CAPÍTULO 26

104 4 20
                                    

Corazón de fuego

Kiara

¿Alguna vez sintieron una rabia contenida pero que son incapaces de mostrar o si quiera identificar?

Bien, eso es justamente lo que siento en este mismo instante. La ira que recorre mis venas solo se transmite al exterior con mi silencio.

Siento la necesidad de analizar cada detalle de mi alrededor y sobre todo con la información que ya tengo. Algo malo está a punto de ocurrir y yo debo de frenarlo o será mi fin.

Mi mente no ha dejado de maquinar desde aquel día que ví la sombra de la persona anónima. Necesito ser sigilosa en todo movimiento que realice ya que, a pesar de saber que Kenji pertenece a la mafia, no puedo delatarme tan fácilmente o perderé enseguida.

Por eso me mantengo distante, aceptando toda petición que me propone para poder saber hasta dónde quiere llegar con su plan.

Y ciertamente, me siento bastante estúpida por no haberlo deducido antes. Los secretos que siempre me ocultaba, y las justificaciones de sus mentiras eran más que suficientes evidencias.

No obstante, ya no pienso ser más su peón para lo que sea que me siga ocultando. Voy a descubrir cada una de sus mentiras y lo haré pagar por ello, dejando de lado todo sentimiento que tengo hacia él.

Mis sentimientos hacia él ahora no son más que una mera ilusión. Él es un peligro, siempre lo fue. Aunque una pequeña parte de mí intenta creer que no, que simplemente él no sabe nada sobre lo que pasé por culpa de esa organización criminal, otra parte de mí no deja de gritarme que él lo sabe a la perfección y aun así me lo oculta.

Mi cuerpo con el vestido blanco de novia se refleja en el espejo y admiro mi bella silueta y lo bien que me veo con él puesto.

Acaricio mi cintura y poso ambas manos en mis caderas antes de alzar la mirada hacia mi rostro. Mi determinación y mi calma son lo único que puedo detectar.

Me perfecciono los labios pintados de rosa palo oscuro quitando los excesos de labial. Este color no es el que suelo usar y no me siento del todo cómoda con él, pero para jugar el papel de una Kiara inocente es perfecto.

Mi cabello completamente alisado, permanece suelto hasta la altura de mi cintura con una bonita trenza de cascada, y con dos mechones a los lados de mi rostro.

Sonrío en el espejo dulcemente y me convenzo de mi lado ingenuo. Sigo arreglando mi vestido hasta que escucho pasos procedentes del pasillo del hotel.

Me volteo esperando la entrada de mi mejor amiga y así lo hace. Lleva un vestido violeta pastel y su cabello cae en ondulaciones por uno de sus hombros.

—Te ves preciosa, gatita negra —sonríe orgullosa admirándome.

—¿Crees que me veo lo suficientemente convincente?

Ella me toma de las manos y posa su mirada sobre mi cuerpo y luego recae en mi rostro.

—Más que convincente —responde—. Hasta yo me lo habría creído si no me lo hubieras dicho.

Me volteo nuevamente hacia el espejo viendo a mi amiga desde este.

—Prometo que después de la boda le cortaré las pelotas a ese malnacido.

Río suavemente.

—No puedes hacer eso, Thalia —le digo—. Al menos no hasta que logre saber qué es lo que planea con exactitud.

—¿Y eso lo piensas lograr casándote con él?

—Eso me mantendrá más cerca de lo que sea que quiera conmigo.

Devious Secrets  +18 (español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora