Gods & Monsters ||| Finick Odair

19.

La arena era como un reloj, Katniss lo había descubierto gracias  a las palabras de Wiress.

—Wiress, eres una genio — le dijo Finnick pasando junto a ella.

Habían ido al centro de la cornucopia, creían que ese podía ser el lugar más seguro después de darse cuenta que los demás no lo serían.

Maggie miro hacia la arena y se le vino a la mente su hermano y donde podría estar, muerto sabía que no estaba, pero que tampoco estaba pasándola tan bien.

—La punta marca las doce — dijo Peeta, Maggie dejó de mirar hacia allá y se acercó hacia ellos.

—Ahí caen los rayos a mediodía y a medianoche — Katniss se refería al árbol.

Maggie miro la armas que estaban quedando, se acercó a la sección de cuchillos y tomó algo otros, decidió cambiar la espalda por otra mejor. Una con punta de cuchillo tampoco le hubiera venido mal.

Peeta con su espada hizo un círculo en la arena.

—Entonces de 12 a 1 rayos— comenzó a hablar mientras todos los rodeaban — A las 2 sangre, luego niebla, luego monos.

—De 10 a 11 es la ola ¿y todo lo demás?— pregunta Katniss.

—Quizás tendremos que averiguarlo — dijo Maggie mirandolos.

—Mientras nos alejemos del sector que esté activo estaremos seguros — dijo Peeta.

De repente todos miraron hacia el frente y vieron como Gloss había matado a Wiress, Katniss rápidamente lanzó una flecha haciendo que este muriera.

Maggie sacó sus cuchillos, sabía que su hermano estaba ahí y lo que menos quería es que se enfrentara a ellos.

Johana tiró su hacha y cayó directo en el pecho de Cashmere, ya habían acabado con los hermanos.

Maggie vio venir a Brutus, él no era de su agrado. Maggie lanzó uno de sus cuchillos y le dio en el hombro, este tiro su lanza para tratar de matar a Peeta, pero Finnick lanzó su tridente. Apareció Enobaria y hirió a Finnick también en el hombro.

—Maldita perra — susurro Maggie para ir detrás de ella.

Ellos eran un gran estorbo para su plan.

Se paralizó en un momento cuando escuchó la voz de su hermano, pero no tuvo mucho tiempo de seguir avanzando porque comenzó a moverse la cornucopia. Su arma cayó al suelo y lo primero que trató de hacer fue sujetarse de algo, no quería morir ahogada.

Maggie se sujetó bien hasta que se detuvo. Al hacerlo rápidamente se puso de pie y vio salir a Katniss del agua.

Su hermano se había ido junto a Enobaria y Brutus.

Se acercó rápidamente a Katniss para poder ayudarla.

—Vamos Katniss, respira — dijo Maggie mientras le daba toques en su espalda para que soltara todo el agua que había tragado.

—¿Estas bien?— le pregunto Peeta junto a ella, Katniss solo levanto su dedo pulgar.

—Vamos por lo que necesitamos y salgamos de esta maldita isla— dijo Johana.

Maggie se puso de pie y se acercó a las pocas armas que quedaban, muchas habían caído al agua. Escogió otra espada y unos pocos cuchillos que quedaban, también tomó un hacha. No la había usado muchas veces, pero sabía cómo usarla.

Salieron de la cornucopia y fueron hacia la arena donde ya estaban formando un plan, contaron a todos los que estaban vivos. Pero algo llamo su atención, una voz, era la voz de Iris.

—Ayúdame Maggie, por favor cariño — escucho y no dudo en correr.

Era un charlajo, pero ella sabía que los charlajos imitan las voces.

—Es solo un charlajo, Maggie — le dijo Katniss cuando estaban las dos en la selva.

—Ellos imitan voces Katniss, imitan a personas reales — dijo y de repente escucho otra voz.

Era Tommy pidiéndole ayuda.

Maggie corrió en busca de aquellos parados, Katniss los mato a todos, pero cuando trataron de volver había un muro invisible entre ellos y los demás. Maggie solo podía escuchar los miles de charlajos de Tommy y Iris que pedían ayuda.

                                (...)

Había pasado la hora, una hora larga en donde Maggie se imagino en qué situación podía estar cada uno.

Ellos eran las personas más increíbles que ella había conocido y Snow no merecía ni tocarles un cabello.

—Maggie ya pasó— era Finnick tocando su hombro.

—Snow cayó demasiado bajo — dijo mirándolo –Iris, Tommy.

Dijo lo último en un susurro.

—¿Estas bien?—le pregunto Johana.

Maggie asintió con la cabeza.

Finnick la ayudó a ponerse de pie y se alejaron un poco de los demás.

Había algo dentro de Finnick que le hacía querer que nada malo le pasará a Maggie y no entendía porque. La miraba y era como contemplar algo increíble.

Él acomodó un cabello de Maggie que cubría su rostro, eso hizo que ella pudiera sonreír rápidamente por un micro segundo.