Diez

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Megan

Habían pasado unos 20 minutos aproximadamente, después de que llegué a casa de los chicos. La mayoría del tiempo Bill y yo nos manteníamos en un incómodo silencio, pero poco a poco este se fue soltando y me estuvo hablando sobre él y los demás para matar el tiempo, ya que Tom se estaba tardando. Me habló de un tal Georg listing, también, ¿Gustav Schafër? Si así era. Georg era el mayor de todos, tenía 20 años, Gustav 19 y los gemelos 18.

Por supuesto que me sorprendí, pensé que Tom tenía más edad, por su tono de voz, claro, y por la forma de actuar, su cuerpo tan marcado y su forma de ser. Quizás las circunstancias lo obligaron a tener que madurar lo antes posible y eso me hace sentir mal. Algo me decía que la infancia de estos chicos no había sido muy bonita que digamos.

Los fuertes suspiros de frustración de Bill me obligaron a desviar la mirada hacia donde él. Este se encontraba en la cocina y por lo que vi, estaba intentando hacer de comer y era un completo desastre.

Me levanté del sofá para acercarme, tendría que ayudarle, de lo contrario, terminaría volviéndose loco.

¿Todo en orden, Bill? Te noto algo frustrado.Hablé y este se giró hacia mi para prestarme atención.

Intento hacer de comer, pero definitivamente no nací para esto.Soltó un suspiro de cansancio. Esto sabe a mierda, lo arruiné.

¿Tan mal sabe?Pregunté y este asintió con la cabeza.

¿Quieres probar?

Si pruebo... ¿Moriré?Pregunté con algo de inseguridad en mi voz. Este se alzó de hombros sin saber que responder.

Suspiré y de reojo miré lo que Bill hubiese preparado, la verdad no se veía muy bien, pero de alguna forma tenía que saber si estaba tan mal como decía. Así que con inseguridad tomé una cuchara para probar.

Con desconfianza empecé a masticar y no puedo explicar la expresión de mi rostro. Dios mío, sabía horrible, tuve que salir corriendo hasta donde podría escupir todo. Bill me miró asustado y después de haber sacado todo de mi boca, empecé a acercarme a él con cara de disgusto.

¿Estás bien?Preguntó con preocupación, me vi obligada a soltar una fuerte carcajada.

Dios mío, Bill. Dale gracias a Dios que eres bonito, porque feo y sin saber cocinar, no son características que van a beneficiarte.Carcajeé una vez más y este se alzó de hombros ocultando una sonrisa.

¿Entonces que puedo hacer?

Yo te ayudaré.

¿Sabes cocinar?Preguntó con cierto asombro en su voz, asentí con la cabeza.Me sorprendes Megan, pensé que no sabías, digo.. Tomando en cuenta que todo lo hacen por ti, porque así funcionan las cosas con los millonarios, ¿Verdad?

Puede ser, pero en mi caso no es así. Es decir, no me gusta que hagan todo por mi, cuando estoy de humor, yo misma me preparo mi comida, incluso puede que ayude con los quehaceres de la casa.Respondí y sus ojos se abrieron con sorpresa.

Wao, genial.

Supongo.Me alcé de hombros y comencé a buscar un saltén a lo que me decidía por lo que iba a preparar.Bill, si no sabes cocinar, ¿Quien lo hace?Pregunté, acercándome nuevamente a él.

You Stole My Heart | Tom kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora