Devious Secrets +18 (español)

CAPÍTULO 30

Amargo engaño

Kiara

Rowan me observa sin comprender lo que le estoy diciendo, pero sus ojos se ablandan y desaparece su expresión de preocupación.

—Entra —se aparta.

Dudo, pero lo hago. El aroma de esta casa me vuelve a traer los recuerdos que mantengo guardados con especial afecto.

Es un pent-house enorme, con techos muy altos y el gran predominio del mármol negro Marquina junto a detalles en dorado.

Del techo cae un enorme candelabro dorado en forma de telaraña. El salón es gigante y lo decoran sofás del mismo color negro con detalles dorados, y la pared donde se mantiene el gran televisor, tiene un relieve original dándole un toque especial a la estancia.

Camino por la entrada y bajo los dos escalones respirando hondo ante los sentimientos encontrados.

—¿Estás bien, zvezda? —pregunta Rowan cuando me detengo en mitad de la sala.

Me volteo hacia él y me maravillo con la belleza de su heterocromía. Es fascinante como unos ojos pueden causar tanto en mi interior.

Se acerca más hacia mí y no sé porque me empiezo a afligir de esta manera delante suya, pero aún así, evito sacar a flote mis sentimientos.

—No sé como explicarte cómo me siento —digo en un hilo de voz—. Es una especie de ira, humillación y a la vez una decepción que no puedo expresar.

Rowan me analiza comprendiendo lo que estoy tratando de comunicarle y se aproxima a envolverme en un abrazo.

Yo lo estrecho fuertemente mientras veo como en el televisor hace presencia una reportera en la casa de Kenji.

Me separo de él cuando veo como la mansión sigue en llamas que tratan de detener los numerosos bomberos.

—Esta noche se ha producido una gran desgracia para la prestigiosa familia Suzuki —informa—. Alguien ha decidido destrozar ya no solo esta vivienda, sino que a uno de los empresarios más exitosos del país.

Me cruzo de brazos esperando la información que está a punto de dar cuando siento a Rowan posicionarse justo al lado de mí.

—Los profesionales están tratando de hacer su mejor esfuerzo en salvar las vidas que resguardan adentro, la del señor Suzuki y su prima lejana.

Río sarcásticamente ante la mención de la supuesta prima y trato de serenarme cuando veo como, a lo lejos, salen dos personas abrazándose a sí mismos con batas puestas.

La reportera voltea y toda la atención gira ante ellos. Las cámaras disparan los flashes y puedo divisar sus rostros llenos de cenizas.

Bianca está a punto de desmayarse en los brazos de mi ex prometido mientras él pide a gritos que la ayuden.

Levanto mi mentón y veo todo el panorama que está pasando por delante de mis ojos. Mi plan no era matarlos, no así de fácil.

Esperaba que pudieran salvarse la vida el uno al otro ya que mi trabajo con Kenji aún no ha finalizado.

—Eres una pequeña diablo —dice Rowan a mi lado con una sonrisa de satisfacción—. Finalmente te diste cuenta.

Me volteo hacia él y frunzo el ceño.

—¿Tú lo sabías?

Él fija su atención en mí y no asiente, pero yo ya sé la respuesta. Sin embargo, otro pensamiento se cruza por mi mente a la velocidad de la luz.