Devious Secrets +18 (español)

CAPÍTULO 24

A centímetros de distancia

Rowan

Kiara se separa de mi cuerpo y se limpia las lágrimas que ha dejado caer. Ella intenta constantemente no mostrarme su lado frágil, y su confesión me ha dejado bastante aturdido.

Quizás ahora puedo comprender qué era aquello que me conectaba tanto con ella, y es que los dos tuvimos que perder al ser más importante de nuestra vida.

Los dos tuvimos una infancia bastante parecida.

—Te traje un regalo —digo y levanta la mirada.

Alcanzo la cajita roja que permanece en mi bolsillo bordado en dorado el nombre de "Cartier".

Ella abre los ojos sorprendida y le muestro el contenido de su interior. Es un brazalete de oro con pequeños tornillos, y con una cadena unida al mismo. De esta cuelga una pequeña figura en forma de estrella.

—Oh por dios... —dice asombrada acercándose—. No tenías por qué molestarte.

—Jamás serás una molestia para mí, Ki. Al menos no una tan grande —bromeo.

Kiara me entrecierra sus bellos ojos. Saco el brazalete y se lo pongo en su mano. Ella detalla la joya precisamente y nota el escrito detrás de la estrella.

"Эта звезда принадлежит мне"

—¿Qué significa?

—Es mejor que lo averigües por ti misma.

Ella me admira desde abajo y veo el brillo de sus ojos, ese mismo que ví cuando reía junto a Rigel encima de mi cama.

Este pequeño detalle me aclara el hecho de que ella jamás fingió del todo aquella noche, ella realmente sentía lo que me demostró, pero aún así, ella lo usó para su plan.

—¿No estarás tramando algún otro plan en contra de mí? —pregunto frunciendo el ceño.

Ella borra su sonrisa y me golpea suavemente en el hombro.

—Te merecías un golpe de realidad. Tenías el ego muy subido así que no me arrepiento de nada.

—Lo sigo teniendo, zvezda. Pienso hacer que te enamores de mí.

Ella suelta una carcajada y me da dos golpecitos en el pecho.

—Como dije, sigue soñando, esposo.

—Veremos si dirás lo mismo dentro de unos meses —sonrío victorioso.

Kiara gira al escuchar la voz de Nancy, es la novia y mi prima lejana quién se ha casado con un magnate árabe, un viejo amigo de la infancia.

Ella marcha nuevamente a la boda y yo la sigo con sus tacones en mi mano.

Todas las chicas están reunidas en la pista de baile y Nancy es la que posa delante de ellas y de espalda. Va a lanzar el ramo y cada una se prepara para poder agarrarlo.

—A la cuenta de 3... —dice la novia balanceando el ramo.

—3, 2, 1...

Ella lanza el ramo y todas corren por su busca. Sin embargo, ninguna logra cogerlo ya que este posa en manos de la mujer que permanece a mi derecha.

Kiara lo mira confundida sin pronunciar una palabra y el impacto de la realidad me enfurece, pero intento disimularlo.

Ella se va a casar con mi enemigo dentro de tres semanas y no sé si estoy preparado para verla con alguien más. Pensar que ella será tocada, vista y atada a alguien que no sea yo me hierve la sangre a pesar de no ser absolutamente nada más que jefe y socia.