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Raúl con un temperamento cálido☕
Macarena frío❄️
Raúl optimista y Macarena pesimista.
Raúl alegre y Macarena reservada.
Raúl viendo el vaso medio lleno y Macarena aferrada a verlo medio vacío.
Pero no todo es tan perfecto, a veces no hay...
Nota de autora: Me di cuenta de que nunca puse los modelos de como me imagino a los personajes. Arriba los puse, de todos modos, si ya es muy tarde para los modelos puedes imaginartelo como quieras. A tu imaginación ;)
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MACARENA POV
—¡¡MAMAAAAAÁ!!— Raúl abre la puerta tan de golpe que luego me encuentro a un montón de personas en un comedor giradas hacia nosotros.
Estás son 100 maneras de llamar la atención y que funcione...
Bueno, lo primero que noto es que sin duda la casa de los padres de Raúl es grande. Y hay muchas platas por todos lados. Parece una jungla.
Yo asomo mi cabeza dentro de la casa a un lado de Raúl mirando a todos lados buscando con la mirada un pelaje negro y liso. Pero no encuentro nada, solo un montón de objetos que parecen de los años de sus tataratataratatara abuelos. Incluso la alfombra que hay en el piso parece antigua.
Ambos nos adentramos a su casa y mientras yo no dejo de ver cada esquina y cada pequeño espacio, Raúl mira a su familia con los ojos bien abiertos.
—Joder, cielito...— murmura una voz chillona.
Al instante mi mente se ve obligada a procesar el apodo muy bien, porque... No lo sé, mi cara se gira tan lento hacia esa persona. Cielito...
Mientras siento el tik nervioso en la curva de mis labios, mi cuerpo tensarse y luego mirar a Raúl que con la cara toda roja como nunca se la había visto abre los ojos de par en par murmurando un...
—No... No me digas— al instante la voz vuelve a interrumpirlo.
—¿Porque llegas gritando de esa manera? ¡Me asustaste, Amor! ¿Quieres matarme de un infarto?
—Mamá...
Una señora mayor con canas y ojos verdes parada frente a la mesa con un montón de bandejas en sus manos me recibe. Mira a Raúl con dulzura y luego se voltea hacia la mesa para dejar el montón de bandejas en la mesa.
—¡Pensé que no vendrías amor! Estaba preocupada, pero tus hermanos me han dicho que has salido... Oh...— sus ojos brillosos se fijan en mi—. Cielito, no me dijiste que traías a una chica.
Y dicen que aún la chica peliroja sigue burlándose y atormentandolo llamándolo "cielito" tal y como solía hacerlo su madre a sus veinte viejos años de edad...
—Mamá... Es que...— Raúl se rasca la cabeza al ver el montón de miradas en nosotros. Aprieta su mandíbula y inspira profundo.
—Baby, no hay ningún problema...— dice su madre, por dios... Siento mis labios tensos de tanto aguantarme la risa. ¿Cómo era eso? De que al final te ries es con la mirada ¿O no? Bueno, yo siento que me estoy descojonando aunque sienta que mi garganta ya no pueda contener las carcajadas por más tiempo.
