CAPÍTULO 34| JODER, MACA ¿PORQUÉ ERES TAN TERCA?

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RAÚL POV

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RAÚL POV

Las cosas han pasado muy rápido. Solo recuerdo que Maca corría y corría. Yo la seguía y por primera vez, ella era más rápida que yo sin necesitar hacer algo de trampa.

Pero creo que eso no debería de ser un orgullo. Justo ahora.

Tal vez, otro día, estuviera más orgulloso de ella.

Maca comienza a correr y a cruzar la calle al mismo tiempo. Esto no me está gustando, siento un mal presentimiento y el corazón me va a mil por hora.

Y no es hasta que veo el coche ir en su dirección tocando el claxon, cuando comienzo a ir mas rápido.

No, ella no...

Ella no se paraliza, sigue corriendo, pero el coche está tan cerca de ella y yo me siento como un inútil. Estoy tan cerca y a la vez tan lejos para lo que es necesario hacer en este momento. Y lo único que logro alcanzar a hacer es gritarle que siga corriendo. Ella lo hace, pero no fue suficiente.

Solo ví como calló al piso, hay un montón de gente horrorizada y cuando llegó a ella comienzo a gritar por una ambulancia. Solo ha sido un golpe.

Solo ha sido un maldito golpe...

No le ha hecho nada más grave, pero ella está tirada en el piso.

Joder, Maca. ¿Porqué eres tan terca?

El golpe la ha hecho caer en la acera y ahora puedo ver el hilo de sangre que corre por las heridas de su cara, está muy golpeada y aquella sangre me ciega por unos segundos. Mi cuerpo se congela al ver su cabeza, joder, la sangre cae de allí. Sus ojos están cerrados y aunque respira no puedo evitar culparme.

Ha sido un golpe fuerte, y la mayoría de este, fue en su cabeza. Lo que la ha hecho caer.

Mierda, Raúl. ¿Porqué...?

Tal vez si hubiera sido más rápido no habría pasado esto y yo no actúe con rapidez en el momento en que salió corriendo. No, no puedo hacer nada más que tenerla en mis brazos y la ambulancia se tarda tanto que estoy de los nervios. Hay un montón de personas a mi alrededor y eso está causando que me vuelva loco.

Maca se ha convertido en una parte muy importante de mi, creo que la quiero y no sé que más me pasa. Pero si de algo estoy seguro es de que no seré un imbécil está vez. Maca no puede morir, se me vendría el mundo abajo. 

Siento que mis ojos se vuelven borrosos, y cuando levanto una mano para limpiar mis ojos me doy cuenta de que tengo unas lágrimas rodando libremente por mi cara.

Debería dejar de ser tan sentimental, esto no se trata de mí, se trata de ella y necesita de mi ayuda no de alguien llorando mientras ella está sangrando.

Así que tras eso, la levanto en mis brazos y su cabeza choca contra mi pecho en el momento en que la cargo sosteniendo su espalda con un brazo y la parte tracera de sus rodillas con el otro brazo.

Cálido y fríoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora