23.

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Talia estaba impaciente, caminaba de un lado al otro por el gran salón de la mansión de Snow, ni siquiera le gustaba estar ahí, pero la situación lo ameritaba. Sus tacones resonaban en el mármol del piso, el presidente la había llamado hace algunas horas.

De repente la puerta se abrió y entró John, era un de los hombres que trabajaba para Snow. Ella se detuvo y lo miro.

—El señor Snow la está esperando— le dijo, Talia asintió con la cabeza.

Ella siguió al hombre hasta el salón de Snow, al llegar dos hombres abrieron las grandes compuertas para que ella pudiera entrar. Al hacerlo vio inmediatamente la a Snow y una figura sentada de espaldas, cuando entró las compuertas se volvieron a cerrar.

—Talia, te estábamos esperando :—dijo Snow dándole una pequeña sonrisa.

—Presidente — ella le sonrió y caminó hacia donde estaba la otra figura.

Sus pasos eran lentos y cuidadosos, daba a entender lo tranquila que estaba. Era Jasper el que estaba sentado, él le dio una mirada rápida a su madre cuando está llegó a su lado. Él tenía un ojo morado que casi estaba cerrado y algunas raspaduras.

—Jasper — ella tocó el hombro de su hijo y le dio una media sonrisa.

—Pudimos rescatar a Jasper,  pero al parecer los rebeldes se llevaron a su hija —la miro Snow.

—Mi hija pudo haber sido tomada como rehén por aquellos rebeldes—Talia lo miro también—Usted sabe que Margaret adora al Capitolio tanto como nosotros.

Jasper en cambio no decía ninguna palabra, su mente seguía en la arena y con lo que le había dicho su hermana. Se limitó a escuchar lo que hablaban.

Snow solo le sonrió a Talia, siempre le pareció una mujer fascinante, incluso le recordaba a una mujer que había conocido. Quizás Maggie y ella le recordaban a esa chica.

—Fue un placer haber estado a disposición del Capitolio — dijo por primera vez Jasper —El Capitolio es mi hogar.

—Me parece increíble su entrega hacia mi, los verdaderos siempre son recompensados —dijo mirándolos.

—Usted sabe que nuestro corazón esta en este lugar, que estaremos con el hasta el final—sonrió Talia—Estamos a su disposición siempre. Jasper quizás necesite descansar un poco, pero estará listo. Ahora si nos permite...

Jasper se puso de pie y se dirigiendo los dos a la puerta, pero antes de que se abriera la voz de Snow los detuvo.

—Talia — le dijo a lo que ella se volteó— Se me informó hacía unas horas la desaparición de Jenny Detuch, Mimi Fruckton, Thomas Thrompson y Damián Prov.

Talia no dijo nada, se voltio y salió del salón junto a su hijo.

Snow ya sabía.

Caminaron por los largos pasillos de la mansión y llegaron a la salida, ahí los estaba esperando un auto que los llevaría a su hogar. Bajaron las grandes escaleras y subieron.

Adentro del auto Jasper miro a su madre, no entendía nada.

—¿Que...— pero fue interrumpido enseguida con un gesto de silencio.

Talia negó con la cabeza y hizo un suavemente moviendo de cabeza señalando al conductor.

Gods & Monsters  ||| Finick OdairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora