CAPITULO 11| A RAIN APENAS LE ESTÁN SALIENDO LOS COLMILL-

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MACARENA POV

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MACARENA POV

—¡Maaacaaa!

—¡¿Qué?!— mi mamá entra a mi habitación y yo le devuelvo la mirada—. Ya estaba despierta— sin embargo mis sábanas enredadas en mi cuerpo en el piso de mi cuarto le hacen adivinar que al escuchar la alarma (la última de ellas) he saltado de la cama tirando me en el proceso al suelo. Así nada más.

Ella me mira con una ceja alzada y yo solo quitó mi pelo de mi cara intentando incorporarme del suelo pero no lo logro, estoy muy enredada.

—Venga, levántate. Tengo que salir con tu padre un momento, llegamos más tarde.

—¿A dónde?— pregunto sorprendida y ella se voltea una vez más a mi.

—A una cena romántica, ¿Quien sabe?

—Pero si son las nueve de la mañana, sería desayuno romántico— ella voltea los ojos.

—No vamos a un desayuno romantico, dejemos eso la semana que viene— oh, si. Su aniversario de novios (o eso creo). Si es que viven celebrando aniversarios por todo ya he perdido la cuenta de si es el aniversario de novios, casados, amigos, amigos con derecho, propuesta de matrimonio... Si, por todo literalmente...—. Vamos a algo del trabajo de tu padre. Llegamos por la tarde. ¿No tienes que ir a trabajar cierto?

—No, es sábado— ella asiente y está a punto de salir de la habitación, ¿Pero como se le ocurre dejarme en tales precarias situaciones en el suelo sin un poco de piedad?—. ¡Mamá! Ayúdame a salir de aquí, ¿Eh?

—Ese no es mi problema, maca. Tu te has metido sola en eso— y se va. Y yo lucho como mínimo veinte minutos en desamarrarme mientras que mascullo un montón de maldiciones (que obvio ella no va a escuchar) y mientras que en el proceso me duermo varias veces cabeceando.

Pero luego escucho la puerta de casa cerrarse y luego el auto de papá (que no utiliza casi para nada, es como su segundo hijo) ser encendido.

Así que con todas mis fuerzas me arrastró en pijamas, y con el pelo vuelto un espantapájaros hacia la cocina. Solo que un ladrido me hace brincar en mi sitio y erguirme sabiendo quien está detrás de mi.

¿Tal vez ahora que no están mis padres ponga a prueba el poder de sus súper mordidas letales? Por qué si es así creo que está vez no sobreviviré. Cómo aquella noche en la fiesta de niños.

Yo me volteo con lentitud hacia ella, Rain.

Nos miramos fijamente, su mirada parece casi dulce pero se que es una forma muy efectiva en otras personas de hacer que su víctima baje la guardia (como Raúl, ya esa lo tiene comiendo de la palma de su mano) (o  de las huellas de su pata) (muy bien, creamos nuevos dichos que duraran para toda la vida. Eso es dejar mi huella antes de morir por una mordida venenosa de esa "carita inocente")

Cálido y fríoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora