Cada vencedor tenía una fiesta en su honor después de los juegos, los del doce los tendrían hoy y Maggie estaba invitada.
Como el distrito uno tenía muchos vencedores, los tributos de cada año elegían quién querían que fuera sus mentores. La chica, Glimmer, eligió a ojos cerrados a Maggie porque sabía que era le mejor en el arte de los cuchillos y también la admiraba bastante. Margaret la conocía de la academia, algunas veces a la semana iba y enseñaba cuchillos.
Marvel obviamente eligió a Jasper, todos los chicos de la academia solían querer ser como él, querían llegar a ser importantes como lo era su hermano.
La gente del Capitolio llamaba a Maggie el diamante rojo, para ellos era eso, letal y hermosa, dos armas de doble filo. A pesar de que también habían chicas como Mini o Johana Masón del 8, no tenían lo que quizás a la gente le encantaba.
Cuando vio a Glimmer y Marvel supo que cualquiera de los dos tenía posibilidades de ganar, ninguno había salido seleccionado como tributo letal, pero tampoco podía subestimarlos. Cuando vio a los del distrito doce les pareció tributos insignificantes y a su hermano también, pero al momento de llegar a la puntuación, ella notó que había algo ahí.
Junto a Jasper conversaron sobre ellos, que algo estaba cambiando y que no solía ser normal que un tributo del doce obtuviera ese puntaje, esos números los solían llegar a obtener los profesionales. En su mente todavía seguían creyendo que sus tributos tenían grande posibilidades de ganar.
Llegó el momento de las entrevistas y sus chicos lo hicieron de maravilla. En su vida nunca había visto un vestido como el de la chica del doce, le conmovió la entrevista del chico de aquel distrito, este estaba confesando su amor hacia la chica a pesar de que sabía que solo uno saldría con vida. Aquella realidad también le ocurrió a Mimi, ella estaba enamorada del chico con el que fue a los juegos, con Damon eran amigos y mucho más cercanos.
Sus tributos solían recibir bastantes premios, pero no parecían ser tan populares en estos juegos. Ya era una costumbre que los del 1 se aliaran con los del dos, los mentores de ellos eran Enobaria y Brutus, ella había charlado un par de veces con ellos, ella y Enobaria no se llevaban nada de bien.
La primera en caer de los profesionales fue su chica Glimmer con las raspevispulas, luego vino Marvel con la flecha de la chica del doce y Clove que la asesino el chico del once. Las últimas personas que quedaron fueron Cato con los trágicos amantes, pensó que el chico del uno ya lo tenía ganado, pero no fue así y terminaron quedando los dos enamorados.
Todo Panem se detuvo frente a sus pantallas, el Capitolio se paralizó entero al ver que solo quedaban ellos dos y el interés por saber quién saldría con vida de la arena. Katniss encontró las jaulas de noche y los dos estaban dispuestas a comerlas porque ninguno quería ganar sin el otro.
Jasper y Maggie miraron aquella escena atentamente, los dos sabían que eso estaba bastante jodido. Ganaron los dos, pero no sabían el precio que tenían que comenzar a pagar desde ahora.
Al ganar la chica todo fue distintos, la gente ya no estaba como antes y un símbolo del sinsajo comenzó a aparecer por todos lados. La gente comenzaba a cansarse de todo, Maggie creyó que nunca vería a la gente volverse en contra de Snow.
Ahora en este preciso momento Maggie se encontraba junto a su estilistas de confianza en su Penthouse, ella y su hermano vivían juntos y habían dejado la mansión hace muchos años. En una hora sería la fiesta de Katniss y Peeta en la mansión de Snow.
Maggie se miró al espejo y ya estaba peinada, su cabello tenía unas onda tipo sirena muy lindas. Sus labios estaban pintados de un color rojo, ese era su color desde siempre.
—Como siempre hermosa, querida —le sonrió Iris, su estilista que la acompañaba desde los quince años.
—Gracias Iris— también le sonrió a la mujer, personas como ella eran las que rescataba de ese lugar.
Con ayuda de los demás se colocó el vestido que habían diseñado para ella, era sin tirante y la parte de arriba tenía lentejuelas doradas como si se tratase de una armadura, se unía con una falda negra hasta suelo.
—¿Y?— ella preguntó frente a todos.
—¡Hermosísima, hermosísima!— aplaudió Castros, el maquillador.
—Has sido la mujer musa que pude haber tenido—le sonrió Iris.
La puerta del gran cuarto se abrió y dejó ver a Jasper con un traje color café que tenía detalles dorados. Su hermano era un hombre alto, mucho más que la mayoría y era muy atractivo para las chicas.
—¿Lista Maggie?— pregunto con sus manos en sus bolsillos.
—Si— ella asintió con la cabeza, Castros le entregó su bolso.
—Te ves increíble Jasper—le dijo Iris.
—Gracias Iris, todo es gracias a ti—ella lo había vestido también a él para sus primeros juegos, ellos eran sus musas.
Iris los conocía incluso más que su propia madre, luego de irse a su casa a los quince, dejó de tener un contacto cercano con ella, solo la veía a veces. Iris era invitada a todas las festividades ya que no tenía una familia.
Su hermano le extendió el brazo y ella lo tomó, juntos salieron de ahí en dirección a la fiesta.

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Gods & Monsters ||| Finick Odair
Fanfiction"In the land of gods and monsters I was an ángel Living in the garden of evil" Margaret, el diamante en bruto del Capitolio, pero hasta las mejores joyas suelen perderse. To...