12.

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Nunca nadie iba a estar contento con los juegos.

Y a pesar de que Maggie y Jasper fueran parte del Capitolio, ellos estaban dispuestos a hacer lo que sea para detenerlos.

Las transmisiones se cortaron luego de que todos los tributos se dieran la mano en contra de los juegos. Maggie salió junto a su hermano de ahí y fueron directo a su apartamento. Mañana serían los juegos.

Al entrar, cada uno fue directo a su cuarto y se terminó de quitar lo que traía, minutos después volvieron a la sala donde los estaban esperando su madre e Iris.

—Nunca pensé que llegaría este momento — dijo Iris cuando los tuvo frente a ellos —Nunca pensé que tendría que despedirme de mis niños.

Iris secaba sus lágrimas con un pañuelo rosado, aquella escena no pudo evitar poner a Maggie triste.

—Los vi crecer y para mi son como mis hijos, lamento que tengan que ir los dos — ella los miro, Jasper rápidamente se acercó a ella y la abrazó.

Jasper no era de aquellas personas que solían abrazar, pero él quería a Iris y lo hacía profundamente.

—Cuídense entre ustedes hasta que que llegue el momento, a cualquiera  de ustedes lo estaré esperando —Iris seguía mirando a los hermanos —Han hecho mi vida de estilista mucho mejor. Son mucho mejor que todo esto mi Maggie y mi Jasper, no lo olviden.

Ahora fue Maggie la que se acercó a abrazarla . Iris fue la persona que termino de criar a Maggie, era aquella persona en la cual pensaba que le gustaría que siempre estuviera bien.

—Te queremos Iris —le dijo Maggie al separarse, ella le sonrió.

Iris se fue del cuarto para que así Jasper, Maggie y si madre pudieran despedirse. Hubo un silencio.

—No crean que nunca los quise — dijo su madre con la mirada baja—Los ame desde el momento en que nacieron, pero aquel amor no los iba a ayudar a sobrevivir en este mundo cruel. Cada cosa que hice fue por ustedes, se que uno de ustedes va a ganar, pero no se cual y no me interesa saberlo.

Su madre nunca les había dicho algo así en su vida, ella era una persona fría y que ella era así desde que había nacido, pero solo el mundo la había transformado en aquello.

Los dos hermanos se quedaron viéndola para luego darle un abrazo. La última vez que se abrazaron así fue cuando ellos eran unos niños pequeños.

Fue el abrazo más sincero que alguna vez pudieron darse.

—Ustedes son fuertes, protéjanse y quiéranse por favor, no peleen —ella los miro —Maggie tú eres increíble. Jasper lo es también y cada día me recuerdas más a tu padre.

Jasper no pudo evitar sonreír.

—Estaremos bien mamá —Jasper apretó suavemente la mano de su madre.

—Si, estaremos bien—ahora también fue Maggie la que lo hizo.

Maggie en secreto siempre admiro a su madre, admiro aquella parte fuerte que nadie podía quebrantar.

—Ahora traten de descansar un poco — ella los miro y les dio una media sonrisa.

Cada uno se fue a su cuarto, pero Maggie no podía dormir porque tenía que encontrarse con Finnick y Haymitch, tenía que discutir las últimas cosas para mañana. Maggie espero que su hermano estuviera tratando de dormir para poder ir.

Luego de una hora se puso de pie sigilosamente y salió de su cuarto, pasó por la sala y fue hacia el ascensor que la iba a llevar hacia la azotea. Plutarch se había encargado de apagar las cámaras de aquel lugar para que pudieran verse.

Maggie abrazaba su cuerpo por el frío que hacía, a pesar de llevar un abrigo el frío era insoportable. Sintió la puerta abrirse, se giró y pudo ver a Finnick, este le sonreía.

—Ya se estaban tardando — le dijo Maggie caminando hacia él a paso lento.

—Tuve que esperar que Mags se durmiera — la miro—Que linda noche.

—Así es — dijo ella levantando su vista y observando las estrellas.

—Escuché tus palabras — le dijo Maggie, en cada encuentro con Finnick se ponía más nerviosa y era algo que a ella no le ocurría—Tus palabras iban dirigida a las chicas del cuatro ¿cómo se llamaba?... Annie, si.

—Oh no, no eran para Annie — dijo mientras la miraba.

—¿No?— pregunto Maggie mirándolo, se estaban mirando fijamente.

—No Maggie —Finnick introdujo uno de los mechones de Maggie detrás de su oreja.

Ella podía sentir la respiración de Finnick cada vez más cerca, pero se separaron abruptamente cuando se abrió la puerta y entró Haymitch.

—Perdón por la tardanza, pero no podía salir en frente de Katniss y de Peeta — le dijo Haymitch.

—¿Cuál es el plan?— pregunto Maggie, los tres estaban reunidos en un círculo.

—Tengan —Haymitch sacó de su bolsillo una pulsera y lo que parecía una cinta de cabello—Con esto Katniss sabrá que son sus aliados.

Maggie observó la cinta de color blanco, era de cabello, nunca había visto algo así. La cinta pertenecía a la hermana de Katniss, está se la había dado a Effie.

—Tienes que asegurarte que tu hermano no mate a Katniss y Peeta— le dijo Haymitch apuntándola.

Maggie sabía que eso iba a ser una tarea difícil, Jasper la odiaría por eso.

—Claro — dijo mientras recibía una mirada de los dos hombres.

—¿Cómo estás tan seguro que ella va a querer aliarse con nosotros?— le pregunto Finnick a lo que Haymitch le señaló las cosas que le había entregado.

—Por eso, esas cosas significan algo para ella. El punto más alto será la clave, cuando estén ahí se apagarán las señales y iremos por ustedes.

—En el caso de que aquello no funcione me separare de Katniss y me iré por mi lado— le dijo Maggie, claramente sabía que había un gran porcentaje de que estos no funcionara.

—Funcionará, pero solo tienes que cumplir con tu parte que es protegerla — le dijo Haymitch—Suerte.

—Johanna se encargará de Beetee y Wiress — Finnick metió la pulsera a su bolsillo.

—Tengo que irme, ya es tarde — dijo Maggie, los dos hombres se despidieron de ella.

Camino hacia la puerta, pero antes de irse se volteó hacia atrás y su mirada se encontró con la de Finnick .

Ella deseaba que Finnick la besara.

Gods & Monsters  ||| Finick OdairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora