CAPÍTULO 31

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¿Amor?

Kiara

Mi visión recae en el techo al tiempo que curvo la espalda sintiendo los besos que Rowan dibuja por mi piel hasta llegar a mi estómago.

Trago saliva con las mariposas que provoca en mi cuando levanta su mirada hacia mi rostro. Sus ojos grises y azules impactan con los míos verdes. Toma una de las manos con las que yo acariciaba su pelo y besa la cara interna de ella.

El simple acto me eriza la piel y vuelvo a pegar la cabeza en el colchón de mi cama cuando avanza por mi cuerpo. Sujeto fuertemente su cabello y pego mis rodillas a su cabeza.

Jadeo finalmente y no tarda en ponerse a mi altura, besándome y probando el sabor dulce de su boca.

—Me gusta cuando haces eso —sonrío sintiendo mis mejillas arder.

Él las acaricia antes de tocar mi labio inferior. Prosigue con su trabajo y yo me someto ante él gustosa durante horas que me hacen tocar las estrellas.

No obstante, mis ojos se abren de golpe cuando siento el sudor que empapa mi cuerpo. Me siento y quito las sábanas de mi cuerpo intentando no pensar en lo que acabo de soñar.

Rowan.

Demasiado cerca de mí.

Bastante, diría yo.

Me echo el pelo hacia atrás y trato de despejar mi mente, pero el calor y el sudor me lo niegan. Alzo la vista hacia la puerta de mi habitación cuando veo a Thalia entrar.

—Buenos días, dormilona —me saluda posándose en el marco de la puerta con un tono vacilón—. Escuché unos ruidos hace un momento, ¿está todo en orden?

Me levanto de la cama y suspiro al abrir la ventana y oler algo de aire fresco.

—Sí —miento volteándome y apoyándome en la ventana.

Enarca una ceja y me detalla más tiempo del que debería.

—¿Qué?

—Ayer volviste muy tarde, ¿fuiste a su casa?

—Así es —digo viendo por el ventanal—. Creo que lo podías suponer por las noticias.

—No, Kira —se acerca—. No hablo de tu estúpido prometido, estoy hablando de tu jefe.

Me volteo hacia ella y bebe de su café mañanero.

—Sí, por desgracia —suelto lo último en un susurro que ha oído a la perfección.

—Me imaginaba que no fue del todo bien, de otra forma no estarías en tu cama soñando con lo bien que su bo...

—Thalia —la freno sintiendo mis mejillas arder.

El timbre de la puerta suena inesperadamente y lo uso como excusa para escaparme de la charla.

—No seas así, Kira —dice cuando me encamino a la entrada—. Merezco conocer los detalles.

Giro los ojos y abro la puerta esperando encontrarme con alguien, pero no hay nadie, solo una caja negra con bordes dorados y una cinta del mismo color. Forma un lazo al que viene enganchado una tarjeta.

Me agacho para tomarla y es bastante grande y pesada. Cierro la puerta con el talón del pie y busco la mesa del salón para posar la caja encima.

—¿Qué es eso? —pregunta Thalia con gran interés.

—No lo sé, lo encontré delante de la puerta.

Me siento y leo la carta con ondulaciones doradas y lo primero que puedo ver es el gran título.

Devious Secrets  +18 (español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora