Dicotomía

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La mañana siguiente llegó dando ánimos nuevos y llenando de alegría pero también algo de incertidumbre hacia el futuro a los corazones de la pareja de destinados. Jimin se removió, aspiró el aroma de su alfa sabiendo que estaba cerca, se abrazó a la sábana y recordó lo sucedido en la madrugada, donde su cuerpo y su ser disfrutaron de aquel hombre, su esposo. 

Un sobresalto lo acabó por despertar de su modorra, de nuevo estaba en el suelo desnudo. Se puso de pie pensando en encontrar a Jungkook en la cama pero no estaba ahí. Buscó por toda la habitación y nada -¿A dónde habrá ido?- Iba a regresar a ponerse su pijama y salir cuando él entró cargando una charola con comida. 

-Buenos días ¿Cómo te sientes?- saludó y dejó las cosas en la mesa de la salita -Traje comida, necesitas alimentarte bien aunque quizá no tengas mucha hambre- sabía que el celo los hacía olvidarse un poco de otras necesidades. 

De pronto se dio cuenta que seguía sin nada puesto y se avergonzó -Eh... bien... si... deja voy a vestirme- pero más tardó en decir estas palabras que tener a su esposo abrazándolo y olisqueándolo con una gran sonrisa divertida. 

-¿Apoco aún después de lo que sucedió sigues teniendo pena?- volvió a aspirar su cuello y lo lamió hasta el lóbulo de su oreja derecha. Sintió cómo se erizaba y su respiración profunda. Una de las manos del alfa fue un poco más abajo de su cintura -Esto no es producto del celo. Creo que vamos a tener que esperar un poco más para desayunar- 

*Aviso de puerquedad* 

Jugkook le dio la vuelta rápidamente para tenerlo frente a frente y atacar su boca sin dejar de masajear su extensión que ya estaba completamente dura. Se relamió -Me gusta ver que tú eres el que está deseoso de mi. Tu omega me gusta, pero tú me gustas aún más y te lo voy a mostrar- 

El peliplateado bajó la mirada y dejó escapar otra respiración fuerte y agitada al sentir que la boca de su pareja estaba tomando su falo y comenzó a adentrarlo y sacarlo una y otra vez -Oh Jungkook, se siente tan bien... ¿Por... por qué no...? Aaaahh- una gran descarga de lubricante chorreó por sus piernas. 

Dejó de darle el oral pero siguió estimulando con su mano -¿Por qué no lo hice antes? Bueno, no estabas listo, recuerda que nos tomó por sorpresa- y lo que necesitaba era una penetración que lo ayudara a calmar su celo, no un previo lleno de placer -Necesito sacarlo, espera un momento- 

El chico asintió aunque esos segundos que tomó su esposo para desnudarse le parecieron eternos. -Jungkook ¿Yo también podría?- señaló su goteante miembro -¿Me enseñas cómo?- Y así, se puso de rodillas ante su alfa, lo tomó con sus gruesos y hermosos labios acostumbrándose al sabor, a la textura. El pelinegro tomándolo de la cabeza enseñándolo, llevando el ritmo para que su omega supiera cómo le gustaba. Jimin lo miró desde allá abajo con ojos brillosos. Parecía una criatura sacada de algún relato fantástico, un ser divino -Eres tan hermoso- ambos se sonrieron, sabían que querían decirse otras palabras, pero aún, a pesar de que sabían que era su destino, no fueron pronunciadas. 

Fueron a uno de los pequeños sillones de la salita de la habitación -Ponte de rodillas quiero saborearte antes de hundirme en ti- el chico hizo caso rápidamente, por supuesto que estaba deseoso de volverlo a sentir. Comenzó a gemir, se sentía tan bien, además, era una especie de cumplido el que su alfa quisiera tanto su sabor. Jungkook se enderezó nuevamente y se alineó para entrar. Más sonidos placenteros salieron de ambos. Disfrutaban mutuamente el íntimo contacto pero querían más. 

