Te reto a cambiar el destino

Rebeldía

El destino sin duda puede tener formas muy particulares de enseñarnos, formas que quizá no nos parecerán justas y que tal vez en el fondo no lo son, pero es algo que por uno u otro motivo necesitas vivir; quizá para ser más fuerte, más sabio, para darte cuenta de qué tan valiente puedes llegar a ser. Sin embargo, muchas veces, las personas no comprenden hasta mucho después estas enseñanzas y se ensañan con el destino tildándolo de cruel o injusto. Jimin era una de esas personas que no comprendían, que odiaban al destino a través no solo de su vida sino de la de otros como en este caso su pobre padre omega que había tenido una vida de represión, de maltrato, de injusticia de la que no podía salir. 

-Todo esto es muy injusto. Las leyes están hechas por y para conveniencia de los alfas- expresó con pesar -Lo siento, pero es la verdad- 

Jungkook se acercó un poco más y tomó su mano -Tienes razón y comparto tu opinión, creo que todos aquí lo hacemos. Podrás ir a verlo en unos días, él mismo dijo que evitara tu fueras a la mansión después de lo que le sucedió. Pero estará bien- 

-Sí, solamente fueron algunos hematomas y contusiones. De todos modos, yo estaré al pendiente pues se ha convertido en mi paciente al igual que tú- comentó el doctor Jung amablemente. 

-¿Entonces usted se enteró porque fue a ver a mi papá?- creía que ese era el motivo de que hubiera estado cerca y avisara a Jungkook. 

-Se podría decir. Pero es un poco más complejo- enserió más su rostro -Cuando el mayordomo fue a tocar la puerta para darle su desayuno, no recibió respuesta. Entró y vio el por qué- El rostro del pobre omega tendido en la cama, ensangrentado y sin moverse lo recibió y salió corriendo para avisar -Yo le había dejado mi teléfono ayer por cualquier cosa, aunque no imaginé esta situación. Me marcó a escondidas para que fuera de inmediato y yo llamé al doctor Jeon. Por eso fue que ambos estábamos en el lugar. 

-Y ese es otro motivo porque no puedes ir- añadió Jungkook -No se supone que nadie sepa que eso sucedió ni que fuimos. Hyuk Kwon no sabe que el doctor Jung le dio su teléfono a Seon Joon ayer. Él no debería haber llamado al doctor Jung, nosotros no deberíamos haber estado ahí. Tu mayordomo sabe que si tu padre se entera le irá mal así que también nos pidió como un favor especial que guardáramos el secreto- 

Jimin suspiró y entristeció -Otro omega en apuros por culpa del doctor Park. ¿Ahora ves por qué no me quiero convertir en omega? De por sí estoy siendo una víctima, imagina si me vuelvo aún más vulnerable, aún más débil... acabaré siendo pisoteado por él, por Chanyeol... por ti- 

Jungkook se acercó de inmediato a tratar de consolarlo -No. Ya te dije que yo voy a ayudarte. No quiero que pienses que voy a hacerte mal ¿No te he demostrado en estos días que eres importante para mi? ¿No ha sido suficiente? ¿Qué necesito hacer para que creas en mis palabras Jimin?- 

El chico no respondió nada, sabía que su esposo tenía razón en todo y que él no se atrevería a hacerle un mal; no por como había visto que lo volteaba a ver con amor y con esa gran sonrisa en su sueño -No quiero, pero confío en tus palabras. Eres mi alfa- pensó, pero la voz severa de Hoseok lo regresó al aquí y ahora. 

-Doctor Jeon, Abogado Kim, me gustaría tener un momento a solas médico paciente si no es mucha molestia. Necesito hacerle varias preguntas- y por supuesto ellos no podían estar presentes por la confidencialidad del asunto. Ambos alfas asintieron y se fueron de la habitación. 

