Durante la noche, Jimin volvió a soñar. Los amplios jardines que ya conocía aunque aún no estaba seguro que fueran los mismos al haber estado llenos de carpas con cientos de personas. Los dos cachorritos, el pelinegro y el rubio, sus risas y ahí frente a él la ancha espalda del alfa que hizo algo que nunca había pasado; volteó. En ese momento despertó sobresaltado, había confirmado que aquel alfa de su premonición, efectivamente era Jungkook.
-Por la luna... No puede ser, es él. Jungkook es mi alfa y esos son nuestros cachorros- llevó sus manos al corazón que latía fuertemente por la impresión que el abrupto despertar le había causado -Eso no va a pasar, no tiene que pasar. Me reúso-. Se habituó a la oscuridad y al espacio, se puso en pie y fue al baño donde prendió la luz y miró su reflejo. Ya se había desmaquillado previamente pero aún estaba bastante peinado y vestía sus bóxer y la camisa que se había quitado cuando llegó al no tener nada más que ponerse pues todo, estaba en la habitación de su esposo -Rayos- Se había portado mal con él y se arrepentía -Después de todo lo que hizo por complacerme... Pero no, él lo único que quiere es que sea suyo, no lo voy a dejar. No voy a caer, esos cachorros no van a existir- Se puso a llorar, muy en su interior no quería decir eso, esos lindos pequeños que veía en su sueño se veían felices al igual que Jungkook y al igual que él.
A pesar de que era la madrugada, su cansancio se había esfumado o quizá no tenía deseos de volver a dormir para evitar volver a soñar con su destino. Salió del cuarto y caminó por el pasillo hacia la escalera principal, bajó y luego dio vuelta hacia el salón de baile. Abrió un poco el ventanal y salió. Aún los arcos de flores estaban ahí al igual que las carpas y toda la mantelería que recogerían en la mañana -Fui un ingrato...-
-Solo un poco- contestó una voz detrás de él y que espantó al omega que dio un gran salto. Jungkook rio ligeramente -Disculpa, no quería asustarte pero escuché ruidos y quise venir a ver qué sucedía. Soy de sueño ligero, ya sabes, cosas de médicos-
-Si, es que no podía dormir. Yo también... quiero disculparme porque tal vez te herí, pero comprende que una cosa es el contrato y otra cosa es que en verdad seamos una pareja. No lo somos Jungkook. Me agradas y te agradezco lo que haces por mi, pero...
El pelinegro no lo dejó terminar y lo silenció con un apasionado beso totalmente correspondido como los dos anteriores. Park lo tomó del cuello propiciando la cercanía y las manos del más alto se fueron a posar a la espalda baja donde comenzaba una hermosa curvatura. Estaban perdidos en esta entrega cuando, al sentir las grandes manos comenzar a bajar Jimin lo separó -No. Tú solamente me quieres llevar a la cama. Seguramente mi padre te habrá contado sus absurdas ideas sobre mí. No sé de dónde saca que soy un fácil pero no Jungkook, no me vas a convencer de entregarme a ti-
-Tu padre no me comentó nada y si lo hubiera hecho ni lo hubiera escuchado. Me tiene sin cuidado lo que una persona como él pueda opinar y mucho menos si lo hace tratando de dejarte en mal- negó con la cabeza y se dio vuelta para entrar de nuevo -Cierras la puerta cuando entres y será mejor que no tardes pues puedes enfermar, hace frío afuera y estás bastante descubierto-
En ese momento Jimin cayó en cuenta que efectivamente, sus piernas estaban casi desnudas y en la parte superior la tela no había impedido el paso a las manos del alfa. Enrojeció.
Efectivamente, Jungkook tuvo que hacerse cargo del problema que ver la hermosa silueta del omega y tocarlo había causado en él -Te deseo tanto, mi precioso omega-
Por la mañana, ya que había salido el sol, el recién casado se removió en la cama, se quedó un momento pensando en el aquí y el ahora quizá pensando en que todo lo ocurrido en la madrugada habría sido un sueño -Ojalá lo hubiera sido- pero tal parecía que no. Se estremeció al recordar el toque de su ahora esposo en su trasero, sus besos -No. Basta- dijo a sí mismo y salió de la cama. Se aseó, se puso el pantalón y con todo el pesar del mundo, fue a la habitación de Jungkook. Tocó la puerta pero nadie le respondió y decidió entrar. El lugar era del tamaño de un departamento, una gran cama king size, sala de tele, una oficina, el baño, jacuzzi, un enorme vestidor, balcón -Wow- hasta él mismo que había vivido con lujos se impactó. En el vestidor encontró sus ropas, pero lo que le importaba era la maleta con el peluche para tomar su supresor, al fin la encontró y la llevó consigo a su habitación, luego bajó hacia donde suponía que era la cocina por un vaso con agua para tomarse la pastilla y encontró al cocinero.
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Te reto a cambiar el destino
FanfictionLa vida es inexplicable. Puede ir muy bien y, de un momento a otro, dar giros totalmente inesperados ya sea a tu favor o en tu contra. Es algo inexplicable, tal vez no nos guste, tal vez nos empeñemos en querer hacer lo que nosotros deseamos pero, d...