Amor

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Había transcurrido ya una semana desde que Jimin había empezado a tomar sus terapias con el señor Jung e iban viento en popa. No podía creer lo bien que se sentía estando con él, tan acompañado, tan comprendido, en verdad agradecía el que el destino lo hubiera puesto en su camino porque ahora, ya sentía que no era tan malo ser omega. Si el señor Jung, a pesar de su tormentoso pasado había podido salir adelante y abrazar su naturaleza con agrado haciendo las pases consigo mismo, él, que tenía a un gran alfa a su lado sentía que no debía ya renegar. Hae-In lo había puesto a reflexionar mucho sobre su vida, su pasado y el cúmulo de posibilidades a las que había tenido acceso, lo hizo darse cuenta que tal vez había sido un niño algo mimado a pesar de la falta de afecto de un padre alfa y que si bien lo había dado como moneda de cambio, eso lo tenía que agradecer pues ahora estaba mucho mejor que antes. Ahora tenía el amor de un buen hombre su destinado, su alfa. 

Hae-In se había estado marchando a eso de las tres de la tarde y por tanto, Jungkook solamente sabía sobre él lo que Jimin le comentaba pero veía progresos y le estaba agradecido porque le estaba ayudando de una forma inimaginable. Es más, ahora notaba a su chico mucho más bonito y tentador gracias a la confianza con la que empezaba a desenvolverse como dueño y señor del lugar, Jeon Jimin omega de Jeon Jungkook. 

El doctor entró a su casa ese viernes después de un arduo día de trabajo y no encontró a su esposo ni en el recibidor ni en la recámara. El cocinero indicó que la cena estaba lista y que la última vez que había visto al patrón omega él estaba saliendo hacia el jardín así que fue a su encuentro. Fue caminando hacia donde podía percibir el tenue olor y lo encontró viendo unas de las bellas flores spireas que habían estado floreciendo y decoraban hermosamente el lugar. Miró cómo la luz de la luna lo alumbraba, era una maravillosa visión. Jimin miró a su lado e iba a ir a su encuentro pero Jungkook lo impidió -Quédate ahí. Deseo seguirte contemplando. Eres en verdad la encarnación de la belleza- y fue él quien se acercó sin perder detalle a besarlo y volver a contemplar su bello rostro y cuerpo -Te amo- 

Sonrió enrojecido -Yo también- dijo, pero luego se enserió. Eso mismo decía a Yoongi aún cuando no era cierto y solamente quería hacerlo creer que le correspondía. No podía hacerle eso, sobre todo porque por él sí tenía ese maravilloso sentimiento -Te amo Jungkook. Mucho- Ambos sintieron sus corazones latir fuertemente y esta vez, el peliplateado pudo al fin sentir a su lobo alegrándose de las palabras pronunciadas -¡Al fin! ¡Sentí a mi lobo! ¡Por la Luna!- se abrazó al pecho de su alfa. 

Aquel hombre también sintió cómo su lobo estallaba en júbilo al escucharlo por fin pronunciar el anhelado 'te amo' y más aún al escuchar que al fin Jimin parecía estar congeniando con su parte animal -Me da tanto gusto. Por ti, por ambos. Justo venía pensado en tus avances desde que el padre del doctor Jung te está acompañando. No cabe duda que es una persona excepcional- el otro asintió sin quitar la enorme sonrisa de su rostro -Me gustaría que el lunes se pudiera quedar a la cena. Deseo conocerlo en persona al fin. Después de la cena le llamaré por teléfono. Oh y hablando de cenas; ya está lista, solamente venía por ti pues el cocinero Choi ya la sirvió- 

El doctor Jung justamente después de finalizar su día pasó a UTI con Taehyung. Tal como había dicho, había ido todos los días religiosamente a su salida y aunque los primeros dos aún lo encontró dormido, a partir del tercero se habían podido ver unos minutos los cuales esperaban con ansias ambos. 

-Buenas noches Taehyung- sonrió debajo de su cubrebocas y tomó la mano del omega quien también le sonreía ligeramente a pesar del dolor y somnolencia que todavía sentía a causa de la herida y los medicamentos. -Veo que vas mejorando, pronto podrás ser cambiado a terapia intermedia o tal vez directo a una habitación- 

-Que gusto. Ya quiero irme... ah aghh- se quejó de dolor y Hoseok inmediatamente checó con sus ojos médicos que todo estuviera bien -Solo fue que me moví. No te preocupes... creo que aún no estoy listo para correr el próximo maratón... de todos modos antes tampoco- ambos rieron y el doctor miró embelesado la simpática sonrisa del omega. 

Te reto a cambiar el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora