CAPITULO 31| SI TAN SOLO SUPIERAS

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NOTA DE AUTORA: Para leer este capítulo, es necesaria la canción que he puesto al principio

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NOTA DE AUTORA: Para leer este capítulo, es necesaria la canción que he puesto al principio. Léanlo con audífonos puestos o solo con el móvil, pero es necesaria. ¡Disfrútenlo!

 ¡Disfrútenlo!

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RAÚL POV

—¡¿Cuánto falta para llegar?!— el grito de Maca resuena, ella escucha su propio eco al subir por las escaleras que nos llevarán a la parte más alta de la montaña. Sus mejillas están muy sonrojadas y el las gotas de sudor corren por su frente y nariz haciendo que ella esté a cada rato limpiándose la cara con su blusa.

Y... Todavía no me pregunten cómo tiene tanto calor y aún no se recoje el cabello. Es tan espeso, rizado y largo que hace que quiera recogerme el mío propio por acto instinto.

—Aún falta... Uff... Muchísimo— respondo yo por ella al mirar hacia arriba—. Pero si nos apuramos quizás, llegaremos antes y podrás disfrutar de la brisa de arriba.

—¿En dónde están los demás?— sé que pregunta por las personas que venían a subir también el peñón, son desconocidos, pero también han venido hoy de vacaciones.

—Allá— mi dedo los apunta. Maca levanta la vista y ambos somos concientes de que somos los únicos que aún no llegamos.

Ella me mira con el entrecejo fruncido.

—¿Desde cuándo se alejaron tanto?

Me encojo de hombros. Pero ella está cansada, así que tal vez lo único que necesita es sentarse un rato. Así que señaló unas piedras grandes y le propongo sentarnos un momento. El clima está agradable, hace un sol de los mil demonios pero hay brisa.

Recuerdo que lo que siempre me ha agradado de este lugar es la brisa y lo bien que es sentirse en la cima, como si tuviéramos el control de todo. El sonido de los pájaros, tener buena compañía, ver a los críos de 10 años jugando en medio de la calle y sobre todo, el mediterraneo.

Cálido y fríoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora