Nueve

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Megan


Una semana, justo eso había pasado después del último día que vi a Tom, una semana que Andy había faltado a clases. Claro que intenté preguntar por él, pero lo único que los profesores me decían, es que no saben nada.

Estoy volviéndome loca, le he envidado miles de mensajes de texto a Tom y nisiquiera se digna en responderme. ¿Será que... lo mató? ¿La tierra se los tragó? Ya no sé que pensar.

Lo peor de todo es que después de que le conté a Mackenzie, no dejaba de regañarme. Me dijo que tenía que parar con esto, pero aún así, no quiero hacerlo, prometí ayudar a Tom y pienso cumplirlo, no descansaré hasta lograr mi objetivo, aunque ya nisiquiera sabía si volvería a verlo. Lo volveré a ver, ¿Verdad?

El estrés me estaba matando, necesitaba salir a distraerme y tratar de dejar todo lo que me atormentaba de lado. Por esa misma razón, en este día Mackenzie y yo iríamos de compras, haríamos cosas de chicas y la pasaríamos bien, o eso quiero pensar.

Ambas caminábamos por las calles de la ciudad, la mayoría del tiempo íbamos en total silencio, por más que intentaba fingir normalidad, no podía hacerlo.

¿Estás segura de que te sientes cómoda?Preguntó Mackenzie, volteando a verme. La miré de reojo y le brindé una sonrisa forzada, nisiquiera era capaz de responderle.

Ambas continuamos caminando y a la misma vez observando detenidamente la belleza de la ciudad, los diferentes negocios, las plantas, las personas moviéndose de un lado a otro.

Un fuerte tirón en mi brazo me hizo frenar, era Mackenzie, por supuesto. Levanté la mirada y estábamos paradas frente a un enorme supermercado.

¡Megan, compremos algo!Fruncí el entrecejo un tanto indecisa, la verdad no tenía ganas.Por favor nena.Insistió. Bufé con molestia.

Está bien.Acepté y antes de que me diera tiempo a reaccionar, esta tiró de mis brazos hasta quedar dentro del supermercado.

Pasados unos diez minutos, esta había tomado todo lo que quería. Ambas nos dimos la vuelta con el propósito de dirigirnos hacia la cajera para pagar, pero una persona bastante conocida en el pasillo, me obligó a frenar.

Era Tom

¡No puede ser, es él!Grité y antes de que mi amiga pudiese responderme, comencé a acercarme a él a pasos apresurados.

¡¿Para donde vas?!Gritó a mi espalda y simplemente la ignoré. Necesitaba una explicación, necesitaba saber porque razón había desaparecido de la nada, y peor aún, ni siquiera respondía un maldito mensaje.

Una vez que estuve cerca de él, bufé con molestia y me crucé de brazos, diciéndole hasta de lo que iba a morir con la mirada. Este me miró extrañado, como si no me conociera, ¿Porque actuaba así?

¡Tom, quiero una maldita explicación de porqué te desapareciste por todo este tiempo! ¿Que carajos pasó, que hiciste con Andy?Empecé a gritar y este mantenía una expresión seria.¿Y porque carajos estás vestido así? Olvídalo... ¡Quiero explicaciones!

Yo...

¡Tú nada, Tom! ¿Tengo cara de idiota? ¿Crees que me he sentido bien en todo este maldito tiempo, sin saber nada de ti, sin saber que mierda pasó después de aquel día?Continué hablando y este frunció el ceño. La verdad ya me estaba enojando, ¿Porque actuaba así?

¡Habla!Grité nuevamente y un silencio nos invadió por completo. Este parecía estar confundido pero yo lo estaba aún más.

No sé de que hablas, pero por lo que escuché, tienes problemas con mi hermano.Me brindó una pequeña sonrisa forzada.

You Stole My Heart | Tom kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora