-Capítulo 6-

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Lenna se removió sintiéndose molesta. La espalda le estaba matando y sentía, muy a su pesar, un ruido irritante que provenía desde algún lugar de la casa. Se volteó hacia su izquierda quedando a milímetros de caer de bruces al suelo. De un salto se reincorporó del sofá negro de su casa, mirando atentamente a su hijo que dormía tranquilo en una cunita móvil a unos metros suyos.

El sonido del timbre de su casa la distrajo de la mirada protectora hacia su bebé. No sabía exactamente la hora que era, pero suponía que debían de ser los chicos.

—Lenna, somos Calum y Ashton—inspeccionó rápidamente su atuendo. No estaba lo demasiado arreglada como para recibirlos, pero no tenía tiempo para hacerlo ahora. Esperaba que no se sintieran ofendidos de que le abriera la puerta en una remera el doble de su talla y los antiguos pantalones de Chándal de su primo. Realmente se le había pasado el tiempo durmiendo.

—Cal...—susurró rápidamente antes de que este la abrazara y alzara varios centímetros del suelo. Definitivamente no esperaba esta reacción de él. No llegaba a creer que en este momento estaba siendo abrazada por Calum mientras este tenía su cabeza recargada entre su hombro y su mentón.—Cal, yo...

—No hables. Solo déjame. —Con un suspiro ahogado cerró sus ojos y olfateó el aroma tan masculino y característico de Calum mientras sentía como sus ojos se hundían en lágrimas saladas.

Calum en sí, no había cambiado tanto. Estaba más alto y más masculino. Sus rasgos eran los de un joven apuesto y no los de un adolescente abridor-de-piernas profesional. Su mandíbula esta más recta y su cabello completamente negro. Sin contar esos tatuajes visibles que poseía. Ella había visto entrevistas e incluso escuchaba su música, pero nunca había prestado atención a los detalles de ellos. 

Calum seguía sosteniendo Lenna de la cintura, elevada en su totalidad del suelo, cuando Ashton carraspeó su garganta haciéndose notar. No sabían cuanto tiempo había pasado, pero por la cara de su amigo no había sido poco. Ella se alejó de los brazos de Calum para luego correr a los de Ashton. Él simplemente la abrazó fuertemente luego de meses sin verla.

Cuando finalmente se dejaron de abrazos los ojos azules de Lenna se ahogaron en lágrimas nuevamente sin poder retenerlas. Calum mordió inmediatamente sus carnosos labios al ver a su amiga a punto de llorar y pensar que Luke la había catalogado como puta los primeros meses después de su ruptura. Si solo supiera lo que ella hizo por él se sentiría una persona despreciable.

Él corrió rápidamente a quitarles los excesos de esa agua salada que provenía de sus ojos para luego volver a abrazarla. Calum se percató que ella también había cambiado mucho. Y seguía preciosa. Aún vestida con ropa holgada y un chongo deshecho con su cabello. Su cuerpo había cambiado y él no dudaba que eso había sido, en parte, obra del embarazo. Le había sentado de maravilla, pero su cara aún era la de una nena de quince años. No de una chica de dieciocho con un bebé que era su sombra y su vida.

—Entonces, ¿entramos?—susurró Lenna con un hilo de voz, sentía que en cualquier momento se quebraría y lloraría como una niña frente a ellos. Los chicos asintieron mientras la seguían hacia el interior de su casa.

Si bien su casa no era excesivamente grande, tampoco era tan pequeña. Era un solo piso que conectaba con los tres cuartos y el baño principal. Estaba decorada en tonos de blancos y negros muy modernos y de manera muy prolija y elegante. Lenna tenía muy buen gusto. 

Calum y Ashton tomaron asiento en los sillones individuales de su juego de living en frente de ella que estaba en el sofá principal. Ninguno sabía que decir. Ashton solo estaba allí como acompañante y para ver al pequeño y a su amiga. Calum no quería ser desconsiderado y decir algo que la incomode y Lenna no sabia por donde empezar. Un silencio incomodo se adueñó del lu

Love me Again // Luke Hemmings// (5SOS #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora