Veintiuno

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Los días continuaban pasando y todo seguía normal. La amistad de Bill y Megan crecía cada vez más, Gustav y Georg no se quedaban atrás.

Todo parecía ser perfecto, en cambio, no lo era. Tom ha estado actuando bastante extraño con ella. La ignoraba de todas formas posible, pasándole por el lado sin siquiera mirarla o guardando silencio cada vez que le hablaba.

A pesar de que Megan sabía perfectamente el porqué de su actitud con ella, no podía evitar sentirse un poco mal. Para ella se había vuelto costumbre estar cerca de él, conversar e incluso juguetear de vez en cuando.

Ella decidió restarle importancia a su comportamiento después de que Bill le hubiese dicho que no le prestase atención a Tom, ya que el solía ser así y que probablemente se le pasaría.

Pero olvidando todo eso, los ensayos van a la perfección. Los chicos parecen ser profesionales en lo que hacen, cada ensayo es mejor que el anterior, realmente se notaba lo mucho que amaban la música.

Aún quedaba mucho tiempo para seguir perfeccionando, por esa misma razón, Megan les propuso salir de casa para pasar un momento divertido entre amigos.

Por supuesto que todos aceptaron. Bueno, Tom no estaba muy feliz con la idea, pero terminó aceptando para evitar que algo malo les pase. O eso decía él.

¡Maldición!Gritó Bill, dejando un golpe en el gavetero después de tres intentos fallidos por hacerse un delineado en el ojo izquierdo. Logrando así que Megan posara la mirada en él e inmediatamente se paró de la cama para acercarse.

¿Puedo ayudarte?Preguntó, manteniendo una sonrisa burlona en su rostro. Bill se limitó a soltar un fuerte suspiro y se alzó de hombros.

No quiero molestar, Meg

Para mí es un placer.Respondió y Bill le extendió el delineado, ella no dudó en agarrarlo. Tomó el rostro de su amigo entre sus manos, el cerró los ojos y con bastante delicadeza, Megan comenzó a delinear su ojo izquierdo.

Gracias por esto Megan, en serio. Soy una mierda delineando mi ojo izquierdo.Habló Bill, soltando una pequeña carcajada, aún con sus ojos cerrados.Bueno, en realidad lo único que sé hacer a la perfección es mi peinado.

¿En serio?

Si..

Podría ayudarte siempre con tu maquillaje, si así lo deseas.Respondió ella, soltando suavemente el rostro de su amigo, girándolo a ambos lados para verificar que lo hubiese salido bien el delineado. Bien, ya estás.Finalizó y Bill acercó el rostro al espejo.

¡Por Dios Meg, es Perfecto!Gritó con asombro, girando su rostro a ambos lados para apreciar mejor el resultado.El lado que me hice está chueco, comparado con este. Quiero que me arregles el otro.

Bien.Respondió, manteniendo una sonrisa en su rostro.—Siéntate acá.Le pidió y Bill inmediatamente se sentó, mostrándose bastante emocionado.

¿Solo quieres el delineado o...?

De hecho, puedes hacer lo que quieras en mi rostro.Respondió, alzándose de hombros. Megan sonrió ante esa acción.

¿Donde está tu maquillaje?

En ese cajón.Señaló y Megan se acercó a este. Efectivamente ahí estaba todo. Bueno, solo había base, polvo y sombras negras. Megan se vió obligada a reír al ver eso, aún no comprendía porqué Bill se maquillaba, si literalmente era Perfecto.

You Stole My Heart | Tom kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora