Veintinueve

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Megan

Mi novio y yo comenzamos a caminar hasta los chicos con las manos entrelazadas. Mi novio... Aún no podía creer que después de tantas dificultades, después de tantos días deseando que nuestra relación avance, por fin había llegado el día donde podría decir con seguridad que era mío y yo de él, que nos cuidaríamos mutuamente, que nos encargaríamos de hacer nuestros días más felices sin importar lo que eso cueste.

De no haber sido porque tenía que resolver algo con Bill, me hubiese quedado toda la noche junto a Tom, en la playa. Abrazándonos, besándonos, viendo el hermoso anochecer tumbados en la arena. Si, sería genial.

Llegamos a los chicos y casi terminé arrepintiéndome por el rechazo de Bill. Nisiquiera se atrevía a mirarme y encima fingía normalidad, cuando todo estaba mal.

Bill...Le llamé en un intento fallido de ganarme su atención. Este se removió en su asiento, incómodo.Fue muy inmaduro de mi parte haberlos ignorado por tanto tiempo... Sé que soy una estupida pero...

Si, lo eres.Se giró a verme.¡Y encima vienes a hablarme como que no pasó nada, cuando sufrí como un idiota por tu rechazo sin justificación! ¡¿Tienes idea de cuánto deseamos tener tu apoyo en estos últimos días?! ¡Porque desgraciadamente, pensamos que contaríamos con el! Pero que ingenuos fuimos... ¡¿Cierto, Megan?!Y nuevamente me dió la espalda.

La frialdad de sus palabras fue cómo una puñalada al corazón. Mis ojos se humedecieron, mis labios temblaban. Lo peor es que era cierto, les había dado la espalda cuando más me necesitaban.

L-Lo siento, Bill, lo siento...Fue lo único que pude pronunciar entre lágrimas.

¡Pues no parec...! ¿Megan?La preocupación de su voz me tomó por sorpresa. Ya no parecía enojado, de hecho, se acercó hasta quedar lo suficientemente cerca cómo para envolverme en un cálido abrazo.No tienes porqué llorar, Meg. Te perdono, pero no llores más, ¿Esta bien?

B-bien.Asentí mientras ahogaba mis sollozos en su pecho.Te extrañé mucho, Billy.Por instinto ambos miramos hacia atrás y las expresiones que mantenían los demás fue un poco gracioso.

No pues... Si quieren nos vamos para que tengan más privacidad.Soltó Georg con algo de gracia, Gustav dejó un golpe discreto en su brazo.¡Auch, Gustav!

¡Serán idiotas!Solté una gran carcajada y corrí a abrazarlos. Agradecí internamente que a pesar de que nos llevábamos bien, no parecía haberles afectado tanto mi ausencia cómo a los gemelos.

¡Ya me he aguantado demasiados celos! ¡Dejen en paz a mi novia, manada de idiotas!Bromeó Tom, sin embargo, terminó separándome de ellos.Consíganse sus propias novias.Me ruboricé al sentir sus labios sobre mi mejilla.

¡Joder, no puedo creer que somos cuñados oficialmente! ¡Esto hay que celebrarlo!Las sacudidas que Bill nos dió, casi nos hacen caer.

De no haber sido porque estaba muy oscuro y la brisa era demasiado fuerte, nos hubiésemos quedado en la playa. Me sentí un poco frustrada por ello, pero todo eso quedó en el olvido después de haber entrado al hotel. La decoración, las bebidas, ¡Pero si habían planeado todo!

You Stole My Heart | Tom kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora