9.

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—¿Te gusta?— le preguntó Iris frente a ella mientras la examinaba con la mirada.

Maggie traía un conjunto de dos piezas, un tipo plateado y unos pataloncillos cortos de igual color, encima de eso iba una malla transparente repleta de brillos. Su cabello estaba peinado de manera salvaje, Iris no quiso escatimar en nada.

–Si— le sonrió —Es increíble.

—Que bueno mi cielo —ella se acercó y acarició la mejilla de ella—Los vas a deslumbrar más de lo que lo has hecho.

—Gracias Iris, eres fantástica —ella la miro mientras sostenía una de sus manos.

Iris soltó su mano para darle unos últimos retoques a su traje, también ayudó en su maquillaje. Ella salió de su cuarto, pero al parecer su hermano todavía no estaba listo.

—Dile a Jasper que estaré viendo lo del carruaje —le dijo Maggie a Iris, esta asintió con la cabeza y entro al cuarto de Jasper.

Se acercó al ascensor y apretó el botón con el número uno, bajo rápidamente y llegó al primer piso, todo era una completa locura ahí. Estaba repleto de gente en las alturas ya que el primer piso tenía unas paredes altas que les remitía a las personas ver todo lo que ocurre. Camino por un lego pasillo hasta llegar a donde estaban todos los carruajes preparándose, pudo divisar rápidamente el suyo.

—Hola belleza —dijo acariciando el lomo del caballo, le aprecian estupendos e increíbles.

—¡Margaret!— escuchaba ella como la gente gritaba su nombre desde arriba, ella solo elevó su mirada brevemente para luego bajarla.

Miro hacia una de las compuertas, vio entrar a Finnick, este traía un traje que dejaba al descubierto su torso que dejaba claro que se ejercitaba muy bien, también traía una malla de pescador. Finnick le sonrió a ella y Maggie a él, dirigió su mirada hacia donde iba y este se dirigía en dirección a la chica en llamas.

Maggie se dirigió hacia allá.

—Deja la chica en llamas tranquila— le dijo ella cuando llego junto a la chica en llamas y Finnick—¿De que te hablaba?.

—De como debería estar disfrutando los terrones de azúcar — ella la miro.

—¿No es cierto que se ve intimidante?— le pregunto Finnick a Maggie refiriéndose al traje de Katniss.

—Me gusta bastante, pero también me asusta — Maggie la miro con una sonrisa burlona —Tus vestidos de niña eran más lindos.

—Ya crecí— le dijo Katniss rápidamente.

Maggie miraba a la chica en llamas, no puedo evitar que Katniss le recordara a ella misma, solía ser parecida a su misma edad. Katniss era un chica que la vida le había pedido que fuera dura, al igual que Maggie.

—Esto del vasallaje es una lástima —le dijo Finnick a Katniss —Pudiste haber sacado mucho provecho del Capitolio. Joyas, dinero.

—No me gustan las joyas — le dijo rotundamente a Finnick—Y tengo más dinero del necesario ¿y tú en que la has gastado?.

Finnick le da una mirada a Maggie.

—Hace años que no tocó algo tan común como el dinero —dice él con una sonrisa.

—No todos pedimos dinero por el placer de nuestra compañía —Maggie miro a Katniss—Algunos preferimos los secretos. Tú debes tener más de alguno, chica en llamas.

—Soy un libro abierto, al parecer todos saben mis secretos —ella me miro—Antes que yo misma.

—Por desgracia eso es cierto — ríe Finnick.

—Es una pena lo de tu boda chica en llamas — Maggie se encogió de hombros —Se lo triste que estás. Ya nos veremos.

Ella se giró en dirección hacia su carruaje, al llegar noto que su hermano ya estaba ahí. El traje que traía puesto era bastante lindo.

—¿Donde estabas?— le pregunto su hermano mirándola.

—Dando una vuelta —Maggie le sonrió.

Al girarse hacia atrás noto como su mirada se encontraba con la de la chica en llamas.

                               (...)

Maggie ya traía puesto su traje para entrenar, ella nunca creyó que se volvería a poner aquello. Al mirarse al espejo le traía recuerdos de sus primeros juegos y a pesar de haberse entrenado moría de miedo por lo que venía.

Negó con la cabeza y salió del cuarto, al llegar al salón vio a su madre sentada mientras leía un libro.

–¿Que haces aquí, madre?—le pregunto Maggie mientras caminaba por la sala.

—Soy su mentora —dijo ella dejando el libro a un lado.

—No necesitamos mentores, no somos novatos —le dijo cruzándose de brazos frente a ella.

—Así es madre — apareció Jasper del otro lado —Somos los más letales para ellos.

—Incluso cuando seas así no hay que subestimar al oponente —ella se puso pie y los miro fijamente —La chica en llamas no es débil, ni tampoco Enobaria o Brutus. Observen bien, conozcan a sus enemigos.

—Hoy miraremos quiénes podrían ser nuestros aliados —Jasper comenzó a caminar hacia el ascensor y Maggie comenzó a seguirlo.

—Maggie— se detuvo cuando su madre le habló y la observó —No creas que no he visto lo amistoso que están Finnick Odair y tú.

Gods & Monsters  ||| Finick OdairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora