Devious Secrets +18 (español)

CAPÍTULO 5

Nueva York

Kiara

Salgo de Novikov Enterprises con una sonrisa en la cara sin evitar sentirme tan bien por la entrevista que acabo de presenciar.

Estoy segura de que me aceptarán.

Por eso mismo, paso por las calles de Nueva York sintiéndome en otro mundo distinto de donde viví siempre, como si fuera ya no solo una persona diferente, sino como una persona nueva, con una vida nueva, una mentalidad nueva, y una sensación nueva en el cuerpo. Me siento renovada, y quizás ya entiendo porqué lo llaman la ciudad de la libertad, ya que también me siento libre. Me siento como un pájaro que acaba de ser liberado y que ahora vuela libremente por los cielos de la brillante noche.

Camino con el mentón y con la espalda recta denotando la confianza que tanto me ha costado volver a conseguir. Le sonrío a las personas que me saludan por la calles cercanas a la central park antes de pararme en una cafetería moderna de madera con el estilo de la ciudad y no evito la curiosidad al entrar en ella.

Es un lugar lleno de colores del otoño al igual que tiene bastantes sofás que a simple vista parecen cómodos en una sala mediana a la izquierda cuya entrada es un gran arco esculpido perfectamente en forma de rosas y seres mitológicos, y es que cuando veo toda la estancia me quedo boquiabierta ante la imagen que capta mis ojos.

Este será mi nuevo lugar pacífico. Aquí leeré todos mis libros y tomaré fotos de mis diseños para mi blog.

La idea de haber encontrado un sitio así me fascina y más al ver a la gente de la sala principal con grandes cristales que dan a las vistas de Nueva York y con adornos florales de distintos tipos, alegres por la vida y disfrutando de un momento especial con su pareja o amigos.

Aquí me siento sensible, me siento expuesta al ver un sitio que podría ser perfectamente creado para mí. Este es un sitio que refleja mucho de mi alma, uno que mantendré en secreto y uno que disfrutaré tanto en mi propia compañía.

Voy a pedir mi bebida favorita, Frappuccino de caramelo, antes de dirigirme a la sala de sofás con cristales gigantes y sentarme en uno de ellos, algo apartado de los demás, para poder sacar mi lectura actual y leer en total tranquilidad.

Me mudo a un mundo completamente distinto del que vivo mientras estoy inmersa en letras y palabras que intentan hacerme reaccionar en distintas poses pero lo evito a toda costa ya que no quiero dañar mi imagen hacia la única persona que se encuentra en la misma sala que yo a pocos metros de distancia.

A la vez que levanto la cabeza volviendo a mi mundo para verla, me doy cuenta de que es una mujer que está escribiendo algo en su portátil con unas flores a su lado y...

No son cualquier flores.

Son unas margaritas.

Y mi mente vuela a aquella noche donde me sentí tan ofendida y burlada.

Ese hombre era tan jodidamente insoportable que no entiendo como sus propios guardaespaldas seguían con él cuidándole la espalda. Y a pesar de todo mi resentimiento hacia su persona, trato de olvidarlo lo más fuerte que pueda.

Pero su olor.

Sus ojos intimidantes.

Y su mirada escalofriante.

Son imposibles de olvidar, por más que me niegue a aceptarlo, ese hombre tiene algo que me atrae y no puedo evitar pensar en él hasta en mis sueños.