You Stole My Heart | Tom kaulitz

Dieciséis

Fue muy mala idea haber cacheteado a aquel hombre, pero definitivamente la suerte no estaba del lado de Megan y se dio cuenta bastante tarde.

— ¡P-por favor, detente!—Las lágrimas continuaban saliendo con rapidez de su rostro, a medida que sentía los labios de aquel desagradable hombre en su cuello.

A Megan le dolía el hecho de que habiendo tantas personas en el lugar, ninguno era capaz de hacer algo al respecto. ¿Donde carajos se metió Tom? Porque por más que lo buscó con la mirada, no pudo verlo.

Megan apretó los ojos con fuerzas, sintiendo cómo las lágrimas caían sin control alguno por todo su rostro, sintiéndose asqueada y asustada por estar en esa situación, deseando que esta pesadilla terminara y dejar de sentir las asquerosas manos de ese hombre encima de su débil y delgado cuerpo.

Ya cuando estaba lista para lo peor, aquel hombre se separó de ella abruptamente. Por supuesto que a Megan le pareció extraño, pero era incapaz de reaccionar y tan solo se limitó a llorar con más fuerzas, incapaz de mirar hacia al frente. Aunque eso cambió después de haber escuchado esa voz que tanto conocía.

— ¡¿Pero que te pasa desgraciado?! ¡¿Como te atreves a tocarla?! ¡Me las vas a pagar, hijo de puta!

Tom.

El rostro de aquel hombre rápidamente demostraba miedo y arrepentimiento, temiendo por su vida tras estar bajo la mirada llena de ira y el fuerte agarre del chico de rastas en su cuello.

Él conocía muy bien a Tom y sabía de lo que era capaz, también tenía muy en claro que si lo hacían enojar, este perdía el control y se le importaba poner en riesgo su propia vida.

— L-lo puedo explicar, Tom.—Empezó a hablar, notándose bastante nervioso, mientras que Tom hacia su agarre cada vez más fuerte.—¡Yo... Pensé que era una chica más del lugar! ¿No vas a golpearme tan solo por haber tocado a una mujer, verdad? Después de todo es para lo único que sirve...

Sus palabras quedaron cortadas después de haber sentido el impacto del puño de Tom contra su mejilla.

— ¡Ella no, maldito infeliz! ¡Vas a pagar cada asqueroso toque y cada lágrima que provocaste en ella!—Gritó y a partir de ese momento perdió el control de sí mismo y se posicionó encima de aquel hombre, golpeándolo sin piedad alguna, dejando que la ira que sentía se refleje en cada golpe que dejaba al cuerpo de este, el cuál rápidamente empezó a sangrar por la boca y nariz.

Megan, quien se encontraba inmóvil en su asiento, se paró abruptamente, manteniendo ambas manos en su boca a la par que empezaba a negar con la cabeza y lloraba desconsolada.

— ¡No Tom, por favor, no!—Gritó en un intento fallido de que este detuviera los golpes, siendo completamente ignorada.

Los golpes cada vez se volvían más intensos. Los nudillos de Tom habían comenzado a sangrar y por supuesto que él no le tomó importancia, pues en ningún momento detuvo los golpes.

Tal acción aumentó los nervios de la castaña e intentó separarlos por si misma, siendo nuevamente un intento fallido.

Todo empeoró después de que dos personas se unieran al pleito. Estos tomaron a Tom de brazos, apartándolo así del cuerpo de aquel hombre, el cual se encontraba inconsciente y en muy malas condiciones tras recibir tan fuertes golpes de parte de Tom.

Estos se enojaron al ver a su amigo en tal mal estado y estaban dispuestos a descargar la ira en el cuerpo de Tom, pero antes de que pudiesen hacerlo, dos personas más se adelantaron y golpearon fuertemente a estos, logrando que Tom se soltara de su agarre.