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Una relación a base de mentiras, no es buena, si tu pareja es tóxica lo mejor es terminar la relación, para no terminar dañados es necesario dejar ir a quienes más amamos.
Pueden ocurrir tragedias si eso no ocurre
Pero a Marte lo dejo ciego el amor... Desde los primeros golpes debió de darse cuenta, después de todo, una constante alerta frente a él se encendió desde aquella vez, como una señal, una señal que decidió ignorar. O tal vez solo era masoquista.
Todo empezó con los raras peticiones (celos, aunque Marte no quería admitirlo); "⸺¡No te quiero ver cerca de Tierra!","⸺¡Te prohíbo volver a hablar con Venus!⸺", "⸺¡Mercurio es malo aléjate de el!". Mismas que decidió ignorar cumpliendo lo que decía su pareja. El no es malo, tal vez inseguro, pero solo lo quiere proteger de los demás, sabe lo que es bueno para él y no podría negarse por más que quisiera, al final siempre termina obedeciendo sus órdenes.
Pero fue tan ingenuo al ignorar las banderas rojas, los consejos que recibió incluso de quien creía el más sabio del sistema solar, por más que quisiera era tan terco que negó todas sus acusaciones, tanto cariño entregado que lo obligó a confiar ciegamente en él.
Hasta que empezaron los golpes...
─── Lo lamento tanto Marte ─── Se disculpó, falsamente apenado por lo que había echo, su mirada cabizbaja no veía a los ojos de su amado ─── no se qué me pasó, y-yo no quise golpearte ─── Las mentiras salieron de su boca como serpientes, tan peligrosas para el que las recibe, un tartamudeo y una pequeña lágrima de culpa que brotó de su ojo.
─── No llores, se que tú no serías capaz de golpearme ─── El moretón en su mejilla producto del reciente puñetazo que recibió dolía, pero no tanto como ver llorando a quien más amaba, con cariño se acercó tomando con ambas manos su rostro limpiando sus pobre ojos tristes, le brindo una sonrisa y un beso en la frente esperando calmar su mente preocupada ─── Te perdono, una y mil veces te perdono...
Por que Marte sería incapaz de dejar a Ceres, no está obsesionado, mucho menos depende emocionalmente de él pues no es tan tonto como para caer en eso. Él tiene la cabeza hueca, lo ama tanto que cree imposible sus golpes voluntarios, claro que fue aproposito pero él se niega a creer en eso, lo ama demasiado.
─── Te amo... ─── Declaró Ceres con una sonrisa en el rostro, con cariño ambos se unieron en un abrazo disfrutando de haber terminado su discusión. Aunque, en el fondo Ceres realmente no lo lamentaba, por lo contrario detrás de él dejaba salir una sonrisa perversa, estaba satisfecho porque Marte callo en su mentira, tan feliz que por dentro gozaba de alegría, pues ahora con certeza libremente podría tomar control en la relación, después de todo jamás recibiría represalias o acusaciones.
