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Los corazones de ambos palpitaban desesperadamente y quizá podrían ser audibles si les prestabas atención al igual que sus respiraciones. Jimin miró los pantalones de su esposo, no había dudas de qué era aquello que había sentido, mordió ligeramente sus labios y luego llevó su mirada a otro lugar en lo que se intentaba poner de pie, pero fue atraído nuevamente al suelo. 

-¿Por qué? Dime por qué me besas y luego te tratas de escapar. Ve cómo me tienes

-Lo lamento, no puedo. Me gustas Jungkook de verdad, pero no estoy preparado ni física ni anímicamente, recuerda que es como si fuera un beta- Quizá si fuera un omega habría sentido que su cuerpo se preparaba para recibirlo, pero él no sentía nada o tal vez sí, pero no a ese grado y lo que menos deseaba era que su primera vez fuera terrible -Tal vez aún no pueda ser tuyo, pero más adelante...- le dio un pequeño beso -Por favor, sal de mi habitación, respeta mi espacio y privacidad- 

La tenue voz que había ocupado para hablarle le había resultado encantadora y sexy. Asintió a su pedido y aún con pena de estar como estaba, se puso de pie. Salió sintiéndose como perrito regañado pero al menos con la esperanza de que su esposo en algún momento se entregaría a él. Por supuesto tuvo que encargarse de sí mismo primero al llegar a su habitación. 

Jimin se quedó un momento en el vestidor pensando en lo que acababa de decir. Le había abierto la posibilidad a Jungkook, a ese alfa que seguramente muchos omegas desearían y que tal vez ya habían pasado por su lecho; un alfa que ahora era su esposo y sabía sería su destinado. 

Por la noche el amo de llaves tocó a su cuarto diciéndole que señor Jeon deseaba saber si bajaría a cenar con él en media hora a lo que confirmó que en efecto iría. Se arregló un poco, se maquilló y bajó con gran ilusión, mismas que se esfumó al ver a Namjoon también en el comedor -Namjoon-ssi, buenas noches. Veo que se quedó a cenar- 

Él comenzó a reír -Buenas noches Jimin, creo que no te has enterado aún que yo vivo aquí- 

Su cara decía todo, había quedado como un idiota y enrojeció -Yo, lo siento, no sabía- 

Jungkook se puso de pie, le tomó la mano y guio -Y no tenías por qué, no tuve oportunidad de decírtelo. Pero ven, toma asiento junto a mi, en el lugar que te corresponde- 

-Gracias- sentía una gran incomodidad de tener a un tercero en el lugar. Él que había deseado estar a solas con su esposo -Ehm... en la mañana el cocinero me dijo que tú nunca estabas en casa y no desayunabas, comías o cenabas aquí ¿Qué pasó?- 

-Bueno, hoy fue un día diferente, no estuve en el hospital por lo que ya sabemos que sucedió en la mañana y luego me quedé a cuidarte. Ya mañana regresaré a mi rutina normal. 

Jimin tomó sus manos y lo miró fijamente -Por favor, no quiero estar solo. Sé que estás muy ocupado, pero quisiera que al menos desayunaras o cenaras conmigo ¿Puede ser?- Acompañó esta petición haciendo un piquito de pollito con sus labios mismo que derritió al hombre y al lobo. 

-Puede ser. Me haré un tiempo al menos para poder desayunar contigo. La cena, dependerá de la carga de trabajo del día. Tú sabes que pueden surgir muchas eventualidades de repente en un hospital 

El chico sonrió feliz -Gracias- y se dispusieron a cenar. 

Una vez que terminaron Namjoon se fue a su habitación dejando a los recién casados al fin solos. -Jungkook, yo sé que Namjoon-ssi es tu amigo y que yo quizá no he sido el mejor de los esposos en los dos días que llevamos juntos. Sé que tal vez no tengo derecho a pedirte algo, pero... Me es un poco incómoda su presencia. No es que no confíe en él ni que no me agrade, simplemente, siento que hay un tercero entre nosotros- 

Te reto a cambiar el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora