El hilo rojo del destino es irrompible, tal vez sea corto, tal vez sea largo y enredado, pero aquellas almas destinadas siempre estarán buscando juntarse y tarde que temprano lo lograrán. En el caso de Taehyung y Hoseok, su hilo había sido corto, ambos estaban plenamente conscientes de que eran aquellos con los que su ser reclamaba estar. Parecía que se conocían de toda la vida que llevaban un largo tiempo de relación por como se veían, se sonreían y casi adivinaban los pensamientos del otro.
-¿Qué te preocupa Tae? ¿Es acaso tu trabajo?- recibió un asentimiento -Pero se supone que tienes aún una incapacidad. Se hicieron cargo de parte de tu estancia en el hospital- la parte que cubría el seguro institucional -Por supuesto deben esperarte a que te recuperes-
Taehyung suspiró -Quizá eso sería en cualquier trabajo donde sea alguien importante y con un contrato de por medio. Yo era un maestro de artes eventual y corrí con la mala suerte de ese accidente... bueno, ni tan mala que eso me llevó a ti así que no reclamo al destino- sonrió ligeramente -Como no era alguien de fijo, la incapacidad no me sirve de nada y ya alguien me suplió- Se iba a recargar en Hoseok cuando él lo apartó y miró a los ojos seriamente.
-Lo que te hicieron es una injusticia Tae, tendrías que demandarlos... y no, aún sin contrato puedes hacerlo- complementó ante la duda del omega. -Hay que decirle a mi hermano que le diga a su amigo Kim Namjoon. Él es abogado, uno muy bueno- no por nada había podido llevar toda el área legal de los hospitales y laboratorios Jeon. Por la tarde Hoseok pidió a su hermano el número de Kim y él dijo que gustoso se haría cargo del asunto, concretando una cita con Taehyung el lunes a las tres.
-Aún no puedo creer que el doctor Jeon sea tu hermano y que entre ambos hayan hecho que yo siga en éste plano terrenal. El destino tiene muchas sorpresas- y a pesar de la tragedia que había vivido, ahora en su futuro se veía un panorama hermoso.
El lunes llegó, los Jeon se despertaron con la alarma del pelinegro. Jimin se levantó del pecho de su marido y Jungkook al fin recuperó su brazo derecho que estaba algo adolorido por mantenerlo doblado abrazando al chico toda la noche. Se quejó un poco mentalmente -Ah, rayos me duele. No debería abrazarlo toda la noche-
El chico lo miró sorprendido. Si bien no había escuchado literalmente sus palabras, la conexión le había alertado de la incomodidad de su alfa -No sabía que te molestaba abrazarme durante la noche. Pensé que te gustaba... Pero a partir de hoy puedes dormir sólo si así te parece más cómodo, te recuerdo que tú quisiste que viniera a dormir contigo- su tono era de molestia e indignado.
-¡Qué!- pero si solamente lo pensó, no lo había externado o ¿Es que a caso sin fijarse había hablado en voz alta? -No me molesta, me gusta... ¿Cómo...? ¡La marca!- lo fue a abrazar -Nuestra conexión se está haciendo más fuerte. La marca tiene ese efecto en un omega puro como tu. Ah cariño, no te enojes, simplemente quizá debería buscar otra forma de abrazarte o bien mejor te tomo de la mano o bajo un poco el brazo- se separó un poco para mirarlo a los ojos y tomarlo de los hombros -Jamás desearía o te permitiría irte a dormir a otro lugar, quiero dormir contigo toda la vida-
Jimin respiró profundamente el delicioso aroma que había soltado su esposo para tranquilizarlo -Sé lo que estás haciendo Jungkook y te recuerdo que tú no me permites ni me prohíbes nada... yo soy un... ¡Deja de soltar feromonas!- reclamó pero un poco aturdido por el efecto -Soy un omega libre-
-Claro, claro. Lo tengo bien en mente- puso una mano en su cintura y con la otra jaló ligeramente su cabello para que levantara su rostro y poder besarlo con arrebatada necesidad.
*Aviso de puerquedad exprés*
En tres segundos el omega yacía desnudo de la parte inferior de su cuerpo, acostado en el borde de la cama. Sus piernas elevadas y abiertas de par en par. Sus mejillas febriles, respiración agitada y su agujero escurriendo lubricante. El efecto inmediato que su alfa tenía en él -Tómame-
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Te reto a cambiar el destino
FanfictionLa vida es inexplicable. Puede ir muy bien y, de un momento a otro, dar giros totalmente inesperados ya sea a tu favor o en tu contra. Es algo inexplicable, tal vez no nos guste, tal vez nos empeñemos en querer hacer lo que nosotros deseamos pero, d...