Cambios

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Los siguientes días, ambos se siguieron frecuentando. La noche previa a la boda, ambos estaban sentados en una banca mirando hacia el río Han; habían descubierto que podían estar así, sin conversar o mirarse directamente, pero sintiendo la compañía del otro y eso era agradable para Jimin. 

-Jungkook, quiero decirte algo...- el otro lo volteó a ver e hizo un sonido para que continuara -Pienso que... no es tan malo el que me hayan hecho casarme contigo después de todo. Confío en que podremos llevarnos bien y creo que eres una buena persona- 

El médico sonrió, su lobo dando saltos de gusto -Confía en mi. Seré un buen alfa para ti- iba a tomar sus manos pero el chico se puso en pie. 

-No te confundas. Yo no dije que aceptaba el que fueras mi alfa, solamente que la convivencia contigo no me será desagradable. Por favor llévame a mi casa, creo que ambos tenemos que descansar para mañana. 

Jungkook se sintió dolido y su lobo bajó su cola y sus orejas. ¿Por qué Jimin aún no lo aceptaba del todo? ¿Por qué aún no despertaba su lobo? ¿Cuánto tardaría? y si lo hacía ¿De verdad sería su destinado o como decía Namjoon, él se estaba haciendo una idea falsa? Todas esas preguntas iban rondando por su cabeza en el camino hacia la mansión Park lo que hizo que ambos estuvieran en silencio. 

Al llegar el chico bajó del auto -Te veo mañana entonces- y solamente recibió un asentimiento de vuelta. El otro no hizo el mínimo intento de bajarse, acompañarlo a la puerta, de desearle buenas noches como otras veces había hecho y eso le pareció raro pero también sintió un pequeño malestar en su corazón porque hubiera deseado que lo hiciera -Debe haberse molestado por mi cometario. Pero más vale que lo tenga en claro desde un principio- 

Jimin entró al recibidor y luego fue a la habitación de su padre omega -Buenas noches papá- 

-Hijo querido ¿Otra vez fuiste con Jungkook?- al recibir una afirmación esbozó una sonrisa que tocó el alma del hijo -Que gusto que esté todo tan bien entre ustedes y que hayan estado juntos mucho esta semana ajustando detalles de su boda. ¿Es mañana cierto?- recibió otro monosílabo pues si hablaba más rompería en llanto y el viejo omega lo notó -Acércate más hijo. Dame la mano- Cuando lo hizo, supo que no podía ocultar más cómo se sentía, su papá lo notó de inmediato -Tu pulso está acelerado y tiemblas un poco. Estás triste hijo, estás tratando de no llorar ¿Por qué?- 

-Son los nervios previos a la boda, es todo. Ya sabes, el que te voy a dejar de ver diario, el que ya no estaré en esta casa, solo eso- mintió para tratar de hacer que el otro estuviera tranquilo. Soltó su mano -Mañana comenzará una nueva vida para mi lejos de lo que conozco, pero sabré enfrentarlo- 

-¿Enfrentarlo? Hablas como si fuera un obstáculo ¿No te quieres casar hijo? Pensé que Jungkook te hacía feliz 

Se dio cuenta que había errado su comentario -Oh, no, no me refería a eso sino a que todo será distinto a lo que estaba acostumbrado, no es lo mismo ser hijo de familia que esposo de alguien- 

-Comprendo. Estás nervioso porque quieres ser un buen esposo. Lo vas a ser Jimin, eres bueno, listo, gentil, agradable, talentoso y sobre todo ustedes se aman. Todo va a salir bien mi pequeño cachorrito y si no, como te dije, siempre puedes regresar que yo te apoyaré como pueda- el chico le acomodó las mantas y la almohada a su padre y tras un agradecimiento, salió de la habitación. 

Una vez en el hall, subió corriendo las escaleras con los ojos llenos de lágrimas que ya no podía seguir ocultando. Dobló hacia el pasillo hacia las habitaciones y se encontró con Chanyeol -Es lo último que me faltaba... bueno, encontrarme con mi padre hubiera sido peor- 

-Buenas noches también para ti hermanito- hizo una cara de asco y luego rio -Vaya, papá tenía razón, Jeon Jungkook te deja apestando a él. Tiene miedo de que alguien más te vaya a robar, pero a partir de mañana, dejará de ser necesario porque tendrás su marca. Le pertenecerás- 

Te reto a cambiar el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora