Gods & Monsters ||| Finick Odair

8.

Maggie tomó asiento en su cama y miró el reloj que se encontraba en la mesa de al lado, este indicaba que era más de media noche. Se puso de pie sigilosamente y se acercó a su armario para buscar algo que ponerse, luego de hacerlo salió de su cuarto y salió del apartamento en silencio.

Tomo el ascensor y apretó el botón con el número 4, subió hasta el piso. Al llegar se abrieron las puertas y notó que todo estaba oscuro, camino por el pasillo y dobló hacia otro cuarto, al llegar al salón pudo divisar una figura que sostenía una cuerda en sus manos.

—No sabía que hacer nudos te ayudaba — ella le dijo mientras estaba en la entrada del salón, Finnick levantó su vista y automáticamente apareció una sonrisa en su rostro.

—Margaret — él le dijo mientras dejaba la cuerda a un lado y se ponía de pie.

—¿No puedes dormir?— esta le pregunto, Finnick se acercó con las manos en sus bolsillos.

—Veo que tú tampoco— él se detuvo frente a ella y cruzó sus brazos.

Se ve muy bien con ese chaleco, fue el pensamiento que se le cruzó a Maggie por su cabeza cuando este se encontraba frente a ella.

—Si— Maggie asintió con la cabeza mientras sonreía.

Extrañamente podía ser ella misma cuando estaba con él, pero al mismo tiempo esa situación le parecía extraña porque ni siquiera sabía cómo era ella realmente.

—Vi que te ofreciste como tributo— Finnick la seguía mirando, él le sacaba varios cabezas de altura a pesar de que Maggie era bastante alta.

—Ajá —se percató de cómo este se acercaba aún más, eso no pudo evitar poner nerviosa a Maggie.

Finnick se acercó a su rostro, pero luego se desvió hacia su oreja, ella podía sentir la respiración de él en su rostro.

—¿Sabes el plan?.

Le susurro suavemente al oído, otra corriente eléctrica recorrió el cuerpo de Maggie. A Finnick también lo recorrió una sensación extraña.

—Si— ella le respondió, este se alejó y volvió a su posición.

Dejaron de intercambiar palabras por unos segundos, sus miradas se encontraron en la completa oscuridad y ninguno podía apartar su vista del otro. A Finnick no le molestaba estar cerca de Maggie, aunque para todos ella representaba una amenaza, para él no lo era.

Para Finnick solo era Maggie y para Maggie solo era Finnick.

—¿Estás nerviosa por los juegos?—le preguntó, ella negó rápidamente con la cabeza.

—No, pero lamento encontrarme en esta situación con Jasper—Maggie soltó un suspiro—Y lamento que también esté Mags en esto.

—Si—Finnick bajo su mirada.

—Pero la protegerás —Maggie acarició el brazo de Finnick, nunca de ella había nacido una acción así, solo con su hermano.

Él levantó su vista y la observó.

—Ya tengo que volver, mañana será un día largo.

—Así es —carraspeó este saliendo del pequeño trance en el que estaba —Buenas noches Margaret.

—Buenas noches Finnick.

Ella le sonrió para luego dirigirse hacia el ascensor, Maggie le dio una última mirada antes de entrar a este.

(...)

Katniss, Peeta y Haymitch se encontraba en el salón del departamento, habían llegado en la mañana y ahora se encontraban analizando cada cosecha. Katniss y Peeta estaban sentados en el sillón mientras Haymitch estaba junto a la gran pantalla.

—Margaret y Jasper, distrito 1...— dijo Haymitch en el momento que aparecieron los dos en la pantalla, los dos estaba con sus manos en altos — Son hermanos, Jasper ganó sus primeros juegos a los 15 y años más tarde Maggie a la misma edad, los dos son considerados tributos letales. Para Maggie usar los cuchillos es como comer y ni hablar de su hermano Jasper con la espada, nunca se habían visto algo como ellos.

—Yo ya la había visto, incluso hablamos en la fiesta — le dijo Peeta a Haymitch mientras observa a a la chica en la pantalla —Más bien ella solamente hablo.

—¿Alguna debilidad?— le pregunto Katniss.

—Ese es el problema, no hay ninguna — le dijo mirándola —Su linaje viene de generaciones de ganadores, sus padres, sus tíos, sus primos. Van a querer tenerlos como aliados.

Katniss solo observaba a Maggie en la pantalla, se sentía un poco intimidada.