Love me Again // Luke Hemmings// (5SOS #1)

-Capítulo 29-

—¿Me estas afirmando que Ethan es hijo de Luke Hemmings?— Lenna asintió orgullosa y aliviada de poder contarle esa parte de su vida a su mejor amiga.—Te follaste al cantante principal de una de las bandas más calientes de los últimos tiempo— razonó Cinna mientras abría los ojos como platos.

—No lo digas así y cuando estuve con él aún no era famoso.— Le recordó ella.

Cinna era alguien un tanto diferente a Lenna, pero se agradaban y se llevaban bien. Mientras que Cinna era una chica de una noche y posiblemente recordara un cuarto de todos los chicos con los que se acostaba, Lenna había sido y era de un solo hombre. Pensaban distinto, aquello era bueno para llevar una conversación. Ella no era como las típicas fáciles, con ella podías tener una conversación amena y su cuerpo no decía polvo rápido por donde veas. Sin embargo, todos sabían que si querías una buen noche deberías estar con ella. Era una chica preciosa, morocha y de unos ojos verdes increíbles, tenía un cuerpo del infierno, sin siliconas, ni cirugías, ni vestidos cortos, era hermosa así como lo era.

—¿No te lo follaste aún?

—¡Cinna!— Si algo que Lenna odiaba era hablar de su vida sexual, ya sea con su amiga, con su madre y hasta con su pareja. Las cosas se hacían, no se contaban, le era vergonzoso.

Tan así que su amiga se enteró que no era virgen cuando ella quedó embarazada. Cinna estuvo siempre ahí, ella sabía de su relación con Luke y conocía a Luke, pero nunca lo había relacionado en su cabeza que su antiguo novio era Luke Hemmings. Solo lo había visto una par de veces y vaya que había cambiado. No era de asombrarse que no atará cabos. Además, ella solo lo conocía por Luke, no sabía de su apellido, ni de que tenía una banda antes de dejar Australia. 

—Vamos, tienes dieciocho años y un chico baja bragas detrás de ti, sin decir, que hace años que no tienes relaciones. Algo de toqueteo hubo.— Ella se sonrojó inmediatamente antes la intensa mirada de su amiga.

—Bien, sí, lo hubo. Y lo más probable es que ya nos hubiéramos acostado a no ser de sus amigos y de Ethan.— Cinna rió, para luego ofrecer cuidar al niño por una noche así ella tuviera toda la acción que quisiera. Lenna negó con la cabeza antes de estirarse para tomar un snack del tazón que tenía entre medio de ellas. Esperaba que los chicos no se molestaran por haber tomado algunas bolsas de su comida chatarra.

Ethan estaba sentado en las piernas de Cinna con un pequeño pingüino de peluche, que pertenecía a Luke, en su boca babeando el mismo. Ella fijó la vista en su pequeño, un poco decepcionada, por no poder pasar un día entero juntos. Desde que se habían reencontrado no habían tenido un día completo para ellos, siempre el trabajo de ella o la agitada vida de él interfería en los planes, y hoy no era la excepción. No estaba molesta con Luke, respetaba su trabajo, pero solo le hubiera gustado pasar tiempo con sus chicos. Juntos los tres.

—Aún no puedo creer que estoy sentada en el sofá donde los traseros de ellos estuvieron.

—Posiblemente estés sentada en tanto fluidos corporales femeninos como cabellos tienes.— Cinna hizo una mueca y ladeó la cabeza sacando el desagradable pensamiento de su cabeza.

Si algo sabía bien Lenna, era que sus camas para ellos eran sagradas, no dejaría que nadie que no fuera amigo cercano o familiar de ellos estuviera allí. Menos las zorras con las que se acostaban. 

—A que tienes un papá guapo.—Le bromeó Cinna con la voz distorsionada mientras rozaba el pico del peluche con la nariz del pequeño.

—Claro que sí.—La voz masculina hizo girar a ambas chicas el lado de la puerta, que era de donde la misma provenía, encontrándose con Luke apoyado en el marco. Él junto a Lenna se sonrieron inmediatamente entre tanto Cinna no podía creer la maravilla de hombre que tenía frente sus ojos.