Gods & Monsters ||| Finick Odair

7.

—No te preocupes Maggie, tienes varias posibilidades de no salir seleccionada —le dijo Iris detrás mientras la ayudaba a ponerse su collar.

Hoy era el día de la cosecha, Maggie se encontraba vistiéndose para aquella ocasión, llevaba puesto un vestido negro ceñido que llegaba un poco más abajo de las rodillas. Su estilista dijo que debía verse lo más sobria posible, su cabello llevaba un poco de volumen para que pareciera un poco más salvaje.

—Si— ella le sonrió, nadie sabía de los planes que estaban en su mente.

–Jasper ya está casi listo —le aviso Iris.

Maggie salió de su habitación y se acercó a la habitación de su hermano, su puerta estaba entre abierta, lo observo y este estaba sentado en su cama mientras miraba hacia afuera. Quizás lo que más le complicaba a Jasper no era matar personas en los juegos, sino ir con personas que si le importaban a estos, a pesar de todo él respetaba mucho a Mimi, su hermana y su madre.

—¿Listo?—le dijo Maggie desde la puerta a su hermano.

—Si— él se puso de pie y se acercó a ella.

Los dos con Iris salieron del apartamento y bajaron por el ascensor, afuera del edificio los estaba esperando su auto que los llevaría al lugar. Luego de minutos llegaron al centro, ahí es donde se organizaban las cosechas.

—Esperen —Iris detuvo la puerta del auto antes de que bajaran—Pase lo que pase seguiremos siendo familia.

—Si— los dos dijeron mirándola.

—Así que ahora vayan— ella dijo mientras arreglaba un detalle del traje de Jasper.

Los dos bajaron del auto, Maggie enrolló su brazo en el de su hermano y caminaron hacia el escenario, la gente gritaban sus nombres. Subieron al escenario y se separaron para cada uno posicionarse en su lugar correspondiente, a su lado estaba Mimi y unos puestos más allá su madre.

—Hola— le dijo su amiga en voz baja, Maggie le sonrió en forma de saludo.

Subió al escenario Maddie, la mujer era la encargada de elegir a los tributos del distrito 1, pero en este caso sería a los vencedores que irían a los juegos.

—Bienvenidos, bienvenidas a todos a la celebración del septuagésimo quinto aniversario y tercer vasallaje de los juegos del hambre —ella sonreía—Igual que siempre... primero las damas.

Ella se acercó a la esfera que contenía varios papelitos, la mujer introdujo la mano y mezcló un poco para luego sacar uno. Se acercó al micrófono y abrió el papel.

—Y la vencedora elegida es Talia Wood —dijo Maddie, todos quedaron en silencio por un momento.

Su madre le dio una mirada para enseguida dar un paso hacia adelante y acercarse a la mujer.

—Me ofrezco como voluntaria—Maggie dio un paso hacia adelante, toda la audiencia parecía sorprendida, incluso su hermano y su madre.

—Bueno, tenemos una voluntaria, ven cariño— Maddie le hizo una seña con su mano a Maggie, ella avanzó hacia allá y pasó al lado de su madre que estaba dejando el puesto —Nuestra vencedora tributo es Talia Wood. Ahora continuaremos con los hombres.

Todo el mundo permanecía en silencio, Maggie se encontraba junto a Maddie y trataba de sonreír, parecer que esa era lo elección más sincera y que estaba orgullosa de pertenecer al distrito 1.

—El vencedor varón es Baron Roctroll—dijo, este dio una paso adelante, Baron era uno chico que había ganado hace unos pocos años los juegos.

—Me ofrezco como voluntario —dijo Jasper, Maggie giró su vista hacia atrás, eso no debió ocurrir.

—Al parecer tenemos dos voluntarios, ven —lo llamo Maddie —Con ustedes los hermanos Wood, los tributos de estos juegos.

Jasper se posicionó al lado de su hermana, estos se tomaron de la mano y la alzaron hacia arriba, mostraron que estaba unidos y que eran lo mejor que tendrían estos juegos. Todos los presentes gritaban y aplaudían.

Todos bajaron del escenario, sabían que era la hora de hacer sus maletas porque mañana llegarían todos los tributos al lugar de concentración. Ninguno de los hermanos se dirigió la palabra en el trayecto al auto.

Junto a Iris subieron al auto, ella trataba de entender lo que había pasado, ninguno de ellos debió ofrecerse como tributo. El auto se detuvo frente el edificio donde vivían.

—Nos gustaría estar a solos, Iris—Jasper la miro, ella asintió con la cabeza.

Los dos se bajaron del auto y subieron a su hogar, al llegar Maggie se quitó los tacones y se sentó en el sillón.

–¿Porque lo hiciste, Jasper?— le pregunto ella mirándolo —Tuviste que haber dejado a Baron, tenía que ser así.

—¿Porque te ofreciste como tributo tu?— le pregunto mirándola—Tú nunca te ofrecerías por mamá, ella sabe cuidarse sola.

—Porque sentí que no merecía ir —mintió Maggie.

—Maggie te conozco mejor que nadie — le dijo Jasper sentándose frente a ella —¿Que planeas?.