CAPÍTULO 19

95 6 16
                                    

Esmeralda

Kiara

Bajamos las escaleras del edificio y me encuentro a Kenji esperando delante de una camioneta negra. Al lado de esta, veo como Jack sale de su Aston Martin y viene hasta nuestro lugar.

Kenji se acerca hacia mí y me besa la mejilla sin pararse a verme detenidamente.

—Estás preciosa, gatita negra —me toma de la mano y me ofrece un ramo de... margaritas, nuevamente.

Yo sonrío por no ser maleducada, pero en verdad que odio estas flores. No siento que sean para mí, además de que abordan el recuerdo de alguien con el que estoy harta de convivir.

Le agradezco y veo como Thalia gira los ojos con una mueca asqueada. Nunca le gustó mi relación con Kenji, ella siempre me apoya en todo, incluso en esto, pero eso no significa que pueda tolerar su existencia.

Ella se sube al coche junto a su novio y yo me subo acompañada con Kenji. Nada más entrar, ya estoy deseando salir porque veo como tendré que compartir oxígeno hasta del propio coche con esta familia.

Me siento en el asiento de la izquierda de tal forma que queda enfrente de mí Katsumi Suzuki, la madre de Kenji, que me repara de arriba hacia abajo por debajo de sus gafas de sol.

Gafas de sol por la noche, ingenioso.

Lleva un vestido costoso de Versace negro con joyería dorada. Su cabello está sujeto a un moño alto y me fulmina con la mirada como si quisiera asesinarme.

Yo por mi parte, enderezo la espalda y cruzo mis piernas, dejando mi mano derecha por encima de la izquierda. La observo detenidamente a los ojos, sin expresar ninguna emoción. Una simple mirada que basta para intimidarla y que aparte la mirada de mi persona murmurando algo en japonés que yo no comprendo.

Su esposo la mira de vuelta y posa su atención en mí y en mi anillo de compromiso. Él le responde igual de malhumorado mientras yo formulo una leve sonrisa de victoria.

Una mujer silenciosa y sonriente es más peligrosa que cualquier ser que podría llegar a existir.

Dirijo mi visión hacia la gran ciudad y observo los rascacielos perderse con la oscuridad de la noche.

Kenji toma mi mano con el anillo y lo acaricia dejándolo en su regazo. Prometió merecer mi sonrisa, veamos si es cierto.

Un aire agradable pasa por la ventanilla y no sé si sea eso lo que ha calmado mi humor de perros, o ver como simplemente no han encontrado las palabras correctas para lanzar veneno contra mí.

Cambié mucho desde la última vez que me vieron.

Y sí, dejó de importarme lo que opinen de mí al parecer. Porque las miradas juzgantes siguen, pero ciertamente no me molesta, sino que engrandece mi ego.

Soy yo el centro de atención de sus vidas por mucho que me odien, mientras que para mí, ellos no son más que personas insignificantes en la mía.

Finalmente llegamos a la entrada del gran museo Metropolitano De Arte de Nueva York, y bajan primero mis futuros suegros, siguiéndoles el paso mi prometido. Bajo yo la última sujetándome de la mano de Kenji y los flases de las cámaras me iluminan el rostro.

Los padres de mi pareja no dejan de sonreírle a las cámaras y reporteros mientras que Katsumi se detiene por momentos para conceder autógrafos a los fanáticos que no dejan de clamar su nombre.

Yo por otra parte, tomo el brazo que me ofrece Kenji y camino junto a él hasta las escaleras del inicio. Cientos de reporteros nos preguntan una y otra vez la fecha de la boda, la historia de nuestra relación y varias cosas del estilo mientras que nosotros simplemente seguimos nuestro caminar.

Devious Secrets  +18 (español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora