Basta

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El destino, que había estado dando a Sung-Hoon la oportunidad de empezar a ser feliz y al fin tener una vida lejos de su alfa opresor, ahora quería volverlo a sumir en aquella jaula de oro en las profundidades de un abismo oscuro. Al parecer había dado la ventaja al lado del enemigo y ahora éste se encontraba frente a él con sus ojos inyectados en rabia, claramente fuera de control 

-¿A dónde crees que ibas?¿De verdad pensaste que te ibas a librar de mi? Seo Joon llévalo a su habitación- dijo al buen sirviente que estaba detrás de la silla de ruedas. 

-Padre. No hagas esto más difícil, deja que nos vayamos. No quieras hacerle algo a mi papá, eso puede ser peor para ti porque estarías confirmando esos malos tratos de los que se te acusó en la demanda de divorcio- añadió su hijo para tratar de hacerlo reflexionar y disuadirlo de dañar a su papá omega. 

-¡Lleva a mi omega a su habitación!- ordenó con su voz de mando al hijo de su peor enemigo. 

-¡No lo hagas Seo-Joon!- contratacó Chanyeol con el mismo tono. 

El omega se sintió mareado, dos alfas le daban indicaciones con su voz de mando y no sabía a cuál hacer caso. Se quedó pasmado y de pronto sintió un gran golpe en su mejilla y otro más en su cabeza. Hyuk Kwon lo había golpeado fuertemente, tanto que salió volando y se pegó en la cabeza con uno de los pilares del pórtico. Perdió el conocimiento en ese instante. 

-Era un maldito omega inútil como todos- dijo al verlo -Ahora Chanyeol abre paso si no quieres que también acabe contigo tal como lo hice con este insignificante sirviente y con JYP- 

Chanyeol tembló, comenzó a respirar fuerte, bajó la cabeza y se hizo a un lado. Sung-Hoon estaba preso del terror y no había emitido ningún sonido gracias al shock que le había causado saber que su ex-esposo estaba ahí, aquel que nunca hubiera deseado volver a encontrarse. 

Cuando Hyuk Kwon tomó los descansabrazos de su silla de ruedas para girarlo reaccionó y gritó con horror -¡Nooooo! ¡Aléjate! ¡Channie! ¡Channie, no me dejes!- el alfa le dio la vuelta a la silla rápidamente y en ese momento el omega estiró su brazo y pudo tomar ligeramente la camisa de su hijo volviendo a suplicar. 

El joven alfa apretó los labios. Las súplicas de su papá omega lo hicieron despertar y encontrar fuerza de su interior. Tenía que defenderlo a como diera lugar; a aquel ser que lo había amado a pesar de todas las circunstancias y sinsabores en su vida. 

Comenzó a repartir golpes al alfa, su padre biológico. A pesar de esta relación consanguínea,  Hyuk Kwon ahora solamente significaba para él, la vívida imagen de en lo que nunca desearía llegar a convertirse. Trató de no controlarse, de golpear lo más fuerte que pudiera, al fin y al cabo era más joven y más alto que él. 

Namjoon y Jungkook seguían sin poder pasar, al parecer había algún accidente kilómetros adelante que hacía que todo se estuviera descontrolando. Jungkook sintió su marca avisándole que su omega estaba en peligro. Llamó por teléfono -¿Dónde estás Jimin?- 

-Estoy casi llegando a la mansión Park. Tengo que ayudar a mi papá. Sung-Hoon me... 

Jungkook no lo dejó terminar -¡Quédate donde estás! ¡No vayas!- el otro debatió por el teléfono -¡Con un demonio Jimin hazme caso!- 

-No puedo quedarme de brazos cruzados. Necesito ayudar a sacarlo de ahí- y colgó la llamada. 

Jungkook miró a Namjoon y se comunicaron todo con ese pequeño intercambio. Ambos salieron del auto y el abogado se quedó al volante mientras el médico corría por la calle desesperadamente. No podía dejar que su omega se pusiera en riesgo, o peor aún, pusiera en riesgo a su cachorro. 

Te reto a cambiar el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora