sin gracia mientras miraba su brazo repleto de sangre. Él también se estaba asustando.

—Bien. De acuerdo, vayamos a la clínica.— Aceptó resignado, tratando de contener el dolor para no asustar más a Luke.

Con cuidado Luke ayudo a Michael a llegar a su vehículo, saliendo por la parte trasera para no alarmar a su madre y a sus hermanos. Las heridas de quien ahora llevaba el cabello azul parecían empeorar. El brazo de la su camiseta parecía no absorber más la sangre, haciendo que pequeñas gotas salgan por la terminación del mismo. Luke aceleró aún más el vehículo llevando a más de la velocidad permitida, pero le importaba una mierda eso ahora mismo, su amigo podía estar desangrándose y él no podía ocuparse de las legalidades del estado. 

A los pocos minutos, que parecieron años, Luke aparcó enfrenté de la clínica hospital Royal North Shore mientras ayudaba a su amigo a salir del auto intentando no ocasionarle más daño. A la mayor velocidad que podía ir llevando casi todo el peso de Michael consigo avanzó hasta emergencias donde un médico lo ingresó a una sala pidiéndole a Luke esperara pacientemente en la sala de espera.

Luego de casi media hora sin noticias y, prácticamente perdiendo los estribos, decidió ir por un café antes de avisarles a los padres del chico que este se encontraba en el hospital con aparentes heridas profundas ocasionadas por cristales. La culpa estaba haciendo estragos su mente. Si no hubiera dicho nada, si hubiera callado su amigo no estaría en urgencias y mucho menos con cristales metidos en distintas partes de su cuerpo. Al terminar el café y luego de comunicarle a sus padres y a los de Michael lo ocurrido regresó hacia emergencias en busca de alguna noticia sobre este.

Al doblar la esquina sus ojos se enfocaron en una persona que salía de otra de las salas de emergencias del hospital. Un persona que nunca esperó volver a ver y menos allí. Alguien que había destruido su corazón, pero había estado demasiado presente en su mente los últimos años y especialmente las últimas horas. Aquella chica de ojos extremadamente azules y cabellos rubios.

—Lenna.—Susurró con rocas raspándole la garganta al momento que la miró a los ojos. Aquellos ojos que años atrás eran su perdición.

—Luke.—Pronunció con un hilito de voz. Tan bajo que él mismo tuvo que leerle los labios para entender. No podía que creer que después de años aquella chica que huyó de su vida estuviera a menos de diez metros de él.

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Solo vengo a decir que la última parte es tan 50 Sombras de Grey.

Nos leemos pronto,

Con cariño,

-Gabs <3



Love me Again // Luke Hemmings// (5SOS #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora