24.

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Maggie había despertado, pero cuando lo hizo nadie estaba a su lado.

Lo primero que se preguntó fue a donde estaba ¿aquello era el Capitolio? ¿Había sido sacada por Haymitch?.

La pregunta más importante ¿donde estaba Finnick?.

El lugar parecía sombrío y oscuro, al sentarse en su cama solto un pequeño quejido de dolor, se levantó suavemente la polera que traía y pudo notar una parte negra. Su costilla había salido lastimada.

Se puso de pie suavemente y caminó hacia la puerta, miro hacia un lado del pasillo, pero no vio nada.

—Sabía que despertarías, aquí son unos verdaderos idiotas al creer que no lo harías— giro su cabeza hacia el otro lado y vio a su prima Jenny.

—Jenny— solo fue capaz de decir —¿Esto es el Capitolio?

—No, no estamos ahí— ella avanzó hacia Maggie—Estas en el distrito 13.

—¿Qué?— pregunto, le parecía irreal lo que le decía.

—Como oíste, las leyendas que nos contaban eran ciertas — la miro—Yo también sabía cosas, Maggie.

Las dos volvieron a entrar al cuarto, Maggie tomó asiento en su  cama mientras soltaba un pequeño quejido de dolor, no recordaba lo doloroso que era tener una costilla comprometida. Su primera Jenny tomó asiento en la silla del frente.

—Fuiste sacada de la arena— dijo Jenny mirándola—Yo conocía gente que estaba al tanto de esto, tú sabes que mi vida cambió desde que mi madre murió, ahí me convertí en enemiga de los juegos.

—No puedo creer que este sea el distrito 13—Maggie negó con la cabeza—¿Están todos aquí?.

Ella se refería a Katniss y Finnick, pero principalmente él.

—Katniss está bien— Jenny se cruzó de piernas —Y Finnick también, él a estado muy preocupado por ti.

Maggie sintió un cosquilleo, era una buena noticia que estuviera bien. Deseaba verlo.

—Maggie – dijo alguien desde la puerta, era Finnick.

—Bueno, volveré en un rato – dijo Jenny poniéndose  de pie .

Jenny salió de la habitación y Finnick dio un paso hacia adentro, por unos segundos los dos se observaron. Finnick le sonrió a Maggie y esta a él, se acercó rápidamente y le dio un abrazo a ella.

—Estás bien— dijo él mientras la abrazaba.

Maggie inhaló profundamente, le gustaba su olor, le gustaba todo en Finnick Odair. No quería separarse de aquel abrazo, ninguno de los dos quería.

Luego de varios minutos se separaron y él tomó asiento donde estaba Jenny hace unos instantes. Finnick no podía dejar de sonreír.

—¿Cuanto tiempo estuve dormida?— le pregunto ella.

Le parecía increíblemente bella a pesar de todo, con todo le parecía hermosa.

–Cuatro días, muchos pensaron que te llevaría más días despertar— le dijo observándola –Jenny dijo que no nos preocupáramos, que ibas a despertar y pronto. No sabía que ella era tu prima.

—Si, somos  primeras lejanas– ella sonreía.

Tampoco quería dejar de mirarlo.

—¿Y Jasper?— pregunto por su hermano, necesitaba saber que seguía con vida.

—El Capitolio se lo llevó, junto con Peeta y Johana — le dijo Finnick, ahí su sonrisa desapareció.

Maggie siempre tuvo como prioridad salvar a Katniss, pero nunca se pasó por su mente las demás personas, tenía que admitir que convivir con ellas se había transformado en algo agradable y que incluso se preocupada por ellas. Peeta y Johana no debían estar ahí.

El Capitolio no tenía al sinsajo, pero si tenían a lo que más amaba el sinsajo . Snow usaría a Peeta en contra de Katniss, le encantaban aquellas cosas.

—Hay que sacarlos de ahí, no sabes realmente sus métodos de tortura — le dijo Maggie, ella conocía ese mundo—Crees  conocerlo, pero no has convivido en su burbuja diariamente. Peeta y Johana desearán haber muerto.

Finnick sabía que entendía bien aquello, la magnitud de las cosas que era capaz Snow.

De repente volvió a aparecer la figura de Jenny en la puerta, ella ya traía puesto casi un tipo de uniforme. Su prima le sonrió a Maggie.

—Te tengo una sorpresa — le dijo—No soy la única.

Apareció en el umbral Mimi, Tommy y Damián. Maggie no entendía como ellos habían llegado ahí y porque sabían.

Su mirada se encontró con la de Tommy y este le dio una mirada rápida a Finnick y luego a Maggie.

Gods & Monsters  ||| Finick OdairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora