You Stole My Heart | Tom kaulitz

Seis

Megan

— ¿Que rayos haces?—Pregunté con confusión al ver que este detuvo la moto y comenzó a quitarse el casco de seguridad.—¡Contéstame!— Solté con molestia por la forma en la que me ignoraba.

— ¡Necesito calmarme, maldita sea! ¡De lo contrario, terminaremos estrellándonos y no quiero eso!—Gritó, mirándome de reojo mientras caminaba hacia adelante.

Bufé con molestia y terminé sacándome el casco de seguridad para seguirle el Paso.

— ¿Y que se supone que tienes que necesitas calmarte?—Rodé los ojos con molestia, caminando detrás suyo.—¡Te recuerdo que estamos en medio de la puta carretera!

— ¡Me vale tres kilos de verga!—Volteó a verme con enojo.—¡Si estoy así es por tu culpa!

— ¿Perdón?—Fruncí el entrecejo con confusión ante sus palabras.—¡¿Que carajos tengo yo que ver?!—Pregunté con un tono exaltado y este volteó a verme, deteniendo sus pasos luego de haber estado caminando sin detenerse.

— ¡Te dije muy claro que me llamaras si necesitabas mi ayuda!—Gritó y mis ojos se abrieron con sorpresa.—¡Las cosas pudieron haber sido peores! ¿Te das cuenta?

—¡¿Y como carajos se supone que iba a llamarte?!—Reí sarcásticamente.—Te recuerdo señor drama queen, que nisiquiera me has dicho tú jodido nombre.—Con cansancio terminé de hablar y un silencio incómodo se hizo presente.

Sus ojos reflejaban molestia, rabia, pensé que no diría nada con respecto al tema pero...

— ¡Tom, joder! ¡Me llamo Tom Kaulitz!

— Así que Tom..—Murmuré, mirándolo fijamente a los ojos.— Quizás si me lo hubieses dicho antes, habríamos evitado toda esta mierda.—Rodé los ojos con irritación, desviando la mirada hacia otro lado.

— ¡Mejor dicho si no fueras tan mala eligiendo a tus enamorados, no hubiera pasado nada de esto!—Bufó con molestia, cruzándose de brazos.—En serio Megan, que mal gusto tienes.— Y escupió sin pena alguna, quizás por asco. Me vi obligada a abrir la boca con sorpresa, sin nisiquiera atreverme a decir una sola palabra.

— Bueno pues..—Agaché la mirada, dando a notar mi más que obvio cambio de humor.— No tenía la menor idea de que era así y.. Después de todo, necesitaba que sucediera esto para terminar de sacarlo de mi corazón.

Con algo más de tranquilidad hablé, levantando la mirada. Su expresión se había relajado, ya no parecía molesto.

— Está bien, pero pudo haberte hecho daño.—La tristeza de su voz me tomó por sorpresa. Aún más después de verlo desviar la mirada, rompiendo el contacto visual que habíamos mantenido.

— Pero eso no sucedió.—Sonreí, tomando su rostro para que volteara a verme nuevamente.— Gracias a que tú intercediste, Tom.—Y lo solté con delicadeza.

La ira que hace un momento reflejaba en sus ojos se había ido, ahora tenían un brillo especial. Mi corazón comenzó a latir rápido debido a ello, no podía hacer nada más que no fuera mirarlo fijamente, perdiéndome cada vez más en sus hermosos ojos cafés.

— No quiero que te le acerques más a ese tipo Megan.—Habló, manteniendo su mandíbula tensa, pareciendo estar molesto.—Porque te juro que soy capaz de matarlo si pone tan solo una asquerosa mano sobre ti.