CAPITULO 08| PRIMER OBJETIVO: CUPIDO

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MACARENA POV

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MACARENA POV

—¿Que comes?— me pregunta María acercándose bostezando y a mi, se sienta justo a mi lado frente al taburete de la cocina de Raúl y yo me río en la forma en la que truena su espalda al estirarse—. Una estirada más y me quedo sin columna...

—La más exagerada...— comento llevándome una cucharada de cereal a la boca, cereales, lo único que se ve comestible en el apartamento de Raúl.

El nos ha dado permiso de que comamos lo que queramos, no encontraba nada y estuve a punto de rendirme hasta que ví con la mirada iluminada la caja de cereales en el cajón de su cocina, estaba allí, rogando para que le dé una oportunidad, y pues... No le podía decir que no.

Tenía muchísima hambre, en parte también mucho sueño, pero me conformo con comer y luego ya arreglo lo del sueño en casa. Hoy es sábado, no tengo que preocuparme por nada, ni por la biblioteca ya que estos días salen libres.

Justo en el momento en que María se sienta a mi lado mirándome con los ojos fijos en mi, las cejas arqueadas y no se porque, pero siento que no estoy captando algo que quiere hacerme entender. La cuchara se para a tan solo centímetros de mi boca y con extrañeza la bajo preguntándole.

—¿Qué?

—¿Que comes?— yo miro mis cereales y luego a ella.

—Cereales... Con leche, ¿Por?— pregunto al fin, estoy cien por ciento segura de que lo ha visto antes. Ella se encoge de hombros y dice.

—Por nada... Que yo también tengo hambre, ¿Eh?— aclara—. Pero no importa...

—No estoy entendiendo nada de lo que quieres decir— digo por fin, ella suspira dramáticamente y aclara.

—Que tengo hambre, ¿Me compartes de lo que tienes?— pregunta al fin y yo hago una mueca.

—¿Con la misma cuchara?

—Bueno... No sé...— su expresión extrañada se vuelve pronunciada, pero dice al fin—. Si quieres puedo buscarme otra.

—Bien, mejor así— ella se queda un momento perpleja pero luego se levanta a por una cuchara con una sonrisa, no se esperaba que prefiriera que buscará otra cuchara, eso está claro.

Justo en el momento en que se esta sentando a mi lado nuevamente llevando la cuchara al cereal entra Raúl a la cocina llevando su pelo rizado castaño espelucado y mojado, lo que me hace abrir los ojos de una manera perpleja y pasmada al darme cuenta de lo que a hecho.

—¿Te has bañado?— pregunto y el me mira con una expresión confusa al ver mi sorpresa y dice.

—Si maca, como todo el mundo.

—Pero te acabas de despertar— digo yo está vez y el sonríe un poco.

—Oh, es que siempre he tenido esa costumbre. Me despierto y me baño. Luego en la tarde también.

Cálido y fríoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora