Devious Secrets +18 (español)

CAPÍTULO 32

Llamas de sangre

Kiara

—Jamás entenderé a las personas que son team Stefan —dice Thalia sirviéndome un plato de pastel de fresa—. Y sí, estoy hablando de ti, Olivia.

Mi madre se encoge de hombros orgullosa.

—Él es muy adorable e inocente —dice y yo frunzo el ceño—. Es guapo y fue el que mejor cuidó a Elena.

Thalia gira sus ojos y me da el plato con fuerza.

—Desde luego que lo hizo, sobre todo cuando perdió su humanidad...

Olivia trata de replicar pero aprieta la boca. Suspira y sonríe rendida.

—Bien, ahí tienes razón.

—Por supuesto que sí —responde mi mejor amiga de forma altiva—. Todo el mundo sabe que Damon es el mejor personaje, ¿verdad, Kiara?

Sonrío probando la tarta que ha preparado mi madre para merendar antes de mirarlas.

—No sé, yo prefiero a Klaus y Elijah Mikaelson —sonrío de lado sabiendo que tengo el mejor gusto de todas.

Thalia frunce el ceño. Se sienta en el sofá grande de la casa de mi madre y bebe de su copa de vino.

—Tampoco lo entiendo —dice—. Amo a Klaus pero Elijah es bastante noble para mí.

Suspira.

—¿Y tú Kim?

Volteamos hacia ella y de pronto mira hacia los lados algo desconcertada y nerviosa.

—Em... Pues...

—¿Tú también eres team Stefan? —pregunta Thalia y ella niega con la cabeza con una sonrisa contenida—. ¿Team Damon? ¿Team Mikaelson?

Niega nuevamente y la miro interesada por saber su respuesta.

—¿Entonces quién? —pregunto.

—Yo... Yo amo a Enzo —confiesa y su rostro se vuelve completamente rojo de la vergüenza.

El silencio invade la estancia y todas la detallamos sin saber qué ni cómo contestar.

—Ella ganó —dice finalmente mi madre y yo y mi mejor amiga la apoyamos.

—Definitivamente —dice Thalia—. Esa opción nunca la he reconsiderado...

Kim sonríe aún tímida y yo me termino mi pastel.

—Bueno, dejemos de hablar de personajes ficticios y hablemos de las celebridades que irán al evento más importante del año —dice Thalia emocionada—. Me encanta chismosear sobre las vestimentas que llevarán.

Kim la respalda con entusiasmo y buscan en la televisión el canal que informa sobre los cotilleos de Nueva York.

Ellas empiezan a opinar sobre los distintos vestidos y trajes mientras yo me tumbo en otro sofá junto a mi madre recordando a mi jefe.

Él no pudo desaparecer de mi mente desde lo que me confirmó esta mañana.

Él no se va a casar, ni si quiera lo planeaba.

Él siempre tuvo razón cuando admitía lo que pensaba sobre mí.

Sin embargo, él también aceptó que jamás se enamoraría del enemigo.

Aunque yo jamás llegué a ser su verdadera enemiga.

Una notificación hace vibrar mi móvil y lo tomo sonriendo al ver de quién es.