-Park Jimin. Lo que dijiste confirma lo que sospeché desde ayer; tú sigues tomando supresores a pesar de todo lo que te indiqué la vez que nos vimos. Sabes ya que es sumamente importante que dejes salir a tu lobo de una forma sana y segura. Si tú no sigues las indicaciones es perjudicial para tu salud y más ahora que descubrimos que eres un omega puro- asintió hacia la mirada cuestionadora del chico -Acabamos de ver un episodio donde dejaste salir tu lobo, pero por la misma influencia de los supresores, haces que tu cuerpo luche en su contra y te desmayes- 

Sabía que no tenía escapatoria, no podía negar que seguía consumiendo las pastillas a un médico especialista y además tenía grandes dudas sobre lo que le estaba diciendo -¿Qué diferencia hay entre un omega puro y uno normal?- 

-El puro tiene un gran poder, a la par que un alfa o tal vez más cuando se enfada. También es inmune a la voz de mando, no es sumiso y más bien es de voluntad férrea. Es decir que si dejas que tu omega salga a la luz, no habrá mucho cambio en tu personalidad, solamente físicos. Tendrías olor, la posibilidad de encontrar a tu destinado, tener un lazo y cachorros

-Nada de lo que me dice me es atractivo para dejar de tomar los supresores así que lo seguiré haciendo 

-Eres un terco Park Jimin. Si sigues haciéndolo, entonces los cambios que tendrás podrían ser irreversibles, tal vez jamás podrías quedar embarazado, enfrentar mil y una complicaciones de salud cuando seas mayor- el chico apretó los labios un poco y se atrevió a continuar hablándole -Esto te lo digo ya no como médico sino como persona. ¿Deseas vivir incompleto y reprimido toda tu vida? ¿Ser infeliz? ¿Ser solamente una parte de lo que puedes ser? Los omegas son seres maravillosos, pueden dar vida. No solo hablo de cachorros, pueden hacer que un alfa se sienta vivo, contagiarlo de su alegría, de su ternura, de todo el amor que tienen para dar. Hay alfas que estamos dispuestos a hacer todo lo que un omega nos diga y no al revés. El doctor Jeon es uno de ellos- el chico abrió sus ojos -En fin. En este momento me deslindo de ti como médico. No voy a estar al tanto de un paciente que no desea ser atendido. Le avisaré al doctor Jeon- y salió. 

El corazón del chico se comprimió, más que por la forma en que Jung Hoseok le había hablado, por todo el mensaje que le dio y que él estaba cegado a ver y escuchar ¿Y si dejaba al fin de tomar las pastillas? Tal vez sería mejor abrazar la idea de ser el omega de Jeon Jungkook, abrirse a la posibilidad de ser padre de esos lindos cachorritos, ser feliz. 

Jungkook entró por la puerta y él le quería decir que lo perdonara, que sería un omega, su omega, pero su esposo se adelantó con gran enfado en su voz -Por la maldita luna ¿Dónde tienes los supresores Jimin? Dámelos, deja de tomarlos ya, te lo prohíbo- indicó Jungkook extendiendo su mano. 

-Tú no me prohíbes nada. No eres mi dueño. No te voy a decir dónde están y voy a seguirlos tomando, ya te dije que yo decido hasta cuándo

-¡Eres mi esposo! ¡Mi responsabilidad!- le espetó y acto seguido se metió al vestidor para comenzar a rebuscar en todos lados. 

Jimin se puso en pie con enfado y aunque todavía trastabillaba un poco fue a su encuentro -¡Deja de mover mis cosas!- Jungkook no le hacía caso y seguía revolviendo cajones, el peliplateado dio unos pasos inseguros y acabó estampándose con el pecho del otro haciendo caer a ambos. Sus miradas se juntaron y en un instante ambos dos se estaban comiendo la boca hasta que el sentir algo pegado a su trasero hizo que Park se le bajara de encima, enrojeciera y no supiera si gritarle que era un puerco o entregarse a las bajas pasiones. 

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Y tal como había dicho, aquí hay nuevo capítulo. Mañana viene otro más. Yeah. Se les agradece el apoyo.