Jeon se sentó en el sillón y Jimin sobre de él encajando la polla en su agujero. Tanto era el anhelo que el celo volvió a hacer de las suyas, su temperatura se volvió a elevar, su entrada a derramarse totalmente deseosa gracias a los saltos que hacían lo sintiera más y más profundo. Los saltos comenzaron a ser más desenfrenados, más lujuriosos y sin aviso, el omega apareció -Aaaaaahhh, alfa, dámelo, lo necesito. Tengamos lindos cachorros- 

-No. Para omega, tu humano no quiere 

-Te necesito, tu alfa me ama y tú también. Dame lo que deseamos- reclamó el omega que sin parar lo besó con gran pasión hasta que sintió el líquido ser vertido en su interior- 

*Fin de la puerquedad* 

-¡Párate!- ordenó, pero el omega se tomó fuertemente de sus hombros y negó con su cabeza. Jungkook se puso en pie aún con él empalado y tomándolo de los brazos sin ningún reparo, lo logró arrojar -¡Me lastimaste alfa!- le gritó el omega desde el suelo. 

-Tengo autorización de hacerlo. No quiero tratos contigo omega. No hasta que no seas uno solo con Jimin. Él es a quien amo 

El rostro de enfado se transformó en una bella sonrisa -¿En verdad Jungkook? ¿Me amas?- Ya le habían dicho estas palabras, pero escucharlas de él, su destinado, era muy diferente. Los fuertes brazos lo ayudaron a ponerse de pie -Si Jimin, te amo y espero que tú algún día no muy lejano me lo digas también- tras un abrazo, se llenaron del aroma del otro. 

Así, después de un poco de aseo y ponerse unas cuantas prendas, volvieron a la mesa para comer un poco pero surgió una duda al menor de ellos -¿No vas a ir a trabajar?- el otro comenzó a reír -No. No te puedo dejar solo mientras tienes tu celo. Ya informé que me voy  a ausentar tres días, cualquier cosa urgente me la harán saber pero espero no surja nada que requiera de mi presencia o puedan solucionarlo. Intenté comunicarme con Nam-hyung, pero tal vez aún no se despertaba o quizá está apenado y no quiere contestar. Le daré un tiempo. Lo que sí es que hay que hablar con el doctor Jung ya mismo. Le tengo que decir acerca de ese comportamiento extraño de tu omega. Esta última vez, fue como si le gustara llevarte la contra, nuevamente quería el nudo, pero pude quitármelo de encima- 

-Oh ¿Es por eso que me siento adolorido y tengo estas marcas?- volteó a ver sus brazos que presentaban unas líneas rojas provocadas por los dedos del otro. 

-Así es. Y fue cuando le dije a tu omega que no deseaba estar con él sino contigo o con ambos pero cuando tú lo controles a él y no viceversa- 

Hicieron una video llamada al doctor Jung quien recibió las nuevas con algo de reserva. No sabía si ponerse alegre o preocuparse. Prefirió un poco más lo segundo -Hizo bien en no dejarse engatusar por el omega. Es un fenómeno que se llama dicotomía. Es común entre los omegas en su primer celo que su omega tome el control y que su personalidad sea más abierta, demandante y sexual, pero en éste caso, el omega estuvo controlado por el humano durante diez años y al ser dominante, ahora que despertó no está contento. Quiere mandar a su parte humana y hacer cosas que el otro no desea, solamente para hacerlo enfadar; una venganza- asintió a sí mismo y continuó -Lo que hay que hacer en éste caso es hacerlo sentir bienvenido, aceptado pero eso lo ha de hacer Jimin-ssi acostumbrándose y aceptando quien en realidad es. Amándose a sí mismo como omega, solo así, esa dicotomía desaparecerá y podrá ser uno mismo con su lobo- Continuaron hablando sobre algunas recomendaciones como el no salir de la habitación por supuesto que Jungkook debía quedarse lo más que pudiera acompañándolo y que si no deseaban aún cachorros, él tendría que seguir evitando el nudo y usar preservativos -No le puedo recetar algún anticonceptivo a él por la carga hormonal que tuvo así que está en usted la responsabilidad doctor Jeon- 

Antes de terminar la llamada, Jimin preguntó por su padre y el doctor Jung sonrió -Él está bien, pronto estará completamente recuperado y podrá ir a verlo. Seo Joon lo ayuda para que tome todas sus medicinas y que su alfa no se de cuenta. Tan pronto como puedan me gustaría ver la posibilidad de que venga al hospital o que yo pueda ir a tomarle algunos análisis de sangre y hacerle una revisión más exhaustiva del mal genético que le aqueja. Tal vez pueda encontrar algo para que su calidad de vida mejore- Esto causó una gran sonrisa en el joven omega quien agradeció con repetidas reverencias la intervención, tal vez su padre omega podría vivir un poco más y mejor gracias a los conocimientos del doctor Jung. 

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Espero mañana poder entregarles otro capítulo. Bonito domingo gente. 

Te reto a cambiar el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora