Veintiseis

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Megan

El ruido de un teléfono se hizo presente. Me removí en la cama, incómoda, abriendo los ojos lentamente, encontrándome con el perfecto rostro de Tom a solo centímetros del mío, respirando tranquilamente mientras dormía.

El teléfono sonaba una y otra vez. Bill bufó con molestia y de un manotazo lo atrajo hacia él, abriendo los ojos con dificultad para ver la pantalla.

Son las puta siete de la mañana, Bill.Se quejó Tom, mientras tapaba su rostro con la sábana, tratando de evitar la luz que golpeaba sus ojos. Has que pare o te lanzo para afuera.

Cállate.Bill lo barrió con la mirada.Es David, tengo que contestar.Y sin decir nada más, aceptó la llamada y vi cómo llevó el teléfono a su oído.

Alguien se despertó de mal humor.Intenté bromear con Tom, pero la expresión de pánico que mantenía Bill mientras hablaba por teléfono, hizo que la sonrisa se desvaneciera de mi rostro.

¡¿Cómo que tenemos entrevista para hoy?!Le escuché decir y eso fue suficiente para que Tom saliera de entre las sábanas, con los ojos abiertos de par en par. P-Pero... No, no es eso David, debiste avisarnos con tiempo. ¡Nisiquiera estamos preparados, no tenemos ropa adecuada!Continuaba gritando y yo ya estaba nerviosa.Si, los chicos están conmigo. ¿Que vendrás para llevarnos de compras? Bien, yo les digo. Adiós David.Y colgó.

Bill se giró hacia nosotros, entonces aproveché la oportunidad para verle mejor. Su pelo estaba algo alborotado, cómo siempre, pero el verle sin maquillaje fue un poco extraño y agradable a la vez. Literalmente era perfecto.

Joder... Yo que quería quedarme en cama.Se quejó Bill, pasando ambas manos por su rostro con frustración.Ni modo, tengo que arreglarme.Finalizó, parándose de la cama.

No te vendría nada mal, hermanito.Soltó Tom, mirándolo con una sonrisa burlona.Pareces la llorona.Lo golpee disimuladamente por su comentario.

¿En qué te afecta mi apariencia, idiota?Preguntó, lanzándole una mirada asesina.

Me baja el autoestima.

Ja-ja-ja, no tienes porqué.

Claro que si, somos gemelos. Pensaré que así de feo me veo.Y no pudo contener más la risa. Me vi obligada a reír también después del almohadazo que le pegó Bill en la cara. Convivir con gemelos puede ser positivo y negativo. Son muchas las risas que logran sacarme, pero no es divertido que se peleen cada dos minutos.

Ya dejen sus pendejadas y vayamos a avisarles a los demás.Pedí y ambos se giraron a verme, asintiendo con la cabeza.

Todos corríamos cómo elefantes por todos lados, alistándonos a paso apresurado. A pesar de que Bill duró una hora encerrado en el baño, ignorando nuestros gritos para que se apresurara, logramos terminar a tiempo.

Ahora estábamos camino a la tienda, junto a David. Nos estuvo hablando en todo momento de lo sorprendido que estaba por el apoyo que estaba recibiendo la nueva canción. Tanto el rostro de los chicos cómo el mio, se iluminaron por completo por la posibilidad de que esto solo era el inicio del éxito que tendrían.

You Stole My Heart | Tom kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora